Principia

Los murciélagos pueden detectar a sus presas moviéndose en la oscuridad de un bosque emitiendo sonidos y recibiendo el eco. El problema se presenta cuando en esa situación de oscuridad la posible presa está posada sobre una hoja sin moverse ni hacer ruido.  Las ondas emitidas por los murciélagos se reflejan fuertemente en las hojas, sin apenas apreciarse los ecos producidos por los insectos que puedan estar en ellas. De ahí, que durante mucho tiempo los científicos pensarán que no era posible para los murciélagos percibir a los insectos en estas condiciones.

Según el estudio realizado por el Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá, los murciélagos pueden detectar a los insectos posados en las hojas según el ángulo en que se ha emitido el sonido. Si al aproximarse el murciélago a la hoja se emite el sonido en ángulos superiores a 30 grados las ondas de ecolocalización reflejadas permiten la detección del insecto. En este caso la hoja actúa de la misma forma que un lago refleja  el paisaje que lo rodea con la luz del atardecer o anochecer.

Para llegar a estas conclusiones los investigadores realizaron experimentos en lo que se emitían ondas sonoras con frecuencias correspondientes a las llamadas de los murciélagos en más de 500 posiciones diferentes. Tanto en situaciones en las que la hoja tenía un insecto en reposo o no. De esta forma pudieron tener una representación tridimensional de cómo se distribuían los ecos, según el ángulo de emisión del sonido al aproximarse los murciélagos a las hojas. Los resultados fueron que el ángulo de acercamiento debía encontrarse entre 42 y 78 grados para poder notar la existencia de un insecto.

Para comprobar si estas conclusiones eran acertadas el equipo estudió murciélagos salvajes en la estación de investigación de STRI en Isla Barro Colorado en Panamá  usando hojas artificiales con insectos. En el estudio de las aproximaciones grabadas con cámaras de alta velocidad, se encontró que un 80 por ciento de los ángulos de aproximación se encontraban dentro del rango estimado para poder percibir a los insectos posados en las hojas.

Según los investigadores, que han publicado su investigación en la publicación Current Biology, estas conclusiones tienen importancia no sólo en aplicaciones de ecolocalización sino también en los campos de la ecología sensorial y la evolución.

Referencia: Geipel, I. et al. 2019. Bats actively use leaves as specular reflectors to detect acoustically camouflaged prey. Current Biology.
Fuente: STRI