Detectada una recuperación parcial de la capa de ozono sobre la Antártida
La investigación ha estudiado los cambios en la circulación atmosférica del hemisferio Sur, originados por una cierta recuperación de la capa de ozono.
30 de Mayo de 2020
Los productos químicos emitidos en los años 80, como los clorofluorocarbonos (CFC), provocaron una pérdida de la capa de ozono. Después de que se firmada el Protocolo de Montreal, en 1987, para detener la destrucción de esta capa en la estratosfera, se esperaba que en un futuro se recuperase. Según una nueva investigación, la capa de ozono se está restableciendo en cierta medida.
El descenso del grosor de la capa de ozono en la estratosfera debido a la emisión de CFC, supuso que la circulación atmosférica sobre el polo sur se modificara. La desaparición del ozono provocó que se enfriase el aire y fortaleció los vientos del vórtice polar. Además, afectó a la circulación atmosférica en las zonas de latitud media: la corriente de chorro —una corriente que se encuentra en altura en la troposfera y rodea el hemisferio condicionando el movimiento de anticiclones y borrascas en las estaciones del año— se desplazó hacia latitudes más cercanas al polo sur y cambió los regímenes de lluvias en las zonas de latitudes templadas.
Un equipo de investigadores perteneciente al centro CIRES (Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences, en inglés) de la Universidad de Colorado han demostrado que en el año 2000 la circulación atmosférica del hemisferio Sur dejó de modificarse debido a una cierta recuperación del agujero de ozono.
El agujero de ozono el 8 de septiembre de 2019 con una extensión de más de 10 millones de kilómetros cuadrados. Créditos: NASA
Para realizar la investigación han utilizado una técnica estadística de dos pasos: detectar si es poco probable que ciertos patrones de cambios de viento observados se deban solo a la variabilidad, y de ser así, si estos cambios pueden atribuirse a causas humanas. Gracias a simulaciones por ordenador, con datos de tendencias desde 1980, se pudo concluir que la causa no podría explicarse solo por motivos naturales. Separando los efectos que producirían el descenso del grosor de la capa de ozono y el aumento de los gases de efecto invernadero, se llegó a la conclusión de que solo los cambios en la concentración en la capa de ozono explican la pausa en la tendencia de la circulación atmosférica. Aunque también se pudo comprobar que los gases de efecto invernadero contribuyen a empujar la circulación hacia el polo sur.
Vista panorámica de parte de Chile y Argentina desde la Estación Espacial Internacional. Créditos: NASA
Antes del año 2000, tanto el descenso del grosor de la capa de ozono como el aumento de los niveles de dióxido de carbono, empujaron la circulación hacia el polo Sur. Desde el año 2000, el CO2 ha continuado con dicho empuje de la corriente hacia el polo, compensando el efecto opuesto por la recuperación de la capa de ozono.
Los científicos valoran en su investigación, publicada en la revista Nature, la efectividad del Protocolo de Montreal para la recuperación de la capa de ozono. Al mismo tiempo que advierten que las tendencias que se han observado podrían cambiar debido a los efectos opuestos que ejercen la recuperación del ozono y el aumento de los gases de efecto invernadero.
La datación de la construcción sugiere que la vida en aldeas fue posterior a las celebraciones rituales en monumentos públicos en la civilización maya.
La investigación ha estudiado los cambios en la circulación atmosférica del hemisferio Sur, originados por una cierta recuperación de la capa de ozono.