Décadas para que una especie en peligro de extinción se proteja del comercio internacional
Un estudio revela el retraso medio de más de una década que existe entre que una especie se registra como amenazada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) hasta que se toman medidas de protección desde el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
El banteng (Bos javanicus) es una especie de bovino originaria del sureste asiático. Se estima que actualmente tan solo quedan entre cuatro y ocho mil individuos, y la cifra desciende. Está registrado en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) desde 1986 como especie vulnerable y desde 1996 como especie en peligro de extinción. Aun así, este animal no esta protegido contra el comercio internacional.
La Lista Roja es el inventario más completo que existe sobre la conservación de las especies y es elaborada por la IUCN, la máxima autoridad a la hora de clasificarlas según el riesgo de extinción. Sin embargo, las medidas de protección corren a cargo de otras organizaciones, como el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que regula su tráfico. Y he aquí el problema, que se expone en un reciente artículo publicado este viernes 15 de febrero en Science: hay un gran espacio de tiempo entre que una especie entra en la Lista Roja como amenazada y se plantea un plan de protección desde la CITES.
El banteng, entre otras especies, lleva décadas en la Lista Roja como especie amenazada y aún la CITES no se ha hecho cargo de su protección contra el comercio internacional. Los autores desconocen el motivo de este retraso. Han estudiado 958 especies amenazadas según la Lista Roja y 271 de ellas —casi un tercio— carecen de la protección por parte de la CITES. Además, haciendo cálculos, el promedio de tiempo entre que una especie entra en la Lista Roja y es protegida por la CITES es de unos 10,3 años, pudiéndose alargar hasta más de tres décadas en el caso anteriormente ilustrado del banteng. Este lapso constituye un grave problema para la supervivencia de las especies más amenazadas, sobre todo teniendo en cuenta que la comercialización internacional es una de las mayores causas de extinción. Los autores lo tienen claro, y proponen que se implanten casi automáticamente las decisiones sobre el comercio internacional de las especies amenazadas de la IUCN en la CITES, y viceversa, para poder protegerlas lo más pronto posible.
Un equipo internacional y multidisciplinar coordinado desde el Instituto de Química de Materiales y el Medio Ambiente de Poitiers ha hallado restos fósiles de motilidad datados en más de dos mil millones de años, más temprano de lo que se creía anteriormente.
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Un estudio revela el retraso medio de más de una década que existe entre que una especie se registra como amenazada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) hasta que se toman medidas de protección desde el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).