Andy sueña demasiado. Dormida y también despierta. Gracias a esto puede afirmar que ha visto cosas que no imaginaríais. Por ejemplo, la muerte ha ido a visitarla exactamente tres veces, ¡TRES VECES! Pero siempre han acabado de pedo hasta el amanecer. Le gustan mucho los abrazos y siempre llega tarde (no es nada personal).
Últimamente las cosas van cada vez más rápido y su tiempo se reparte entre ilustrar, acabar una tesis en Química Inorgánica y pedalear muy fuerte por la ciudad como si le persiguiera un dinosaurio.
Por eso dibuja cada vez más.
Para detener el tiempo.
Volver a colaboradores