Lo habitual en las galaxias con formación estelar intensa es que se produzcan nuevos metales y polvo en un corto periodo de tiempo en comparación con el proceso de evolución de las galaxias.
Un equipo internacional de científicos, liderado por astrofísicos del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) junto con el Instituto de Astrofísica de Canarias, han descubierto una galaxia con una intensa formación estelar y sin apenas polvo, que la hace muy luminosa en el ultravioleta.
La galaxia BOSS-EUVLG1 se clasificó, en principio, como cuásar debido a la intensa luminosidad en el rango espectral del ultravioleta y por la distancia a la que se encuentra. Por los cálculos estimados, BOSS-EUVLG1 se localiza a una distancia de dos mil setecientos millones de años luz. Sin embargo, con la ayuda de las observaciones realizadas en el radiotelescopio ALMA (Large Millimetre/submillimetre Array) en Chile y el Gran Telescopio de de Canarias, se ha podido comprobar que en realidad se trata de una galaxia con unas características peculiares: apenas existe polvo, tiene una gran cantidad de estrellas jóvenes y masivas (mucho mayor que en otras galaxias) y una baja metalicidad.
La baja metalicidad y poca cantidad de polvo indica que la galaxia se encuentra en la fase inicial de formación de las galaxias masivas, una fase transitoria excepcional para poder observarla que no se había encontrado hasta ahora. Al mismo tiempo el ritmo de formación estelar que posee es muy intenso: de unas mil masas solares al año. En comparación, la Vía Láctea tiene una tasa de formación mil veces menor, siendo treinta veces más grande que BOSS-EUVLG1. Lo cual implica un ritmo de formación estelar similar al de las galaxias infrarrojas más luminosas conocidas.
Los resultados de las observaciones se han publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Según los investigadores, la galaxia en su evolución producirá un progresivo enriquecimiento del medio interestelar con un aumento de polvo y metalicidad. Además su intensa luminosidad se estima que durará unos cien millones de años, una fase corta en la evolución de las galaxias.
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