Principia

En los ratones, la administración de antibióticos produce que se debilite la acción protectora del tejido que envuelve a los pulmones, dando lugar a que resulten más afectados por el virus de la gripe. En el caso de que no se administrase el antibiótico, los investigadores han detectado que la microbiota intestinal genera una respuesta que hace que se active la proteína interferón gamma en el epitelio que recubre los pulmones, creándose una especie de escudo protector a la invasión de los virus. Así mismo inducirían la actuación de otras proteínas que evitarían la multiplicación del  virus de la gripe en los pulmones.

El estudio  publicado en la revista Cell Reports explica el proceso realizado para la investigación: a los ratones usados para el estudio se les infectó por vía intranasal del virus Influenza A. Parte de ellos fueron medicados  7 días antes con un coctel de antibióticos, mientras que a la otra parte no se les administró ningún tratamiento. Después de 12 días se observó que un 80% de los ratones a los que no se les había administrado antibióticos superaron la infección. Pero aquellos a los que se les había tratado con los antibióticos anteriormente fueron más sensibles a la infección y sólo un 30% sobrevivió. Además, comprobaron que sus bacterias intestinales se habían reducido.

A los ratones tratados con antibióticos que sobrevivieron a la infección los científicos les realizaron un trasplante  fecal con muestras de ratones sanos. Comprobando que los efectos de los antibióticos eran reversibles. De esta forma se consiguió restablecer las poblaciones bacterianas del intestino, consiguiéndose al mismo tiempo reconstituir la respuesta de defensa de las células epiteliales pulmonares ante una invasión vírica.

En la investigación liderada por el Instituto Francis Crick de Londres junto con otras universidades  de Alemania, Estados Unidos y Australia se llama la atención sobre el mal uso de los antibióticos en patologías que son víricas, como la gripe, por no ser adecuado ya que es un fármaco para aplicación en infecciones bacterianas. Según los datos estimados, entre el año 2000 y el 2015 el consumo de antibióticos en todo el mundo ha aumentado un 65%. Muchos de éstos  van asociados a inadecuados tratamientos de enfermedades asociados a virus o polución. Como consecuencia de este mal uso, no solo se incrementa la probabilidad de aparición de baterías resistentes sino que aumenta la predisposición de los pacientes a padecer infecciones por influenza más severas debido a que se reduce la resistencia del epitelio pulmonar a los virus.

Fuente: K. C. Bradley et al. 2019. Microbiota-driven tonic interferon signals in lung stromal cells protect from influenza virus infection. Cell Reports