Carothers, el genio de los polímeros

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El 27 de abril de 1896 nacía Wallace Carothers (1896-1937). Uno de los químicos orgánicos con más talento del siglo XX. Después de su tesis doctoral investigó en las universidades de Illinois y Harvard, dónde dio muestra de gran originalidad.

TEXTO POR BERNARDO HERRADÓN
ILUSTRADO POR KARINA ARGANDOÑA
ARTÍCULOS | EFEMÉRIDES
QUÍMICA
27 de Abril de 2015

Tiempo medio de lectura (minutos)

El 27 de abril de 1896, nacía un genio destinado a dejar una huella indeleble en el mundo de la química: Wallace Carothers. Reconocido como uno de los químicos orgánicos más brillantes del siglo XX, su vida y obra marcaron un hito en la historia de la ciencia.

Tras completar su tesis doctoral, Carothers demostró un talento sin igual en las universidades de Illinois y Harvard, donde deslumbró con su originalidad. Aunque sus habilidades podrían haberlo llevado a cualquier universidad prestigiosa, optó por unirse a la empresa DuPont en 1928.

DuPont, visionaria en su enfoque, estableció un departamento de investigación básica y confió en Carothers para dirigirlo. Bajo su liderazgo, el equipo cosechó éxitos sin precedentes. Carothers allanó el camino hacia la creación de polímeros revolucionarios, como el neopreno, un caucho mejorado, y los poliésteres, fundamentales en la industria textil.

Sin embargo, el mayor logro de Carothers se materializó en el desarrollo de las poliamidas, polímeros con una estructura similar a las proteínas, siendo el más destacado de ellos el Nylon. Esta innovación no solo revolucionó la industria textil, sino que también cambió la vida de millones de personas en todo el mundo.

La decisión de DuPont de apostar por la investigación básica resultó ser un acierto, posicionando a la empresa como líder mundial en la industria química. La visión de Carothers y el compromiso de DuPont demostraron que la ciencia y la rentabilidad pueden ir de la mano.

Sin embargo, detrás de sus brillantes logros, Carothers luchó en silencio contra la oscuridad de la depresión. La pérdida de su querida hermana lo sumió en un profundo dolor, llevándolo a tomar la trágica decisión de quitarse la vida el 29 de abril de 1937. Su partida prematura le impidió presenciar el éxito comercial del Nylon, lanzado al mercado con estruendo en 1941, así como el nacimiento de su hija, que llegó al mundo huérfana de padre pocos meses después.

El legado de Wallace Carothers perdura, no solo en los laboratorios y fábricas donde sus descubrimientos se materializan, sino también en la memoria de aquellos que reconocen su genio y su lucha contra los demonios internos. Su biografía, titulada «Suficiente para una vida», encapsula la grandeza de sus logros y la tragedia de su partida prematura. Wallace Carothers, un nombre que brilla en los anales de la ciencia y la historia industrial.

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