¿Que hace una bióloga como tú en un sitio como este…?

Por Cristina Escandón

Puede resultar extraño encontrar a una bióloga entre el público de un evento privado de CaixaForum destinado a mostrar la exposición Impresionistas y modernos a un grupo seleccionado de personas relacionadas con el panorama cultural de internet.

La respuesta es clara: se puede ser bióloga —sí, sé lo que estás pensando, como Ana Obregón— y sentir pasión por el arte. De hecho, el arte y la ciencia están tan íntimamente relacionadas que casi sería un delito no contarlo.

Sin embargo, es posible que a vosotros se os ocurra otra respuesta y es que levantas una piedra y te sale un biólogo. También es cierto: somos legión. Pero no es este el caso, y más teniendo en cuenta que una de las causas que originaron el impresionismo es la ciencia. Así, la cosa comienza empieza a entenderse un poco mejor… veámoslo.

Créditos: Enrique Royuela

Varias son las causas del origen de un movimiento artístico tan revolucionario como el impresionismo. Probablemente la más importante sea la lucha contra el conservadurismo de la escuela más clásica: en efecto, los impresionistas fueron capaces de construir un nuevo lenguaje artístico empleando recursos que apenas se habían aplicado en las obras de épocas anteriores a ellos. Pero todo esto fue posible gracias a la unión del arte y la ciencia, debido al interés de unos vanguardistas que vieron en el desarrollo de la ciencia y de la tecnología una capacidad de expresión inigualable.

En primer lugar, surgió el interés por los avances del conocimiento en lo que se refiere al color y a la comprensión de nuestra manera de percibirlo. Muchos son los textos científicos que circulaban en ese periodo sobre la teoría del color y la percepción visual. Algunos de los artistas de aquella época decidieron que sería útil para la causa sacar provecho de dichas investigaciones buscando su aplicabilidad en la coloración del lienzo.

Como todos sabéis, el impresionismo se caracteriza por el predominio del color sobre el dibujo. Los maestros de este estilo (Monet, Pissarro, Sisley, Renoir o Degas, aunque estos últimos no fueron exclusivos del movimiento impresionista) estuvieron notablemente influidos por las teorías ópticas del químico francés Eugène Chevreul, y concretamente, por sus escritos sobre la Ley del contraste simultáneo de los colores (1838) y Sobre los colores y su empleo en el arte mediante círculos de color (1864). Según los textos de Chevreaul, los colores de dos objetos diferentes interaccionan afectando el uno sobre el otro en lo que denomina contraste simultáneo. El efecto es más notable se da cuando se compara entre objetos de colores complementarios. En la imagen siguiente, ambos rectángulos interiores son exactamente del mismo tono de gris; sin embargo, el superior parece ser de un gris un poco más claro que el inferior. Esto se debe al color del fondo que le proporciona los rectángulos exteriores.

Foto1. Contraste simultáneo. Créditos: Wikipedia
Contraste simultáneo. Créditos: Wikipedia

Además del contraste simultáneo existe otro fenómeno denominado por Chevreul contraste sucesivo, que se produce cuando los ojos, tras mirar a un objeto de color durante un cierto tiempo, retienen una imagen con el color complementario que se sigue percibiendo cuando ya no lo estamos mirando. En la siguiente imagen, si se mira atentamente durante unos segundos el punto negro en el centro de uno de los dos discos coloreados de la fila superior y después se mira el disco inferior de la misma columna, lo que veremos es el color complementario del disco de arriba proyectado sobre el círculo de abajo y nos parecerá que los dos discos inferiores parecen tener diferentes colores por un momento, aunque sean de colores idénticos.

Foto2. Contraste sucesivo. Créditos: Wikipedia
Contraste sucesivo. Créditos: Wikipedia

Además, los conocimientos sobre el color permitieron crear efectos diferentes usando colores distintos a los habituales. Antes del impresionismo se usaba el color negro para hacer las sombras de los objetos, pero los impresionistas obtuvieron las sombras utilizando los colores complementarios de los objetos plasmados.

La Urraca de Monet. La sombras son azules por su relación con la nieve y el hielo. Monet pintaba las sombras con los colores complementarios. Violetas y azules como contrarios a amarillos y rojizos.
La Urraca Monet

En La Urraca, las sombras son azules por su relación con la nieve y el hielo. Monet pintaba las sombras con los colores complementarios. Violetas y azules como contrarios a amarillos y rojizos.

En segundo lugar, la tecnología también influyó en la pintura impresionista a través de la fotografía. La captación fotográfica de imágenes reales progresó de manera espectacular hacia la mitad del s. XIX. Monet fue un gran investigador con la cámara fotográfica (tuvo hasta cuatro cámaras) y Degas fue un pionero y experimentó con una de las primeras cámaras portátiles de Kodak. La fotografía les permitía captar con total fidelidad las luces efímeras y la imagen del momento. Pero la pintura de los impresionistas iba más allá: explotaba las cualidades del medio, como el color, que la fotografía de la época del momento no podía igualar. 

Otra pequeña revolución, aunque no menos importante, es la oportunidad que ofrecieron las pinturas en tubos de estaño en dicha época. Estos tubos fueron inventados, patentados y perfeccionados por John Goffe Rand, entre 1841 y 1843, resolviendo los problemas de almacenaje hermético y facilitando el manejo de las pinturas en la huida hacia el exterior de los maestros impresionistas.

Foto 3. Patente tubos de estaño de John Goffe Rand 1841. Créditos: Archives of American Art.
Patente tubos de estaño de John Goffe Rand 1841. Créditos: Archives of American Art.


Los impresionistas abandonan la luz indirecta, uniforme y constante que inunda el taller a través de las ventanas en busca de la luz solar: directa, brillante e intensa, variable y más difícil de plasmar. El estilo impresionista germinó en la pintura al aire libre y el uso de estos tubos les permitió utilizar una herramienta que les proporcionaba la libertad que necesitaban para salir del estudio.

Este abordaje del arte impresionista desde la perspectiva de los avances de la ciencia y la tecnología ha permitido establecer un método que podría ofrecer las herramientas necesarias para producir obras de singular belleza. Sin embargo, por muy interesantes que sean las aportaciones de la ciencia, el arte no es un protocolo científico, no es algo mecánico, no se construye solo con un conjunto de herramientas. La originalidad, la frescura, el enfoque, el genio de estos artistas no puede ser sustituido por ningún análisis ni técnica. Estos maestros, expertos en transmitirnos emociones efímeras, fueron capaces de aprovechar el conocimiento científico para saltarse las reglas y crear algo distinto, su propio movimiento.

Espero, por tanto, que después de haber leído este breve acercamiento al impresionismo, a nadie le sorprenda ver a una bióloga disfrutando y escribiendo sobre la exposición monográfica de la Phillips Collection que acoge CaixaForum en Madrid. Nosotros, los biólogos que vivimos muy alejados de los truculentos posados veraniegos, también nos emocionamos con la belleza de los trazos de Monet.  

Esta exposición cuenta con 60 obras de arte impresionista, moderno y contemporáneo y 44 artistas esenciales de los dos últimos siglos: Picasso, Manet, Monet, Degas, Van Gogh, Cézanne, Courbet, Matisse, Modigliani, Braque, Pollock, O’Keeffe y Rothko, entre otros. La suma de estas obras maestras da como resultado una muestra que nos permite viajar a través de algunos de los principales movimientos que se fueron desarrollando desde el siglo XIX y hasta la segunda mitad del siglo XX, desde el realismo y el romanticismo hasta el expresionismo abstracto, pasando por el impresionismo o el cubismo. También nos permite conocer la historia de esta colección y de su impulsor, Duncan Phillips, un pionero, un apasionado del arte de su tiempo que, confiando en su instinto para detectar el talento, supo reunir una colección de prestigio mundial.

Impresionismo y modernismo. Créditos Enrique Royuela

Impresionismo y modernismo Créditos Enrique Royuela

Impresionismo y modernismo Créditos Enrique Royuela
Impresionismo y modernismo Créditos Enrique Royuela
Impresionismo y modernismo Créditos Enrique Royuela
Impresionismo y modernismo Créditos Enrique Royuela

Ahora me gustaría animarte a ir a ver esta exposición, vengas de donde vengas y seas quien seas, porque disfrutar del arte no solo tiene que ver con la pintura, también con la ciencia, la tecnología, la historia y, en definitiva, con las emociones del ser humano, contigo mismo.

Impresionistas y modernos. Obras maestras de la Phillips Collection. Fechas:

Del 14 julio al 23 de octubre. Lugar: CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36). Precio de la entrada: 4€. Organización: Exposición organizada por la Phillips Collection, Washington D. C., en colaboración con la Obra Social ”la Caixa”. Comisariado: Susan Behrends Frank, conservadora de la Phillips Collection. 

Para saber más: 

Impresionistas y modernos. CaixaForum.
Blog de la asignatura Comunicación visual (1º Periodismo, Facultad de Comunicación de la UPSA)
Blog Estagio de artista. De la Ley del contraste simultáneo de colores.
—Técnicas de los impresionistas. Anthea Callen. Editorial: TURSEN-HERMANN BLUME
Acedemia.edu
Simultaneous contrast. YouTube.
Beau Lotto: Ilusiones ópticas que demuestran cómo vemos. YouTube
Archives of American Art.

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