El 20 de septiembre de 2013 la NASA abandona cualquier intento de volver a contactar con la sonda espacial Deep Impact. La sonda Deep Impact fue lanzada por la NASA el 12 de enero de 2005 con el objetivo de impactar contra el cometa Tempel 1 (9P/Tempel), penetrar y obtener muestras de su núcleo para estudiar por vez primera su composición interna. También se le encargó una segunda misión: EPOXI, para el estudio de planetas extrasolares y el cometa Hartley 2 (103P/Hartley)
El 20 de septiembre de 2013 la NASA abandona cualquier intento de volver a contactar con la sonda espacial Deep Impact. El proyecto ha terminado tras varios intentos de comunicar. Pero ¿cuál era la misión de Deep Impact?
La sonda Deep Impact fue lanzada por la NASA el 12 de enero de 2005 con el objetivo de impactar contra el cometa Tempel 1 (9P/Tempel), penetrar y obtener muestras de su núcleo para estudiar, por vez primera, su composición interna.
Además, como en la NASA son unos cerebritos, aprovecharon que el Pisuerga pasa por Valladolid y, una vez terminada la misión principal, enviaron a Deep Impact a estudiar planetas extrasolares y el cometa Hartley 2 (103P/Hartley), en lo que denominaron misión EPOXI.
La misión Deep Impact se creó para estudiar la composición del núcleo del cometa y analizar su origen y formación además de averiguar si existen diferencias entre el interior y el exterior.
Pero ¿por qué hace estas cosas tan raras la NASA? Pues, resulta, que los seres humanos, curiosos como somos por naturaleza, tenemos la manía de hacernos preguntas. Y lo peor de todo: queremos respuestas. Como la pescadilla viciosa que se muerde la cola, inmersos como estamos en este círculo vicioso de preguntas y respuestas, la NASA nos echa una mano y se encarga de tratar de responder algunas de estas cuestiones vitales que todos (sí, todos, ¿no?) nos hacemos: ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?
Varias de las respuestas a cómo se formó el Sistema Solar, cómo se originaron los planetas, cometas y otros objetos, o hasta el mismísimo Sol, es decir, nuestro origen, podrían estar en el estudio de los cometas, a los que se considera una fuente potencialmente importante de moléculas orgánicas.
Existen distintas hipótesis sobre el origen de la vida y algunas de ellas apuestan por el impacto de cometas contra la Tierra como tal. Estudios de investigadores japoneses plantean la posibilidad de que se generaran moléculas orgánicas tras un impacto, siendo el hielo del cometa fundamental para generar las condiciones necesarias para generar dichas moléculas orgánicas.
En definitiva, debemos a misiones como Deep Impact la posibilidad de traernos desde el espacio la explicación a cómo hemos llegado hasta aquí, en forma regalo rocoso, polvoriento o tal vez helado, pero un magnífico regalo al fin y al cabo.
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