Desde 1940 se predijo de forma teórica la existencia de estrellas que tuvieran oscilaciones modificadas y hace más de 30 años se consideró que era posible que el eje de pulsación de una estrella coincidiera con la misma dirección que las fuerzas de marea que se producen entre estrellas por la interacción gravitatoria.
Un grupo internacional de investigadores liderado por el Centro Astronómico Nicolas Copernicus en Polonía, y participación del Instituto de Astrofísica de Canarias, han observado por primera vez un sistema binario en el que una de sus estrellas tiene oscilaciones en uno de sus hemisferios. Se ha estimado que la estrella tendría unas 1.7 veces la masa del Sol. En el sistema binario la atracción gravitatoria de la compañera −de tipo enana roja− provoca que tenga pulsaciones solo en uno de sus lados, generando una forma ovoide. Este sistema binario se encuentra a unos 1 500 años luz de la Tierra, y posee un periodo orbital de menos de dos días.
Astrónomos amateurs que suelen estudiar los datos que proporciona el satélite TESS de la NASA fueron los que llamaron la atención sobre la variación de brillo este sistema binario.
Los investigadores al observar el sistema binario se dieron cuenta de que la variación de brillo dependía del ángulo de observación y de la situación de la estrella en el sistema binario: al girar entre sí las estrellas, la posición de la estrella pulsante cambiaba mostrando los dos hemisferios en un giro completo del sistema. Lo que permitió observar el cambio de brillo del sistema y demostró las oscilaciones en un solo hemisferio de la estrella pulsante, cuando éste se encontraba en la dirección de observación del telescopio.
El estudio se ha publicado en la revista Nature Astronomy. Los investigadores afirman que el sistema no tiene ninguna característica especial añadida, con lo que sería posible encontrar más sistemas binarios similares en el futuro.
Las nanoestructuras que poseen las escamas de las alas, permiten que se disipe el calor en cantidades distintas en una misma ala. El descubrimiento se podría aplicar para el diseño de materiales que disiparan con facilidad el calor.
La proteína pTau181 se encuentra en concentraciones más altas en enfermos de Alzheimer frente a los enfermos de demencia frontotemporal, que presentan niveles similares a los de las personas sanas.
Según un estudio la población de abejorros disminuye drásticamente en zonas en las que existe un aumento de temperatura, pudiendo llegar a extinguirse en muchas regiones del planeta.