Segundo caso de remisión del VIH tras un trasplante de células madre
Tras un trasplante de células madre para tratar un linfoma, un paciente de VIH lleva dieciocho meses libre del virus y sin necesidad de tomar la medicación antirretroviral. Estos hechos sugieren que el primer paciente en el que se vio esta remisión y que continúa once años después sin rastro del virus no es un caso aislado.
Esta es la historia de un hombre de Gran Bretaña al que le diagnosticaron una infección de VIH en el 2003. Un virus que portan casi cuarenta millones de personas en todo el mundo y que en 2017 se llevó a casi un millón por delante. Pero parece que ese no es, ni mucho menos, el destino de nuestro protagonista.
En el 2012 se le detectó un linfoma de Hodgkin —un cáncer del tejido linfático—, y cuatro años después se le sometió a un trasplante de células madre hematopoyéticas como parte del tratamiento. Las células del donante presentaban la mutación CCR5Δ32 en las dos copias del gen. Esta alteración genética afecta a la proteína CCR5 de los linfocitos T CD4, la proteína de superficie que utiliza el virus de la inmunodeficiencia humana para entrar en estas células del sistema inmunológico. Pero, al portar esta mutación, el VIH no es capaz de infectarlas, por lo que resulta una vía terapéutica bastante prometedora para frenarlo.
Dieciséis meses después, los médicos decidieron interrumpirle el tratamiento antirretroviral y, tras dieciocho meses desde entonces, el virus permanece indetectable por las técnicas de análisis más sensibles de las que se disponen hoy en día. Ya no hay rastro de él, cuando lo habitual es que reaparezca cuatro semanas después de retirar la medicación.
De esta manera, este se ha convertido en el segundo caso de remisión del VIH, y así lo reporta la revista Nature este martes 5 de marzo. El primero fue en 2009: Timothy Ray Brown, de Berlín, y que ya cuenta con once años libre del virus. A él también se le trasplantaron células con la misma mutación, pero es que Brown también presentaba de por sí esta alteración en una de las dos copias del gen. Además, la terapia previa al trasplante fue más agresiva en el primer caso y requirió dos intervenciones consecutivas, mientras que al paciente de Gran Bretaña solo se le procedió un único trasplante.
Los autores del estudio, liderado por el University College de Londres, pero en el que también han participado otras instituciones como el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el University Medical Center de Utrecht, destacan que no se trata de una curación, sino de una remisión. Aun así, recalcan que es un logro más que nos acercan al desarrollo de un tratamiento definitivo para la infección del VIH. Seguramente la solución no sea algo tan agresivo como un trasplante, pero poco a poco vamos viendo diferentes mecanismos con los que hacerle frente.
Tras un trasplante de células madre para tratar un linfoma, un paciente de VIH lleva dieciocho meses libre del virus y sin necesidad de tomar la medicación antirretroviral. Estos hechos sugieren que el primer paciente en el que se vio esta remisión y que continúa once años después sin rastro del virus no es un caso aislado.
Los restos fósiles de lípidos que se atribuían a las demosponjas —posiblemente la clase más antigua de animales— fechaban la aparición de este reino entre 635 y 541 años atrás. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que estos lípidos también los producen los rizarios, uno de los grupos principales de protistas, por lo que los primeros animales debieron haberse desarrollado más tarde.
Un nuevo macroestudio revela que cuanto más efecto ejerce la actividad humana sobre las comunidades de chimpancés, pierden más capacidad para reproducir conductas culturales. Acciones como usar musgo como una esponja para beber o preparar ramas para pescar termitas pueden llegar a perderse y, de esta manera, poner en riesgo la supervivencia de la especie.
Hallan una molécula pequeña que es capaz de impedir que el virus de la gripe infecte las células. Se ha probado con éxito en células de ratones y humanas en cultivo, y administrada oralmente a ratones expuestos a dosis letales de este virus.