La misión dirigida por la Agencia Espacial Japonesa, JAXA, fue lanzada a finales del 2014 para llegar dos años y medio después al asteroide Ryugu con la intención de estudiar su composición. El asteroide posee un diámetro de un kilómetro y una forma parecida a la de una peonza. Está situado entre las órbitas de Marte y La Tierra a una distancia media de unos dieciocho millones de kilómetros del Sol. Su composición se considera que es similar a la de los meteoritos llamados condritas carbonáceas, que se han encontrado en la superficie de nuestro planeta y que están formados de minerales con compuestos orgánicos y agua.
Estudiar las muestras recogidas de Ryugu ayudará a los investigadores a valorar la posibilidad de que los compuestos orgánicos que han hecho posible la vida en nuestro planeta tengan un origen extraterrestre, procediendo de meteoritos primitivos que aportaron estos componentes iniciales necesarios. Ya que todavía se valora que parte de las condritas carbonáceas halladas en la superficie terrestre se hayan contaminado en nuestro planeta en lugar de tener esa composición originaria.
Recreación de la sonda Hayabusa2 en su acercamiento a la superficie del asteroide Ryugu. JAXA.
Además la misión proporcionará con las muestras recogidas una información muy valiosa sobre la posibilidad de aprovechamiento de los asteroides como fuentes de recursos minerales en la llamada, minería de asteroides en un futuro no muy lejano.
La sonda Hayabusa2 se posó en el asteroide el pasado febrero de este año disparando un proyectil sobre la superficie para recoger las rocas y otras partículas desprendidas en el impacto. Posteriormente se alejó para lanzar un explosivo con el fin de crear un cráter y poder extraer materiales del subsuelo, recogidos por la sonda al posarse de nuevo en la superficie de Ryugu. Consiguiendo ser la primera misión que recoge muestras del subsuelo de un asteroide.
El pasado 13 de noviembre emprendió el regreso a nuestro planeta a una velocidad de menos de 10 centímetros por segundo en la separación de la superficie del asteroide. No será hasta finales del año 2020 cuando la capsula de reentrada haga llegar a la Tierra las muestras recogidas.
Realizado un recuento de las poblaciones microbianas del giro del pacífico sur, zona de difícil acceso por su localización geográfica. Hallándose muy bajas poblaciones y adaptaciones de los organismos debido a la alta radiación solar de la zona y a escasez de nutrientes.