Un nuevo estudio pone fecha y lugar a la extracción de las piedras azules que forman parte del monumento megalítico de Stonehenge. Concretamente, se extrajeron hace cinco mil años en dos canteras de Gales, a casi tres cientos kilómetros de distancia de su ubicación actual. Pero ¿por qué las transportaron desde tan lejos?
Stonehenge es, sin duda alguna, el monumento neolítico más famoso del mundo. Fue erigido entre el 3100 a. C. y el 2000 a. C. en un punto cercano a la localidad inglesa de Amesbury, en el condado de Wiltshire. Han sido muchos los expertos que se han acercado al conjunto megalítico para desenmascarar los misterios que cobija sobre su creación. Este lunes 18 de febrero, un nuevo estudio publicado en Antiquity desvela nuevos datos que añaden más preguntas sobre esta enigmática construcción.
Arqueólogos y geólogos del University College de Londres, junto a investigadores de otras instituciones, centraron su trabajo en las piedras azules de Stonehenge: cuarenta y dos piedras que se distinguen de las demás por ser más pequeñas y estar hechas de arenisca de un tono azulado. Llevaron a cabo excavaciones durante ocho años en dos canteras de las colinas de Preseli —Carn Goedog y Craig Rhos-y-felin—, en el oeste de Gales, que les confirmaron que las extracciones tuvieron lugar en estas dos ubicaciones. Por un lado, Carn Goedog fue la fuente de dolerita manchada, una roca ígnea, azulada y con manchas blancas. Por el otro, en Craig Rhos-y-felin se extrajo el tipo de riolita —otra roca ígnea— que también forma parte de Stonehenge.
Ambas canteras estaban formadas por pilares verticales naturales. Para que los antiguos neolíticos pudiesen haber extraído la roca para la construcción del monumento megalítico, debían de haberse valido de cuñas para abrir las diaclasas —grietas de la roca en las que no hay desplazamiento de los bloques— de cada columna. Lo impactante de este hallazgo es que estas canteras se encuentran a una distancia considerable de Stonehenge: ¡a casi tres cientos kilómetros! ¿Cómo lo hicieron para trasladar estas piedras desde tan lejos? Por lo que parece, Stonehenge sigue guardando secretos para sí, pero ¿no son los misterios que guarda lo que lo hacen más bello?
Identifican un nuevo satélite de Neptuno, de treinta y cuatro kilómetros de diámetro, al que han bautizado como Hipocampo. Podría tratase de un fragmento de Proteo, la segunda luna más grande del planeta, lo que respaldaría la teoría de que los gigantes gaseosos han sufrido frecuentes impactos de cometas.
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En poco más de dos semanas, investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han logrado generar organoides que se asemejan al riñón de un embrión humano durante el segundo trimestre de gestación. Estos miniórganos parecen ser capaces de conectarse a la red vascular del organismo donde se trasplantan, por lo que resulta un gran avance en el campo de la medicina regenerativa y en el de la experimentación.
Un nuevo estudio pone fecha y lugar a la extracción de las piedras azules que forman parte del monumento megalítico de Stonehenge. Concretamente, se extrajeron hace cinco mil años en dos canteras de Gales, a casi tres cientos kilómetros de distancia de su ubicación actual. Pero ¿por qué las transportaron desde tan lejos?