Encontrado en Grecia el cráneo fósil más antiguo fuera de África
La datación y reconstrucción de los cráneos fósiles encontrados en una cueva griega en los años setenta, permite datar la presencia de humanos fuera de África hace 210 000 años. Lo cual implicaría la salida del Homo sapiens de África antes de lo que se sabía hasta ahora.
Los dos cráneos fósiles que se encontraron en la cueva Adipima, en el sur de Grecia, en los años setenta habían permanecido sin estudiar por estar incompletos, y desconocerse su contexto arqueológico asociado ni tenerse clara su cronología. Para conocer de forma más clara la estructura del cráneo se han utilizando métodos de reconstrucción virtuales. Mediante un análisis comparativo de anatomía y morfología se ha podido identificar los rasgos de los cráneos, y para la datación se han usado métodos de radiometría. Los resultados obtenidos muestran que los cráneos poseen diferentes rasgos: el cráneo Apidima 2, según se ha denominado, data de hace 170 miles de años y posee una morfología neandertal. En cambio Apidima 1, data de hace unos 210 miles de años con una mezcla de rasgos de humanos modernos y primitivos dentro de la morfología de Homo sapiens.
En Apidima 1 la combinación de rasgos ancestrales y modernos y la forma del cráneo encaja con que se trate de un miembro de los primeros humanos modernos. Siendo, por tanto, el representante conocido más antiguo de Homo sapiens en Eurasia. A partir de ahí se puede afirmar que los primeros humanos modernos se empezaron a dispersar fuera de África mucho antes de lo que se conocía hasta ahora. Además sugiere que el contacto con el linaje neandertal habría ocurrido durante el Pleistoceno medio, como indican las evidencias de ADN antiguo encontrado.
Los investigadores pertenecientes a instituciones de Alemania, Grecia, Australia y Gran Bretaña sugieren por los resultados obtenidos que durante el Pleistoceno medio en la zona estuvieron presentes dos poblaciones de humanos diferentes: primero una población de Homo sapiens primitivos, seguida de una población neandertal. Lo cual apoya la teoría de que se produjeron múltiples dispersiones de humanos fuera de África y destaca los complejos procesos demográficos que caracteriza la evolución humana en esa época.
El estudio publicado en la revista Nature revela que la población temprana de Homo sapiens perduró durante varios miles de años en Grecia pero no sobrevivió. Los investigadores sospechan que podría haber sido una población pequeña a la que le habrían afectado acontecimientos dramáticos o estar sometidos a la presión de la llegada de otros grupos a la zona.
Hasta ahora el fósil humano más antiguo encontrado fuera de África era un fragmento de mandíbula encontrado en la cueva de Misliya en Israel perteneciente a un Homo sapiens cuya datación daría una edad de entre 175 000 y 200 000 años.
El sureste europeo es considerado como el mayor paso para la dispersión de humanos, así como uno de los principales refugios de las glaciaciones europeas. De ahí que las pruebas recogidas en esta región sean más diversas que las encontradas en zonas aisladas y menos hospitalarias de Europa. Reflejando este hecho la complejidad de repetidas dispersiones, supervivencias tardías y mezcla de grupos de humanos. Es por ello que el descubrimiento de los cráneos fósiles encontrados en Apidima sea de los más importantes de esa zona.
Referencia
Katerina Harvati et al. 2019. Apidima Cave fossils provide earliest evidence of Homo sapiens in Eurasia. Nature.
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La datación y reconstrucción de los cráneos fósiles encontrados en una cueva griega en los años setenta, permite datar la presencia de humanos fuera de África hace 210 000 años. Lo cual implicaría la salida del Homo sapiens de África antes de lo que se sabía hasta ahora.