Transforman células del cáncer de mama en grasa para impedir la metástasis
Se demuestra en ratones una nueva estrategia para que el cáncer de mama no se expanda a otros órganos. Se basa en el uso de dos fármacos, un antitumoral y un antidiabético, que convierten las células tumorales en grasa, inofensiva y sin capacidad de multiplicarse.
¿Cuántas veces has querido volver al pasado para enmendar tus errores, a cuando todo estaba bien? Un estudio publicado en Cell este lunes 14 de enero demuestra que es posible con las células cancerosas.
Tiempo atrás, estas células eran sanas, pero en algún punto su maquinaria interna se alteró. Ahora se reproducen sin ton ni son, y cuando llegan a invadir otros terrenos —lo que conocemos como metástasis— es cuando las probabilidades de llegar al epílogo de nuestra vida se disparan.
Científicos de la Universidad de Basilea han conseguido llevar a cabo la regresión de estas células malignas en inofensivas. Se han valido de dos fármacos —el trametinib, un antitumoral, y la rosiglitazona, un antidiabético— para transformar las células del cáncer de mama en adipocitos, las células encargadas de almacenar nuestra grasa.
Esta conversión solo afecta a las células más externas del tumor, las que realizan la transición epitelio mesénquima. Este es un proceso que también se da en el embrión en formación, cuando algunas células pasan de estar fijas en el tejido a poder despegarse y desplazarse por el organismo. En el caso del cáncer, son las que invaden otros órganos. Las más peligrosas.
Con esta novedosa estrategia combinando ambos fármacos, se consigue frenar el crecimiento del tumor —puesto que las células de la grasa no pueden multiplicarse— y su expansión, ya que ahora no pueden moverse. Aunque esto solo afecte a las células más externas del tumor, las demás se tornan más diferenciadas, y, por lo tanto, pueden ser más vulnerables a otros tratamientos ya existentes.
Se demuestra en ratones una nueva estrategia para que el cáncer de mama no se expanda a otros órganos. Se basa en el uso de dos fármacos, un antitumoral y un antidiabético, que convierten las células tumorales en grasa, inofensiva y sin capacidad de multiplicarse.
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