Mujeres con nombre propio

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Del 26 al 30 de septiembre tuvo lugar la Semana Cultural 2016 de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid. Bajo el título Mujeres con nombre propio en la educación española, se llevaron a cabo numerosas actividades encaminadas a recordar y reivindicar el papel que muchas mujeres, con nombres más o menos reconocidos, han tenido en la educación española.   

TEXTO POR LUIS MORENO MARTÍNEZ
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18 de Octubre de 2016

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De entre estas actividades, la exposición itinerante Mujeres en vanguardia. La Residencia de Señoritas en su centenario [1915-1936] de la Residencia de Estudiantes (RE) y Acción Cultural Española (AC/E) hizo de la facultad su primera parada. Una recopilación de imágenes distribuidas en varios paneles que permiten al visitante acercarse a algunas de las protagonistas e instituciones que conforman la historia de la educación en España de finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. Una oportunidad para sumergirse en una época histórica de cambios pedagógicos, culturales y sociales, truncada aquel mes de julio de 1936.

Un recorrido histórico por la Residencia de Señoritas

«Está destinado a muchachas que sigan sus estudios o preparen su ingreso en las facultades universitarias, Escuela Superior de Magisterio, Conservatorio Nacional de Música, Escuela Normal, Escuela del Hogar u otros centros de enseñanza, y a las que privadamente se dediquen al estudio de bibliotecas, laboratorios, archivos, clínicas, etc. Quiere ofrecerles un hogar semejante al que tienen los estudiantes en el grupo universitario [Residencia de Estudiantes]. Se ha instalado en los hoteles con jardín números 28 y 30 de la calle de Fortuny, donde estuvo antes el grupo universitario. (…) La Junta ha colocado al frente de este grupo a la señorita María de Maeztu. (…) Su prestigio y su talento han sido los factores capitales para el rápido éxito de este ensayo y permiten esperar que va a formarse, en derredor suyo, un núcleo de cultura superior, que puede ser de la mayor importancia para la educación de la mujer española».  

Con este fragmento de la memoria 1914-1915 de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) hace su aparición la Residencia de Señoritas, que en el momento de cierre de dicha memoria, contaba con una treintena de alumnas. Tal y como pudimos ver en Aulas pasadas, retos futuros, la Residencia de Estudiantes presenta un papel destacado en la historia de la cultura, la ciencia y la educación de nuestro pasado siglo. Sin embargo, la Residencia de Señoritas no ha tenido ese mismo protagonismo, siendo menos conocida.

Instalada en el hall de la Biblioteca de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid hasta el 4 de noviembre y estructurada en cuatro partes (1. Primeras iniciativas, 2. Una apuesta de futuro, 3. Las residentes y 4. El destino de las Residencia y de las residentes tras la guerra civil), la exposición Mujeres en Vanguardia. La Residencia de Señoritas en su centenario [1915-1936] permite al visitante conocer la Residencia de Señoritas por dentro, revelando su historia, que no es sino la de las mujeres que por ella pasaron. Rostros y nombres, mujeres poco recordadas, olvidadas, que cobran vida a través de las imágenes. 

Paneles de la exposición ubicados en el hall de la biblioteca de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la UAM.  Créditos: Luis Moreno Martínez
María de Maeztu en su despacho de la Residencia de Señoritas. Detalle de una de las imágenes de la exposición. Extraída del catálogo Mujeres en Vanguardia (RE, AC/E).

Almudena de la Cueva y Margarita Márquez Padorno han señalado que casi la totalidad de las mujeres que destacaron en la sociedad del primer tercio del siglo XX en España estuvieron relacionadas con la Residencia de Señoritas. Otras autoras como Carmen de Zulueta y Alicia Moreno han subrayado el papel de la residencia como institución pionera en el fomento del acceso de las mujeres españolas a los estudios universitarios desde su aparición en 1915, hasta su desaparición en 1936. La creación y el papel de la residencia ha de valorarse en el marco del proyecto de renovación social y pedagógica inspirado por la Institución Libre de Enseñanza, así como teniendo en cuenta otras iniciativas anteriores, como la Asociación para la Enseñanza de la Mujer (AEM). Fundada por Fernando Castro en 1870, por la AEM pasaron algunas de las primeras españolas que lograron asistir a la universidad, como María Goyri y Madilte Pardós.

Instalada en el hall de la Biblioteca de Educación de la Universidad Autónoma de Madrid hasta el 4 de noviembre y estructurada en cuatro partes, la exposición Mujeres en Vanguardia permite al visitante conocer la Residencia de Señoritas por dentro, revelando su historia, que no es sino la de las mujeres que por ella pasaron.

Varios trabajos han puesto de manifiesto el papel cultural y educativo de la residencia. Más allá del servicio de alojamiento, la residencia actuó como centro de formación. En ella se impartieron clases de literatura, química, pedagogía, música, alemán, inglés, italiano o francés. Entre el profesorado encontramos  a profesores del Museo de Ciencias Naturales, a María de Maeztu como profesora de pedagogía, a María Zambrano como profesora de filosofía o al cardiólogo Dr. Calandre como profesor de fisiología, entro otros.

Una clase de matemáticas en la Residencia de Señoritas (Madrid, hacia 1933). Detalle de una de las imágenes de la exposición. Extraída del catálogo Mujeres en Vanguardia (RE, AC/E).

Además de las clases, la Residencia de Señoritas fomentó actividades sociales y lúdicas tales como excursiones, viajes, visitas culturales y actividades deportivas.  En el centro también se impartieron conferencias y se realizaron veladas literarias y conciertos. Por sus instalaciones pasaron personajes de la cultura como Clara Campoamor, Victoria Kent, María Montessori, Ramiro de Maeztu, Miguel de Unamuno, Azorín, Ramón Gómez de la Serna, Pio Baroja, Federico García Lorca, José Ortega y Gasset o Marie Curie, que en su visita a Madrid en abril de 1931, se alojó en la residencia.

Partido de hockey entre el equipo de la Residencia de Señoritas y el del Club de Campo, frente a la Residencia de Estudiantes (1933). Fuente: Residencia de Estudiantes de Madrid. Extraída del catálogo Mujeres en Vanguardia (RE, AC/E).

En la Residencia de Señoritas encontramos una institución que actuó como escenario de contacto de las residentes con las novedades científicas, educativas y culturales de su época. Todo ello, propiciado por el intercambio de alumnas y profesoras españolas entre la Residencia de Señoritas y los colleges femeninos norteamericanos, como el Smith College (donde Carmen Castilla se dedicó a la enseñanza de las ciencias) o el Barnard College (donde Concepción Lazarraga estudió química). Los espacios que conformaban la residencia también fueron especialmente significativos, cabiendo destacar dos de ellos: la biblioteca y el laboratorio. La primera llegó a contar con cinco bibliotecarias y unos 14000 volúmenes e incluso se impartieron clases de biblioteconomía. En el laboratorio, conocido como Laboratorio Foster (en honor a su fundadora Mary Louise Foster), se realizaban, sobre todo, prácticas de química orgánica y de farmacia.

El laboratorio Foster de la Residencia de Señoritas hacia 1930. Fuente: Archivo International Institute in Spain.

Un entorno para la ciencia, la cultura y la educación. Un proyecto por y para mujeres que se vio truncado por la guerra y la dictadura. María de Maeztu se encontraba de vacaciones aquel mes de julio de 1936. En septiembre presentó su dimisión como directora de la residencia y abandonó España. Aunque en 1937 la residencia se trasladó a Paiporta (Valencia), sus edificios pasarán a formar parte del Colegio Mayor Teresa de Cepeda en 1940. Para ellas, exilio, cárcel, inhabilitación o mera supervivencia en la España franquista. Diversos fueron los destinos que encontraron las antiguas residentes. Lo que todas compartieron, residentes o no, fue un profundo retroceso social.

Autoras como Carmen de Zulueta y Alicia Moreno han subrayado el papel de la residencia como institución pionera en el fomento del acceso de las mujeres españolas a los estudios universitarios desde su aparición.

Atrapadas en la historia

Marina Romero, María Antonia Suau, Virtudes Luque, Pura García Arias, María Luz Morales, Pilar de Bulnes, Sofía Novoa… Los nombres de aquellas residentes siguen siendo hoy nombres propios en muchos casos olvidados, en otros relegados a notas a pie de página o al encabezamiento de documentos resguardados en archivos, atrapados en la historia, en las cajas negras de la historia.

Varias voces críticas se han alzado para recuperar los nombres propios de aquellas mujeres cuyas vidas pueden ayudarnos a comprender la educación, la ciencia, la cultura o el arte de tiempos pretéritos y a la vez tan cercanos. María del Mar del Pozo, en la conferencia dedicada a Justa Freire en la Semana Cultural que da cobijo a la exposición reseñada, reivindicó la importancia de estudiar las biografías de las maestras (y de los maestros). Frente a una historia de la educación basada en las ideas de los grandes pedagogos, la vida y obra de maestras como Justa Freire encierran múltiples potencialidades especialmente interesantes para comprender la educación y la sociedad del primer tercio del siglo XX. Aunque maestras y maestros no fueron en su mayoría miembros de la alta cultura; en ocasiones sí fueron capaces de crear opinión pública, por ejemplo a través de publicaciones en prensa. Por otro lado, maestras y maestros hicieron acopio de los movimientos pedagógicos, llevándolos al aula, adaptando, modificando e incluso criticando aquellas ideas que no compartían. De este modo, sus vidas pueden ayudarnos a conocer el tránsito de la alta pedagogía a lo que ocurría o parece que ocurría en las aulas. 

La ciencia, que también se vio cultivada en la Residencia de Señoritas, tampoco es ajena a la escasa presencia de las mujeres en sus narrativas históricas. En el presente, todavía nos sorprende, indigna y entristece la escasa presencia de las mujeres entre los Premios Nobel. Desde el debate ciencia-género de la década de 1970, la historia de la ciencia ha hecho del papel de las científicas un área de investigación necesaria en el que aún quedan muchos nombres, muchas preguntas y muchas fuentes por estudiar. Entre algunos de los retos, además de conocer y recuperar las voces de las científicas, incluir a aquellas maestras y profesoras que desarrollaron su labor docente en el ámbito de la enseñanza de las ciencias. Sin caer en narrativas mitificadoras (independientes de si el biografiado es hombre o mujer), la combinación de historia, educación, ciencia y género permitirá recuperar las voces de tantas mujeres que para nuestra tristeza e indignación han sido relegadas al olvido. Mujeres que hicieron ciencia, que enseñaron, que innovaron, que crearon. No ya hermanas, hijas o esposas de. Ellas son mujeres con nombre propio.

Enlaces

-Semana Cultura 2016. Facultad de Formación de Profesorado y Educación. Universidad Autónoma de Madrid.
-Mujeres en Vanguardia. La exposición.
-Vídeo de la Semana Cultural 2016: "Mujeres con nombre propio en la educación española". Universidad Autónoma de Madrid.

Para ampliar

-Catálogo de la exposición. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2015.
-“Ni convento ni college. La Residencia de Señoritas”.  Carmen de Zulueta y Alicia Moreno. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes-CSIC, 1993.
-“Justa Freire o la pasión de educar. Biografía de una maestra atrapada en la historia de España (1896-1965)”. María del Mar del Pozo Andrés. Barcelona, Octaedro, 2013.

Agradecimientos

El autor desea expresar su agradecimiento a la profesora María José Álvarez Barrio, vicedecana de Extensión Universitaria, Cooperación y Cultura de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid por la información proporcionada sobre la exposición para la elaboración del presente artículo, así como por su interés, su tiempo y su entusiasmo.

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