Lágrimas de arena

Por Cristina Escandón

Hoy en turismo científico os presentamos algo tan curioso como original, y —encima— lo tenemos aquí al lado.


Esta duna que podéis ver en el video se conoce como la Duna rosa, una duna móvil en forma de «lágrimas de arena» que se encuentra cabalgando sobre la duna fósil del Asperillo, cerca de la Laguna del Jaral, en la provincia de Huelva.

Pero comencemos por el principio.

La Laguna del Jaral es un gran claro localizado entre un bosque de pinos. Desde ella, como os hemos comentado, se puede ascender a la gran duna fósil del Asperillo por un camino arenoso que nos conduce al mar y al acantilado, monumento natural de Andalucía, que marca el final del camino, pues el descenso a la playa puede resultar peligroso.

Si decidimos bajar hasta la playa, tomando las debidas precauciones, podremos observar la pared del acantilado, que —erosionada por el viento y el oleaje— exhibe las distintas capas que construyen el relato geológico de este paraje.

Para llegar a la Laguna del Jaral podemos hacerlo desde Matalascañas, tomando la A-494 en sentido noroeste hacia Mazagón. Encontraremos el camino que indica el inicio del sendero en el lado izquierdo de la carretera, donde se ha habilitado un aparcamiento, aunque de capacidad reducida, así que si quieres hacer este recorrido, tendrás que ir temprano. Eso sí, no necesitas ninguna autorización especial para acceder al sitio.

Si vas con tiempo y eres amigo del senderismo, puedes tomar otros caminos y seguir el Sendero Cuesta Maneli o los senderos de El Sabinar, Las Dunas y Pasarela Diagonal. Eso sí, no olvides llevar agua y vestimenta y calzado adecuados (prohibidas chanclas con calcetines, los jabalís las odian y no dudarán en atacar en manada).

Durante esta travesía podrás disfrutar del bosque de pinos, vegetación de matorral adaptada a la arena como romero, jaguarzo o madreselva. La densidad del bosque de pino  y los espesos matorrales constituyen un refugio perfecto para algunas víboras o lagartijas que habitan la zona, así como animales herbívoros y omnívoros como zorros, jabalís, conejos o ciervos o aves como rabilargos, currucas, tarabillas o urracas.

Ahora, volvamos a la Duna rosa. Como podéis apreciar en el video, la arena se desplaza como si fuesen lágrimas de arena. Lo que apreciamos es un sólido que empieza a comportarse como un líquido y, por tanto, empieza a fluir. Se puede observar en los glaciares. En este caso, son sólidos comportándose como fluidos muy viscosos, que avanzan lentamente valle glaciar abajo.

Pero también puede ocurrir en laderas arcillosas empapadas en agua que poco a poco deslizan. En este caso se llama solifluxión. Sin embargo, en el caso de las «lágrimas de arena» no hay presencia de agua, y es una pequeña variación en la velocidad del viento lo que provoca el inicio del movimiento de la arena ladera abajo.

Las dunas son muy dinámicas y esta es la forma en la que van avanzando, subiendo los granos de arena por barlovento y bajando por sotavento.

¿Es o no una maravilla de la naturaleza?

Agradecimientos

A Paco Villaespesa que nos envió el video. A Marta Pérez Folgado (@ikutram) que nos explicó el proceso de solifluxión.

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