Una de las alternativas que se valoran en la actualidad para las medidas de glucosa en los pacientes diabéticos es el uso de la saliva. Supondría un avance con pruebas menos invasivas, la ventaja de recoger de forma más sencilla las muestras y, en comparación con la sangre, menor manipulación durante los procedimientos clínicos. En cambio, uno de los grandes problemas que presenta es que la glucosa de los alimentos puede modificar la medición de la concentración de la glucosa salival que no se correlacionaría con la sanguínea.
Una nueva investigación ha realizado pruebas en ratones utilizando su saliva con un nuevo procedimiento de análisis. Los científicos han comparado la composición de la saliva de ratones diabéticos, no diabéticos y diabéticos tratados con insulina.
La necesidad de hacer punciones en los dedos para medir la glucemia varias veces al día, puede provocar callos en los dedos y dificultad para obtener muestras de sangre
Al realizar la comparación de las salivas de los tres grupos de ratones con la técnica ATR-FTIR, se encontraron dos biomarcadores que permitían la diferenciación de individuos sanos de los diabéticos, con una fiabilidad de más del 90 % en ambos.
Los biomarcadores, según las pruebas realizadas, muestran una alta correlación con la glucemia —variación de la concentración de glucosa en sangre— por lo que podría servir para pruebas en ese sentido.
Según las conclusiones de la investigación, que ha sido publicada en la revista PLOS ONE, esta novedosa técnica abre nuevas expectativas para controlar la diabetes, aunque antes es necesaria su validación en humanos. Además, sería necesario el desarrollo de dispositivos con ATR-FTIR pequeños y portátiles para el uso individual de los pacientes diabéticos.
La existencia de costras biológicas permite la retención de nutrientes en los suelos áridos, que tienen facilidad de perderlos por el lavado de la lluvia o la erosión.