Investigadores alemanes hallan una nueva estructura anatómica: un sistema circulatorio en los huesos hasta ahora desconocido. Esta insólita red de vasos podría explicar la rápida diseminación de la sangre y las células inmunitarias en estos órganos.
Cuando parecía que todo en anatomía ya estaba descubierto, aparecen nuevos estudios como este que nos hacen ver que el cuerpo humano sigue albergando misterios para las mentes más curiosas.
A pesar de aparentar ser estructuras compactas e impenetrables, los huesos encierran un mundo conectado por un entramado de túneles inexplorados hasta ahora. Se tratan de los apodados como vasos transcorticales, un sistema de canales que facilita el flujo sanguíneo en estos órganos.
Matthias Gunzer, inmunólogo de la Universidad de Duisburg-Essen, estaba con su microscopio estudiando células sanguíneas y las observó pasando a través de un hueso sólido. Atónito e incapaz de justificar lo que veían sus ojos, ideó este nuevo proyecto de investigación para descubrir qué era lo que estaba pasando.
Junto a su equipo de trabajo, echaron mano de un compuesto químico —el cinamato de etilo— para tornar transparentes las tibias de ratones. Seguidamente, se valieron de una combinación de microscopía de fluorescencia mediante hojas de luz (LSFM, de las siglas en inglés) y microscopía de rayos X con la que consiguieron observar estos pequeños vasos en la capa cortical de los huesos.
Según relatan los autores del estudio —publicado este lunes 21 de enero en Nature Metabolism—, la tibia de un ratón puede contener más de mil de estos canales, por los que trascurriría más de un ochenta por ciento de la sangre arterial y un cincuenta y nueve por ciento de la venosa.
En cuanto a los humanos, nuestros vasos transcorticales son más gruesos que los de los roedores, aunque todavía queda camino para averiguar para qué sirven exactamente, porque por ahora la mayoría son conjeturas. Lo que está claro es que es un gran descubrimiento, tanto para saciar la curiosidad de cómo funciona nuestro cuerpo como para entender y tratar enfermedades óseas.
Investigadores alemanes hallan una nueva estructura anatómica: un sistema circulatorio en los huesos hasta ahora desconocido. Esta insólita red de vasos podría explicar la rápida diseminación de la sangre y las células inmunitarias en estos órganos.
Se ha desarrollado una nueva terapia basada en virus que atacan específicamente las células tumorales para el tratamiento del retinoblastoma. Efectiva in vitro y en ratones, las pruebas preliminares en pacientes parecen seguir el mismo camino.
La capacidad de regular la temperatura corporal en el agua fría capacita a las aves y a los mamíferos marinos a conquistar los mares polares, mientras que los peces y reptiles dominan los trópicos.
Consiguen diseñar una cámara capaz de recrear la visión de las aves, basada en los tres colores primarios que comparten con los humanos más el ultravioleta, lo que les permite percibir mayores contrastes.