Hasta ahora se habían hecho experimentos en los que usando ultrasonidos −sonidos cuyas frecuencias están por encima de las que puede percibir el oído humano− que se propagaban en el aire se pretendía el acceso a móviles ajenos. Ya que los micrófonos de los móviles pueden captar y registrar estas altas frecuencias. Los mayores inconvenientes que era necesario salvar se debían a la necesidad de que hubiese poca distancia a los dispositivos y no tener obstáculos intermedios.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad de Nebraska-Lincoln y la Academia de Ciencias de China, han descubierto que las ondas de ultrasonidos pueden atravesar materiales sólidos para poder acceder a móviles y activar sus sistemas de reconocimiento de voz.
En el experimento se utilizó un transductor piezoeléctrico (PZT), para convertir señales eléctricas en ultrasonidos y un generador de forma de onda para generar las señales correctas, a las órdenes que se pretendían dar. Se usaron en los ultrasonidos comandos sencillos para los asistentes de voz, como hacer selfies, leer mis mensajes o hacer una llamada. En todos los casos se pudieron activar los teléfonos que estaban apoyados en la superficie que recibía los ultrasonidos. Además, este sistema no solo puede acceder al teléfono sino también recibir información de éste. Así, se pudo pedir al asistente del teléfono bajar el volumen, hacer una llamada y solicitar un código incluido en un mensaje.
Se realizaron experimentos en superficies de mesas hechas de madera, metal, vidrio, teniendo en todos los casos posibilidad de acceso a los teléfonos. Además, se probaron diferentes posiciones para cambiar la orientación del micrófono y pusieron objetos encima de las superficies para atenuar las ondas. Se comprobó que en todos los casos fue posible el ataque a los teléfonos móviles mediante los ultrasonidos, hasta una distancia de nueve metros.
También se hizo un análisis de la capacidad de ataque de teléfonos móviles de diferentes modelos de marcas comerciales. Se usaron 17 modelos de marcas como Apple, Samsung, Motorola, Xiaomi y Huawei que usaban Google Assistant o Siri. La gran mayoría de los teléfonos usados pudieron ser controlados por ultrasonidos.
Los investigadores pretenden llamar la atención sobre esta vulnerabilidad de lo móviles ante estos potenciales accesos mediante ultrasonidos. Y proponen algunos cambios para proteger contra estos ataques en el diseño de los teléfonos móviles, como cambiar la ubicación del micrófono para reducir o amortiguar la recepción de los ultrasonidos. Y añaden, que una sencilla protección de las ondas de ultrasonidos sería apoyar el teléfono en superficies cubiertas de tela.
Estos resultados se presentaron en el Simposio de seguridad de redes y sistemas distribuidos (NDSS) en San Diego, California el pasado mes de febrero.
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