Un nuevo dinosaurio con vértebras en forma de corazón
Hallan una nueva especie de titanosaurio del Cretácico medio en Tanzania, Mnyamawamtuka moyowamkia, del cual se han rescatado huesos de todas las regiones corporales importantes, incluidas unas llamativas vértebras con forma de corazón. Su descubrimiento aporta nuevas nociones sobre la evolución de los dinosaurios y sus ecosistemas.
Ni los dinosaurios se libran de San Valentín. Un día antes de la fecha, este miércoles 13 de febrero, la revista PLOS ONE publicó la descripción de un nuevo dinosaurio con vértebras con forma de corazón, entre otras características. Se trata ni más ni menos que de un titanosaurio, un género de saurópodos muy presente sobre todo a finales del Cretácico, hace setenta millones de años.
A esta especie, desenterrada ya en 2004, se la ha bautizado con el nombre de Mnyamawamtuka moyowamkia. En suajili Mnyamawamtuka quiere decir «bestia de Mtuka» —haciendo referencia al río Mtuka, al suroeste de Tanzania, donde se hallaron los restos— y moyowamkia «corazón de la cola» por la forma de las vértebras caudales medias. Se han conseguido conservar restos parciales de cada región corporal importante para el estudio del animal. Aparte de las características vértebras, también se han recopilado costillas, huesos de las extremidades, partes de la pelvis y dientes.
El estudio filogenético sitúa a esta especie cerca del origen de los litostrotios, un clado de dinosaurios que vivieron desde el Cretácico inferior hasta el Cretácico superior y donde se incluyen a la mayoría de los titanosaurios. Por lo tanto, los autores concluyen que esta especie recién identificada representaría una etapa temprana en la evolución de los titanosaurios.
Por otro lado, resulta sorprendente el lugar del hallazgo. La mayoría de los restos de titanosaurios han sido encontrados en Sudamérica y poco a poco se va viendo que este clado también se extendía por el continente africano. Esta conexión nos revela un nuevo punto de vista sobre la historia de estos dinosaurios y sobre los ecosistemas cretáceos, según este estudio.
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