2018 fue el cuarto año más caluroso que se haya registrado
La superficie de nuestro planeta ha registrado este año pasado un aumento de las temperaturas respecto a la media. Estos datos colocan al 2018 como el cuarto año más caluroso registrado, según informes de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El planeta se está calentando. El año pasado la temperatura global de la superficie terrestre aumentó 1,12 grados Celsius por encima del promedio del siglo xx. La superficie oceánica, 0,66 grados Celsius. Teniendo en cuenta que estos registros se llevan a cabo desde 1880, ¿adivináis dónde se concentran los períodos más calurosos del planeta desde esa fecha? Efectivamente, sin ir más lejos, en los últimos cuatro años, en este orden de mayor a menor: 2016, 2015, 2017 y 2018. Así lo anunciaban este miércoles 6 de febrero en una conferencia de prensa conjunta entre la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Los expertos tienen muy clara la causa: el incremento de la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera debido a la actividad humana.
El impacto se puede percibir en todos los rincones del globo terrestre: inundaciones, olas de calor, precipitaciones intensas y cambios en los ecosistemas. Referente al incremento de la temperatura, gran parte del hemisferio sur registró máximas récord por segundo año consecutivo. Otras zonas, como Europa, Oriente Medio y el Pacífico occidental también presentaban temperaturas medias más altas que en años anteriores. Por no hablar, del Ártico, el área que más se está viendo afectada, calentándose entre dos y tres veces más rápido que el promedio mundial.
Las mediciones se analizan mediante un algoritmo que tiene en cuenta las estaciones y el efecto isla de calor de las urbanizaciones. Los resultados obtenidos se comparan con el promedio de temperatura global, que corresponde al período de referencia entre 1951 y 1980. Además, la NASA y la NOAA verificaron sus resultados con los hallazgos de otros grupos, como la Organización Meteorológica Mundial, perteneciente a la ONU.
Paleontólogos argentinos describen por primera vez un dinosaurio que vivió hace unos ciento cuarenta millones de años. Su característica principal son una serie de espinas, inclinadas hacia el frente, que le recorren el cuello y la espalda, posiblemente desempeñando un papel de defensa contra posibles depredadores.
Un nuevo estudio demuestra que las abejas tienen la capacidad de comprender operaciones aritméticas como la adición y la sustracción a partir de figuras de colores, asociando un tono a la suma y otro a la resta.
La superficie de nuestro planeta ha registrado este año pasado un aumento de las temperaturas respecto a la media. Estos datos colocan al 2018 como el cuarto año más caluroso registrado, según informes de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Científicos estadounidenses han identificado una serie de compuestos capaces de disminuir el apetito de los mosquitos y, por ende, que no sientan atracción por picar a los humanos. Esta estrategia podría ser clave para la prevención de enfermedades infecciosas transmitidas por estos vectores.