Nuestra postura vertical podría haberse originado en un ancestro común de humanos y grandes simios que vivirían en Europa, y no en África como se creía hasta ahora. Esta es la conclusión alcanzada por una investigación internacional liderada por la Universidad de Tübingen, Alemania.
Los investigadores han descubierto fósiles en el sur de Alemania, en la región de Allgäu en Baviera, pertenecientes a un simio desconocido hasta hace pocos años. De los restos encontrados se deduce que sus movimientos estarían adaptados tanto a andar de forma bípeda, como a escalar utilizando las cuatro extremidades. Los fósiles del simio llamado Danuvius guggenmosi han sido numerosos, ya que se han encontrado huesos fósiles pertenecientes a al menos cuatro miembros: un macho, dos hembras y un juvenil. Se data que vivieron hace unos 11.6 millones de años, varios millones de años antes de lo que se pensaba sobre el desarrollo de la postura vertical en los simios.
Recreación artística del aspecto de un macho de Danuvius guggenmosi. Velizar Simeonovski
Del análisis de los restos fósiles encontrados, los investigadores ha podido evidenciar que estos simios poseían unos brazos alargados y en los pies dedos gordos oponibles, que les permitían agarrar ramas grandes y pequeñas de forma segura. Lo cual sugiere que estos simios escalaban los arboles con las extremidades extendidas, lo que conlleva que la postura bípeda se habría desarrollado primero en un contexto arbóreo antes que en el suelo.
Los investigadores también encontraron similitudes con la estructura ósea humana en las vértebras, tibias y codo que poseían los Danuvius. De la morfología de estos huesos fósiles se ha podido llegar a la descripción anatómica de los Danuvius guggenmosi. Tenían una estatura de algo más de un metro con características mixtas de bípedos y simios que se cuelgan: extremidades alargadas, tórax ancho, columna lumbar alargada, y cadera y rodillas extendidas.
El estudio publicado en la revista Nature provoca un replanteamiento tanto de la evolución bípeda en los simios con respecto a las teorías que se tenían hasta ahora, como de la característica definitoria de los homínidos: su habilidad para andar de forma vertical.
Sistemas basados en el uso de materiales con capacidad de aislamiento y transmisión de radiación infrarroja permiten conservar alimentos sin necesidad de electricidad.
A partir de la estructura de la toxina de la especie Staphylococcus aureus se han podido conseguir dos proteínas sintéticas que eliminan bacterias Gram-positivas y negativas sin generar resistencia.