Investigadores del Grupo de Datos, Innovación y Ciencia Swarm (DISC) están utilizando datos de la constelación de satélites Swarm, de la ESA, para estudiar la variación que está experimentado la anomalía magnética del Atlántico Sur. Los resultados obtenidos demuestran que, en la última década, la extensión de la anomalía se ha ampliado entre Sudamérica y áfrica, así como ha aparecido de segundo centro de baja intensidad en el suroeste de África.
En las mediciones realizadas desde 1970 se ha detectado una bajada de intensidad del campo magnético en la zona del Atlántico sur desde los 24 000 hasta los 22 000 nanoteslas, al mismo tiempo ha ido aumentando su tamaño a un ritmo de veinte kilómetros por año extendiéndose entre América del Sur y África.
Intensidad del campo magnético terrestre en nanoteslas. Créditos: ESA
Si bien a nivel de superficie no se han detectado efectos nocivos por este fenómeno, los satélites que orbitan alrededor de la Tierra al pasar por dicha zona se ven afectados por una mayor cantidad de radiación cósmica y viento solar —ya que penetra más al ser más baja la protección del campo magnético—, por lo que se tienen fallos técnicos.
Los investigadores desconocen a qué se debe el desarrollo de la anomalía del Atlántico Sur. El hecho del crecimiento de estas anomalías magnéticas y la existencia de dos zonas con valores mínimos del campo magnético implican que los procesos que dan lugar al campo magnético terrestres son más complejos de lo que hasta ahora se había supuesto.
El campo magnético protege a nuestro planeta de la radiación cósmica y el viento solar. Créditos: ESA/ATG Medialab
El modelo en el que se propone que la Tierra se comporta como un gran imán con forma de barra, es decir, un modelo dipolar simple, no puede justificar la existencia de variaciones de crecimiento de las anomalías magnéticas ni la existencia de dos mínimos.
Se espera que el uso de la constelación de satélites Swarm, diseñados para identificar y medir con precisión las señales magnéticas del campo magnético, ayuden a conocer mejor el comportamiento y procesos involucrados en el desarrollo y evolución del campo magnético terrestre.
La investigación ha estudiado los cambios en la circulación atmosférica del hemisferio Sur, originados por una cierta recuperación de la capa de ozono.