El 16 de agosto de 1858, el presidente de los Estados Unidos, James Buchanan, inaugura el nuevo cable telegráfico transatlántico, que pasaría a conocerse como el cable, y de ahí que se llegase a utilizar el término «mandar un cable» pare referirse al envío de mensajes a través de este sistema.

En la inauguración, James Buchanan intercambia saludos con la reina Victoria del Reino Unido. Sin embargo, de manera anecdótica, la débil señal generada hará que este servicio se cerrara durante algunas semanas más tras la inauguración.

 Este inventó fue una auténtica revolución en las comunicaciones telegráficas entre América y Europa (en Europa, entre Gran Bretaña y Francia, ya se utilizaba desde 1850) pues los mensajes que tardaban en llegar varios días ahora lo hacían en pocos minutos o algunas horas.