#EfeméridesPrincipia

08 Enero

Fallece Galileo Galilei

Por Bernardo Herradón

El 8 de enero de 1642 fallecía Galileo Galilei en Arcetri, Toscana (Florencia) (1564-1642). Galileo Galilei es una de las figuras claves de la historia de la Ciencia, pudiéndosele considerar el primero que aplicó el método científico experimental-matemático. Realizó experimentos y observaciones cuidadosas en cinemática (son famosos sus estudios sobre la trayectoria de proyectiles) y dinámica (cabe señalar sus cuidadosos experimentos con planos inclinados), estableciendo la primera ley de la Dinámica (que posteriormente recogerá y refinará Newton en sus Principia); y en Astronomía, con la que pudo apoyar de manera inequívoca la teoría heliocéntrica.

Galileo era un apasionado de las Matemáticas. De hecho, su profesión oficial fue como profesor de Matemáticas en las universidades de Pisa, donde había nacido, Padua y Florencia y pensaba que “las Matemáticas es el lenguaje con el que Dios ha escrito el Universo”. Por ello, con Galileo empezó la matematización de la Ciencia.

Desde 1609, Galileo realizó importantes observaciones astronómicas que confirmaban la visión copernicana del Sistema Solar. Para ello usó un telescopio (denominado refractor) que fabricó él mismo.

También podemos considerar a Galileo como un divulgador científico, en el sentido en que apostó por textos escritos en italiano en vez de en latín, lengua imperante en el mundo de la filosofía y de la ciencia. Esta etapa de la ciencia se puede considerar que empezó en 1613 con la publicación de un texto sobre “Manchas solares”, al que siguió los impactantes “Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, el ptolemaico y el copernicano” (1632) y “Dos nuevas ciencias” (1638). Con estas obras Galileo hizo accesible a todo el mundo ideas que estaban en contra de la religión católica, como que la Tierra no es el centro del Universo y de que nos movemos alrededor del Sol, como un planeta más. La publicación de estas obras le hicieron tener problemas con la Inquisición, desde 1615; y especialmente la obra de 1632 lo conduce a la última y definitiva comparecencia ante el Santo Oficio, el 22 de junio de 1633, que lo condena a adjurar de sus descubrimientos y a vivir encerrado hasta el fin de sus días. De este juicio surge la famosa frase Eppur si muove; que, independientemente de que sea cierta o leyenda, refleja muy bien la situación del científico frente al poder político y religioso.