09 Enero
El 9 de enero de 1923, el cuarto prototipo de autogiro del ingeniero español Juan de la Cierva voló con éxito por primera vez en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid)
Juan de la Cierva, ingeniero aeronáutico murciano, marcó un hito en la historia de la aviación con la invención del autogiro (sistema precursor del helicóptero). En la década de 1920, buscando superar los desafíos de vuelo vertical, de la Cierva ideó un ingenioso sistema que combinaba alas giratorias con un rotor no propulsado. Este diseño revolucionario eliminó el riesgo de estancamiento, permitiendo un vuelo más seguro y estable.
En 1923, el primer autogiro, conocido como Cierva C.1, despegó en Madrid, demostrando su capacidad para volar a velocidades extremadamente bajas sin perder el control. Este éxito inicial allanó el camino para desarrollos ulteriores.
El autogiro se diferenciaba de los helicópteros convencionales al no depender de un motor para el rotor principal, lo que lo hacía más seguro y eficiente. Juan de la Cierva continuó perfeccionando su invención, logrando el primer vuelo transoceánico en 1928 con el modelo C.8L.
El impacto del autogiro se extendió más allá de la aviación civil. Durante la Guerra Civil Española fue utilizado en misiones de reconocimiento y transporte, demostrando su versatilidad. Además, su legado persiste en diseños modernos de aeronaves de ala rotativa.
La contribución de Juan de la Cierva al mundo de la aviación no solo se limita a su genialidad técnica, sino también a su visión de hacer que el vuelo fuera accesible y seguro para todos. Su autogiro allanó el camino para la evolución continua de las aeronaves y sigue siendo una parte integral de la historia aeronáutica.