Los efectos del cambio climático no sólo tienen como consecuencias el aumento global de la temperatura, cambios en el régimen de las lluvias o en la agricultura. Otro efecto, apenas considerado, es la repercusión en los suministros de energía en las ciudades. Las energías renovables son generadoras de electricidad en función de la disponibilidad del agente que las produce: en general los más usados el viento y el sol. Pero en su ausencia, son las fuentes de energía tradicionales las que completan la demanda de los usuarios.
Según una investigación en la que se valoran los desequilibrios entre la demanda energética y la disponibilidad de ésta, se ha obtenido que los fenómenos climáticos extremos podrían reducir la fiabilidad del suministro de energía en un 16%, lo que provocaría apagones en las ciudades.
Las energías renovables se verán afectadas por el cambio climático, a pesar de que su uso pretende reducirlo.
A pesar de que el impacto potencial específico de los eventos extremos en los sistemas energéticos es difícil de cuantificar, debido a la imprevisibilidad de los fenómenos climáticos futuros. Los científicos han desarrollado un método que permite valorar la influencia de variaciones de bajo impacto y eventos extremos en el sector energético. Según los cálculos realizados en 30 ciudades de Suecia, y teniendo en cuenta 13 posibles escenarios de cambio climático. El modelo arroja que debido a las variaciones climáticas, la diferencia entre la capacidad de producción de la energía renovable y la demanda supondrá un descenso de la autonomía del sistema de hasta un 34%. Lo que podría desencadenar en una bajada del suministro eléctrico, y por tanto daría lugar a apagones.
Según explican los investigadores, la descompensación entre producción y demanda en las ciudades conllevará grandes costes económicos para las ciudades, ya que dos tercios de la energía primaria se consumen en las ciudades, lo que representa unos 3 500 millones de personas en la actualidad. Cantidad que se incrementará en un futuro cercano: según las estimaciones en 2050 la mitad de la población mundial vivirá en ciudades.
La solución que plantean los investigadores pasa por elaborar planificaciones energéticas por parte de las autoridades junto con científicos expertos. Al mismo tiempo que los ciudadanos deben implicarse reduciendo su consumo, sobre todo cuando se produzcan fenómenos extremos.
Las bacterias Lactobacillus pentosus presentes en las aceitunas proliferan durante el proceso de curación en salmuera, haciendo más patentes sus efectos sobre los metales pesados.