Desarrollan en España microtransistores de grafeno para detectar la actividad eléctrica de baja frecuencia del cerebro, hasta ahora indetectable. ¿Qué misterios custodia nuestra mente y que por fin podrán ser escuchados?
Durante décadas, han sido los electrodos los que nos han permitido conocer la actividad eléctrica que se desarrolla en nuestros cerebros. Aun así, estos solo son capaces de detectar frecuencias por encima de un umbral. Por debajo de este es un mundo desconocido.
Hasta ahora.
Una colaboración con distintos centros de investigación españoles ha dado con la clave para vencer a esta limitación: el grafeno. Los microtransistores fabricados con este material permiten detectar actividad cerebral por debajo de los 0,1 hercios, algo que los electrodos convencionales no consiguen.
El grafeno es un material que no ha dejado de sorprendernos estos últimos años. Es lo suficientemente flexible como para incorporarlo en el córtex cerebral y no interferir en su funcionamiento. Es seguro, ya que es biocompatible con los fluidos y tejidos biológicos. Por no hablar de que su naturaleza bidimensional le proporciona la mayor relación superficie-volumen posible, lo que hace que el grafeno sea un material muy sensible a las cargas eléctricas en su superficie.
Vamos, que con esta nueva tecnología se puede estudiar con mayor resolución el cerebro. Nuestro mundo está limitado por nuestros sentidos, por lo que podemos captar. Estos microtransistores de grafeno, al poder detectar frecuencias más bajas que los electrodos, expandirán nuestro conocimiento sobre el funcionamiento de nuestra mente, tanto cuando todos los engranajes giran correctamente como cuando uno se atasca y la maquinaria falla.
La sonda china Chang’e-4, lanzada el 8 de diciembre del 2018, ha aterrizado este jueves 3 de enero en la cara oculta de la Luna, lo que la ha convertido en la primera nave que pisa esta región inexplorada de nuestro satélite.
La sonda de la NASA New Horizons sobrevuela Ultima Thule, el cuerpo celeste más lejano del espacio al que ha llegado nunca una nave. Los datos que se irán recopilando de esta exploración nos ayudarán a comprender más acerca de los orígenes de nuestro sistema solar.
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Crean un novedoso sistema para resolver los problemas de micción frecuente. Un programa informático —que detecta las señales que recibe de un implante en la vejiga— activa inalámbricamente unas luces para controlar las células nerviosas de la vejiga, de tal manera que estas no envíen al cerebro la señal para ir al baño.
