Principia

Nuestras manos son el primer medio de interacción con el entorno, y su uso define una organización neuronal que es fundamentalmente asimétrica: mientras la mayoría de los individuos pueden realizar tareas motoras sencillas con las dos manos igual de bien, solo unos pocos individuos pueden llevar a cabo tareas motoras complejas y finas con las dos manos al mismo nivel de desarrollo. La razón de porqué este fenómeno es tan escaso aún no se conoce bien. Los baterías profesionales representan una población única para estudiar este hecho, ya que poseen marcadas habilidades para realizar complejas tareas motoras con sus extremidades de forma independiente.

Científicos alemanes de la Universidad del Ruhr de Bochum y de la Universidad de Duisburg-Essen han descubierto que en personas que se dedican a tocar la batería de forma profesional existen conexiones más eficaces en el cuerpo calloso del cerebro. Parece ser que esta práctica musical provoca un desarrollo neuronal más eficiente de la zona cortical motora así como una conexión más fuerte entre la estructura comisural, que conecta ambos hemisferios, y los parámetros bioquímicos asociados con la inhibición motora. Es decir hay una mayor conexión entre ambos hemisferios cerebrales, además de ser más rápido el intercambio de información.

Las conclusiones de la investigación se han publicado en la revista Brain and Behavior. El estudio se ha realizado mediante el análisis de resonancias magnéticas de 20 individuos con una experiencia como baterías de unos 17 años y una práctica de más de 10 horas a la semana. En comparación con las resonancias de 24 personas más sin experiencia musical. Las imágenes muestran  haces de fibras más gruesas en el área responsable de la planificación motora en el cuerpo calloso del cerebro. De hecho, los baterías profesionales poseían menos fibras en la zona pero más gruesas.

Según los investigadores las conclusiones muestran que un aprendizaje a largo plazo de tareas motoras complejas pueden conducir a una reestructuración sustancial en las redes corticales motoras del cerebro, lo cual posee implicaciones interesantes para aplicaciones clínicas en pacientes con desordenes motores.

Referencia: Schlaffke et al. 2019. Boom chack boom. A multimethod investigation of motor inhibition in profesional drummers. Brain and Behavior