Craig Ward. Por la ciencia, por la curiosidad.

Por Cristina Escandón

En este tiempo, en el que nuestro cerebro recibe miles de imágenes a diario, solo unas pocas son las que consiguen que nos paremos unos segundos a pensar, aquellas en las que hay algo que reclama nuestra atención. Este tipo de imágenes son las que consigue el diseñador Craig Ward, un virtuoso de la tipografía, haciendo de las palabras imágenes.

Lo fabuloso —convertido en leitmotiv— de Craig Ward, en mi opinión, es sin duda, su afán de inyectar en la imagen algo de la vida que hay detrás de ella, más allá del momento final que define su resultado, mostrando en ese instante el proceso de realización previo a la toma de la imagen final, porque ese mismo proceso forma parte de lo que se quiere comunicar.  

Este objetivo le lleva al diseñador, en muchas ocasiones, a recurrir a la ciencia para llegar al resultado que quiere obtener. Tal es el caso de la portada que realizó para Discovery Magazine —una revista científica estadounidense— para su edición del 30 aniversario. En ella creó una imagen mezclando tinta con un ferrofluido; un líquido con la capacidad de polarizarse en presencia de un campo magnético. A partir de ahí, la atracción y repulsión hicieron el resto, creando una imagen que no pasa desapercibida. Sin embargo, hay quien considera que esa imagen se puede hacer en un modelado 3D, ahorrándose todo este elaborado proceso, a lo que Craig Ward contesta: «sí, pero nos hubiésemos perdido todo el proceso, la historia que hay detrás».

Craig Ward se mezcla y no duda en encontrar a la persona que le permite hacer realidad la imagen, la idea que tiene en su cabeza. En agosto de 2009 le pidieron crear la cubierta del anuario del año siguiente de Creative Review. En un intento de romper la tendencia de las portadas de años anteriores, para las cuales se realizaban cada vez montajes más grandes, optó por hacer el montaje más pequeño. Para ello se puso en contacto con Frank Conrad, un inmunólogo, con el objetivo de dar forma a la vida más pequeña, microscópica, en forma de letra A. Se realizaron muchas pruebas en el laboratorio con distintos moldes. La elección original para las células eran de ovario de hámster chino, pero las técnicas utilizadas no permitieron su crecimiento óptimo. La solución final fue más sencilla: polen. Las células en sí tienen una imagen potente y permitieron al diseñador, a pesar de las dificultades, obtener una gran portada.

Craig Ward no pone límites a la hora de crear. Tal es el caso del retrato tipográfico que elaboró sobre los habitantes de la ciudad de New York, en el que no dudó en volver a buscar más allá de lo que se ve.

Durante el verano de 2015 recorrió los trenes de las veintidós líneas de metro de la ciudad de Nueva York, recogiendo muestras de bacterias de las agarraderas y asientos del metro, así como de otras superficies. Las muestras fueron tomadas usando esponjas esterilizadas que habían sido cortadas con forma de distintas letras o números. Los hisopos (esponjas con la muestra) se pusieron en contacto con el agar de las placas de Petri —cuya forma circular hace eco del lenguaje gráfico del metro— y se incubaron en las condiciones adecuadas. En esas placas identificaron cepas de Escherichia coli, Bacillus subtilis, Salmonella o Staphylococcus aureus, entre otros.

Las imágenes resultantes son una instantánea del ecosistema en constante cambio de la ciudad. Estos retratos poco ortodoxos de Nueva York son un recordatorio de cómo una persona en una gran ciudad puede sentirse pequeña. Eso sí, acompañado de billones de habitantes microscópicos.

Sus obras hablan por sí solas y él insiste «¿Por qué rendirse al proceso de creación? Por la ciencia, por la curiosidad». 

Para saber más:

Craig Ward

Making the Discover magazine 30 in ferrofluid

Making of... The Creative Review Annual Cover 2010

Fe₂O₃ Glyphs - a conceptual, ornamental type system

Why not surrender to the process?: Craig Ward at TEDxDrexelU (Youtube)

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