Un árbol

Por Cristina Escandón

«Un árbol necesita dos cosas: sustancia bajo tierra y belleza exterior. Son criaturas concretas, pero impulsadas por una fuerza de elegancia. La belleza que necesitan es viento, luz, grillos, hormigas y una miríada de estrellas hacia las que dirigir la fórmula de sus ramas»

Olga Denisova-Ezova

Hermosas palabras del novelista italiano Erri de Luca para hablar de los árboles. Si las palabras nos sirven para describir lo que se siente, y de eso no cabe ninguna duda, las imágenes también, o ¿acaso no recordáis el dicho: «una imagen vale más que mil palabras»? No creo que llegue a tanto, pues hay palabras tan hermosas, concretas, exactas o definitorias que evocan directamente una imagen que tu cerebro podría interpretar aun con los ojos cerrados.

La ilustradora rusa Olga Denisova-Ezova lo demuestra de una manera muy personal a través de recuerdos y emociones vividas en sus paseos por la naturaleza, por su patio: el bosque y es allí donde recoge las huellas de la naturaleza, los ingredientes de cada estación para trasladarlos a los lugares más inesperados. Ramas, acículas de pino, frutos silvestres y un sinfín de elementos procedentes de especies botánicas de lo más variopintas son para esta recolectora una fuente inagotable de inspiración. 

Su proceso creativo es como la vida en el campo: sin prisas, donde la paciencia no se busca sino que se encuentra, donde halla un espacio que le permite cuidar los más mínimos detalles para dejarnos hermosas creaciones irradiadas con una luz especial, la que emite la vida al aire libre.

Sus obras no son solo un deleite para los amantes del arte, sus trabajos harán las delicias de cualquiera que aprecie aquello hecho con criterio y buen gusto, aunque seguro que será de especial agrado de los botánicos y amantes de la naturaleza.

La artista dibuja en papel cada uno de los elementos como una huella que le permitirá ir tallando la lámina de linóleo como si fuera un taco de madera pero mucho más blando.

Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova

La superficie que se imprimirá serán las zonas del linóleo que va dejando intactas, mientras que las partes que se extraen quedarán en blanco. Esta técnica se denomina grabado en relieve, porque las imágenes resultan de entintar una plancha en la que el dibujo está en relieve.

Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova

El resultado, como podréis apreciar, son imágenes de gran fuerza expresiva que la artista traslada al papel o al tejido, inundado los espacios de vegetación. Herbarios que permiten familiarizarnos con la diversidad de formas y colores de las plantas pero con texturas que no se corresponden a un herbario convencional, o al menos no al que te enseñan a construir en las facultades de biología que nosotros conocemos, el de secado y planchado propio de la planta, sino a una textura aportada por la superficie estampada ya sea un papel o una tela de algodón.

Una artista que te acerca a un bosque y te invita a pasear por sus senderos, a sentir el frío del invierno, a escuchar sus sonidos y a pararte aguzando cada uno de tus sentidos, fijándote en cada uno de los detalles. Una manera de acercarte y armonizar con la naturaleza, recrearte en su belleza y aprender de lo que te rodea.

Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova
Olga Denisova-Ezova

Parece ser que nosotros no somos muy distintos a los árboles que define Erri de Luca. También necesitamos sustancia por dentro y buscamos las cosas bellas a nuestro alrededor, esa misma que necesitan los árboles. 

Fuentes: Sitio web Olga Denisova-Ezova

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