A pesar de que se han realizado investigaciones que apoyan la acción de la sal como activador de la respuesta inmunitaria en diversos contextos un nuevo estudio ha determinado lo contrario.
Investigadores alemanes, principalmente de la Universidad de Rheinische Friedrich Wilhelm en Bonn, han realizado un estudio sobre las consecuencias inmunológicas de una dieta con niveles altos en sal. Según los resultados obtenidos, las altas cantidades de cloruro de sodio en la dieta desencadenan una pérdida de la actuación de los neutrófilos, células del sistema inmunológico, sobre las bacterias. Por lo que sería más fácil el desarrollo de infecciones bacterianas.
La investigación se realizó tanto en ratones como en humanos. En los ratones se inyectó una bacteria Eschericha coli, que provoca pielonefritis la infección más común del riñón, para después suministrarle una dieta rica en sal. Se observó que cuando los ratones recibían una dieta con niveles altos de cloruro sódico se agravaba la pielonefritis, ya que se comprometía el desarrollo de neutrófilos, y por tanto la acción antibacteriana. En el caso de los humanos, el estudio fue con individuos sanos que se sometieron a una alimentación con altos niveles en sal durante una semana. Los resultados fueron similares a los obtenidos en los ratones: la dieta alta en cloruro sódico provocaba la escasez de neutrófilos en la sangre, favoreciendo el desarrollo de infecciones bacterianas.
Según las conclusiones obtenidas, el proceso que desencadena que no se desarrollen los neutrófilos por la acción del cloruro de sodio se debe a dos mecanismos. En el primero, al tenerse una dieta alta en cloruro de sodio, el cuerpo excreta el sodio. Por lo que los riñones realizan su función de filtrado de la sangre utilizando como sustancia de referencia la urea, en lugar del sodio. El uso de la urea daría lugar a la supresión de la funcionalidad antibacteriana de los neutrófilos. En el segundo mecanismo, al excretarse el sodio se provoca una baja producción de la hormona aldosterona en los riñones. La disminución de los niveles de aldosterona desencadena un desequilibrio hormonal que conduce a un bajo desarrollo de neutrófilos, y por tanto una baja respuesta inmunitaria.
En la investigación, que ha sido publicada en la revista Science Translational Medicine, se advierte de la atención que hay que prestar a los niveles de sal que se ingieren en la dieta. Ya que una bajada de la protección frente a infecciones bacterianas, es otro argumento que se añade a los riesgos ya conocidos para la salud una dieta alta en sal.
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