Aulas pasadas, retos futuros

Por Luis Moreno Martínez

Un viaje por la exposición Giner. El maestro de la España moderna.

De construcción iniciada a finales del siglo XVI, reconstruida en el siglo XVII y cerrada al culto desde principios del siglo XIX, la Iglesia de la Pasión de Valladolid (hoy, Sala Municipal de Exposiciones del Museo de Pasión) acoge la exposición Giner. El maestro de la España moderna. Francisco Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza hasta el 28 de agosto. Una amalgama de ciencia, historia y educación que nos permitirá aproximarnos a la cultura y sociedad española del siglo XX y propiciar un interesante marco de diálogo y reflexión sobre los retos educativos actuales.

Del maestro al contexto

La fachada de la antigua iglesia de la Cofradía Penitencial de la Pasión, entre lo barroco y lo prechurrigueresco, no pasa desapercibida entre los edificios circundantes. A pocos metros de la plaza del Ayuntamiento de Valladolid, cruzando sus puertas, espera una prolífica colección de fuentes que ilustran capítulos de gran interés en la historia de la educación, de la ciencia y de la cultura españolas del pasado siglo e incluso de finales del siglo XIX; a través de la figura de Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), un año después del centenario de su muerte y tras un siglo desde la creación de su principal obra y legado: la Institución Libre de Enseñanza (1916).

Cartel promocional de la exposición
Cartel promocional de la exposición. Créditos: Álvaro Ruíz García


Si bien las biografías presentan ciertas limitaciones historiográficas,  en contra del estereotipo de lo biográfico como algo estrictamente ceñido y restringido a un único protagonista; recorriendo una vida, una obra, es posible descubrir una pléyade de personajes, espacios, materiales, instituciones y episodios, entre otros muchos elementos de interés histórico. Así, la exposición Giner. El maestro de la España Moderna constituye una buena oportunidad para recorrer la vida y la obra de Giner de los Ríos, revelando espacios e instituciones como  la Institución Libre de Enseñanza (ILE),  el Museo Pedagógico, la Residencia de Estudiantes o la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE).

Sala de exposiciones (Valladolid). Créditos: Álvaro Ruíz García


De este modo, Giner se convierte en guía: el hilo conductor a través del cual es posible recorrer y conocer la historia. En palabras de Manuel Bartolomé Cossío, otro de los nombres imprescindibles en la historia de la educación en España, «para hacer la biografía de Giner habría que hacer la historia de la Institución, y para hacer ésta habría que hacer la historia de España desde la Revolución de 1868». Es esa historia, construida y aderezada con las más de 400 piezas que constituyen la exposición (entre pinturas, documentos, filmaciones de la época, libros, revistas, muebles…), la que recorre el visitante; acercándolo a la educación, a la ciencia…. a la cultura de la época.  Un viaje que hoy hacemos en Principia y del que te mostramos algunas de sus paradas imprescindibles.

Aulas pasadas

«Para Giner el problema de España fue convirtiéndose cada vez más en un problema de educación».  Cossío.

Entre las piezas de la exposición encontramos obras de Cossío y numerosas fotografías sobre las aulas de la época. Créditos: Álvaro Ruíz García.



«La escuela no es un escaparate donde se exponga la obra hecha; es un taller, cuyas máquinas se mueven sin descanso, donde no han de hacerse cosas distintas de las que el niño está viviendo en la vida a todas horas». Memoria de la Junta General de Accionistas de la Residencia de Estudiantes (1879).

Silla de la Institución Libre de Enseñanza hacia 1890. Créditos: Álvaro Ruíz García.



«No creo que haya en toda España una escuela en que el castigo consista en prohibirles venir a clase, dando lugar a que pidan llorando que se les levante la pena». Gumersindo de Azcárate.

«La letra con sangre entra. Homenaje a Goya» por Erik Giles. Créditos: Álvaro Ruíz García.



«La educación, no la mera instrucción, ha de ser siempre el fin de la enseñanza». Giner.

Detalle de partitura. Créditos: Álvaro Ruíz García.



«Un día de campo vale mucho más que un día de clase».  Giner.

La naturaleza, una protagonista más. Créditos: Álvaro Ruíz García.



«No consideraba don Francisco la ciencia como un conjunto de verdades hechas que pueden enseñarse y aprenderse, sino como una función del espíritu activo. Su labor en clase no era, pues, enseñanza, sino educación científica. Gustaba repetir a menudo el dicho de Kant: “Yo no enseño Filosofía, sino a filosofar”. No enseñaba, pues, la ciencia, sino a pensar; y no pareciéndole aún bastante el saber pensar bien, hacia más: enseñaba a vivir».  Manuel García Morente y Fernando de los Ríos.

Armario de madera con tiradores de marfil utilizado para preparaciones histológicas con anotaciones manuscritas de Santiago Ramón y Cajal. Créditos: Álvaro Ruíz García.




Retos futuros 

Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza (ILE) han escrito su nombre de forma prácticamente indeleble en las narrativas históricas de la España del siglo XX. El papel de la Residencia de Estudiantes como espacio de diálogo entre ciencias, artes y letras es también otro elemento fundamental, así como la labor del Museo Pedagógico Nacional, formando a maestros y docentes, y la de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, pensionándolos para que pudieran conocer de primera mano qué se hacía en las aulas de otros países, entre otras funciones.  La vida y la obra de Giner, que dan soporte a la exposición, nos permite sumergirnos en una época, en unos personajes, en unos espacios; catalizando la reflexión en torno a diversas cuestiones de vigencia actual.

Como investigador en historia de la ciencia sumergido en la historia de la enseñanza de las ciencias y como docente, la visión integrada de la ciencia, la educación, el arte o la cultura que se yuxtaponen en todo momento a lo largo de la exposición, me lleva a reflexionar si hoy, en 2016, hemos derrumbado las fronteras entre disciplinas escolares o si por el contrario hemos parcelado aún más la educación en materias que se muestran impermeables e inconexas entre sí; si educamos para la vida o instruimos en torno a las disciplinas científicas de referencia; si guiamos al alumno o le obligamos a fagocitar información que le es ajena para su día a día.

Asimismo, caminando en la interfase entre la historia de la ciencia y la historia de la educación, no puedo sino destacar la importancia de detenernos a reflexionar sobre lo que peyorativamente llamamos enseñanza tradicional, frente a la llamada nueva educación. Exposiciones como la recorrida anteriormente nos ayudarán a valorar que en esa enseñanza tradicional también hubo auténtica innovación y renovación pedagógica y didáctica. Sin caer en el manido todo tiempo pasado fue mejor, todavía hoy podemos aprender mucho de las aulas pasadas. Si quieres sumergirte en ellas, la exposición Giner. El maestro de la España moderna es un más que recomendable comienzo.  

Frente a Giner.  Créditos: Álvaro Ruíz García.

Más información sobre la exposición

Folleto
Fundación Giner de los Ríos

Para saber más

—Sobre la Institución Libre de Enseñanza: La Institución Libre de enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivas, VV. AA. Coedición de la Fundación Francisco Giner de los Ríos [Institución Libre de Enseñanza] y Acción Cultural Española, Madrid,2013.
—Sobre la Residencia de Estudiantes.

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