Los nuevos tesoros del Museo Nacional de Escocia

Por Silvia Mielgo Gallego

Radiante, con el pelo esponjoso, saluda en movimiento la megaestrella de las ovejas desde su impoluta vitrina. Esta semana, el rumiante, bautizado con el nombre del icono del country Dolly Parton, cumpliría 20 años. Lo que queda del animal que copó todos los medios de comunicación y fue un hito científico se conserva bastante joven. Se nota que los taxidermistas han hecho muy bien su trabajo. 

Desde 1948 viaja hasta nuestros días parte de un gigante de cobre, uno de los primeros sincrotrones construidos en el mundo. También tienen cabida piezas extremadamente actuales, como un teléfono móvil de la multinacional Apple. A su lado, descansan diversos aparatos, que cuentan, cronológicamente, la historia de la telefonía.

Estas son algunas de las piezas que desde hoy pueden contemplarse en las diez nuevas galerías del Museo Nacional de Escocia (NMS), dedicadas a la ciencia y tecnología, el arte, el diseño y la moda. El National Museum of Scotland es uno de los principales y más visitados museos del Reino Unido y posee una de las mayores colecciones multidisciplinares del país.

Entre las más de 3500 obras nuevas hay finos telares, aviones antiguos, joyas, partes del cuerpo humano impresas en 3D, cerámicas, vetustas bicicletas, tocados o impresionantes vestidos de alta costura. Puedes sentir los movimientos de un piloto de Fórmula 1, conocer más sobre la exquisita maestría de los orfebres o convertirte, por unos minutos, en forense realizando una autopsia digital.

Merece la pena ir sin prisa, con ganas de disfrutar, activar la imaginación, inspirarse y descubrir las historias de las personas que hay detrás de los objetos. Si me gustan las instalaciones museísticas monotemáticas, no os podéis imaginar cuánto adoro en las que, como en Principia Magazine, se muestran las genialidades de múltiples disciplinas. Creedme, el NMS es un museo para ir, volver y regresar de nuevo muchas veces.

Más información en la web del National Museum of Scotland

Créditos de las imágenes: Rubén Contreras Izquierdo.

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