La misteriosa desaparición de Teresa Neele

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Una historia de sobre Agatha Christie.
En el mes de diciembre de 1926 tuvo lugar un hecho que conmocionó la vida social y literaria de Inglaterra y que, debido a la fama de su protagonista, adquirió una repercusión inusual protagonizando portadas en diarios de todo el mundo. Agatha Mary Clarissa Miller, más conocida por su alter ego literario como Agatha Christie, desaparecía sin dejar rastro, como si de una trama digna de su mejor novela se tratase. 

TEXTO POR JULIÁN ROYUELA
ILUSTRADO POR SUSIE HAMMER
ARTÍCULOS
AGATHA CHRISTIE | HISTORIA
23 de Febrero de 2017

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Alrededor de las ocho de la mañana del sábado 4 de diciembre de 1926 saltaba la voz de alarma: el coche de la reina del crimen aparecía abandonado en una cantera en la carretera de Newlands Corner, cerca de Guildford, en el sudeste de Inglaterra, con su abrigo de piel, un carné de conducir caducado y su neceser dentro.

Se rastrearon colinas, se recurrió a voluntarios para peinar la zona y se dragaron estanques. Incluso se barajaron opciones tan rocambolescas como la que se narra a continuación. En 2006, el diario The Guardian, en su versión digital del 15 de octubre, publica un artículo titulado Christie's most famous mystery solved at last en el que cuenta como Sir Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes, quiso ayudar en el caso y proporcionó a una médium un guante de la desaparecida para que el mundo sobrenatural se pronunciara sobre la ubicación de la novelista. No hubo suerte ni con los métodos tradicionales ni con los menos ortodoxos.

Sir Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes, quiso ayudar en el caso y proporcionó a una médium un guante de la desaparecida para que el mundo sobrenatural se pronunciara sobre la ubicación de la novelista.

Los días se sucedían y no se encontraba ninguna pista que ayudara a la localización de la novelista mientras la prensa situaba el foco de su desaparición sobre su marido, el Coronel Christie, aunque no señalándole necesariamente como culpable. El Coronel, acosado por los medios llegó a declarar que no creía que la escritora se hubiera suicidado pero que era perfectamente plausible que hubiera planeado y escenificado su desaparición.

Recortes de prensa de la época

¿Asesinato? ¿Secuestro? ¿Suicidio? ¿Desaparición planeada?

La resolución del misterio

En la próxima entrega. Es broma. En realidad ninguna de esas terribles hipótesis se corroboró y el misterio se resolvió de la forma más inesperada e inverosímil. El 14 de diciembre, once días después de su desaparición, un empleado de un exclusivo hotel balneario con el pomposo nombre de Swan Harrogate Hydropathic, en el condado de Yorkshire, al norte de Inglaterra, reconoció, gracias a las fotos publicadas por los diarios, a la célebre escritora que se había registrado con el nombre de Teresa Neele (no deja de ser curioso que utilizara este nombre ya que Neele era el apellido de la amante de su marido) y dio parte a la policía. Esta se puso en contacto con la secretaria de la escritora que, como no podía dejar sola a Rosalind, la hija de siete años del matrimonio Christie, avisó al señor Christie, para que viajara junto con la policía hasta el balneario para identificar la novelista.

Tras el reencuentro, en declaraciones a la prensa el Coronel Christie dijo «No hay ninguna duda respecto a su identidad. Se trata de mi mujer. Ha sufrido una perdida absoluta de la memoria y no creo que sepa quién es. No me conoce y no sabe dónde se encuentra».

Realizado el trámite, se marcharon a casa de unos amigos en Cheadle, al noroeste de Inglaterra para capear el temporal mediático.

Recortes de prensa de la época

Los médicos que la examinaron, entre ellos, un distinguido neurólogo de la universidad de Manchester, diagnosticaron una indiscutiblemente auténtica pérdida de memoria, con la recomendación de que fuera tratada por un psiquiatra. Reacia al principio, aceptó después ser tratada en terapia en la que recuperaría la memoria y con ella, parte de lo sucedido durante esos once días.

Agatha, si bien no logró recordar qué ocurrió tras el accidente de coche, sí que recordó encontrarse en la estación de Waterloo, en Londres, en donde habría visto un cartel con las bondades del balneario de Harrogate y como tenía todo el cuerpo dolorido, habría llegado a la conclusión de que allí era donde se dirigía.

Huelga decir que la prensa no quedó satisfecha con tan sucinto diagnóstico y acusó a la familia Christie de crear un engaño con fines probablemente publicitarios mientras que se había despilfarrado el dinero del contribuyente en los medios materiales y humanos que se utilizaron para su localización, entre ellos agentes de policías (presionados por el mismísimo Ministro del Interior), miles de voluntarios que rastrearon la zona y hasta medios aéreos.

Cartel de 'Desaparecida'

Janet Morgan, autora de una exhaustiva biografía para la que contó con documentos inéditos, cartas privadas, manuscritos y entrevistas a la familia Christie, cuenta como, a finales de agosto de 1926, tras unos meses taciturno, Archibald Christie, confiesa a su esposa que está enamorado de otra mujer y le pide el divorcio.

Habría que recordar que, por entonces, la principal causa de divorcio, era el adulterio, ya que no existía el divorcio de mutuo acuerdo, para lo cual el coronel Christie le habría expuesto a Agatha un extravagante plan en el que él mismo se habría registrado en un hotel con una mujer a la que habría pagado por ello y la escritora contrataría a unos detectives que los descubrirían en flagrante delito y esa prueba sería utilizada durante el juicio posterior.

La escritora quedó atónita ante lo insólito de la propuesta, lo que desencadenó el enrarecimiento de la convivencia durante los meses siguientes.La incredulidad y la negación a aceptar los hechos por parte de Agatha, que siempre confió en recuperar a su marido, junto con la muerte de su madre (a la que estaba muy unida) a principios de ese mismo año y varios problemas conyugales más propiciaron el caldo de cultivo necesario para que se sumiera en una crisis que alcanza su punto álgido la mañana del día 3 de diciembre tras una gran discusión con Archie.

El caso aparecía en las portadas de todos los diarios

Agatha se encontraba en estado de shock. Hacia las nueve de la noche, tras subir a la habitación de su hija Rosalind que dormía y despedirse de ella con un beso, cogió algunas pertenencias las introdujo en el coche y condujo sin destino concreto pero, en la carretera de Newlands Corner no logró controlar el coche y se salió de la calzada atravesando una pronunciada pendiente hasta que el coche se detuvo tras chocar con unos arbustos sobre una antigua cantera. La escritora sufrió pequeñas heridas en el rostro y una conmoción cerebral. El hecho de que en una fría madrugada de diciembre se dejara el abrigo en el coche parece indicar que quizá no era plenamente consciente de sus actos. Incapaz de arrancar de nuevo el auto para salir de allí (por entonces se hacía con manivela) llegó (no se sabe bien cómo) a la estación de Guilford donde tomó un tren a Londres. Allí compró un abrigo y algunas otras cosas y viajó también por tren hasta el balneario de Harrogate, donde se registró como Teresa Neele, de Ciudad del Cabo y en donde permaneció diez días hasta que fue descubierta llevando una vida completamente normal, desayunando en su habitación, leyendo los diarios e incluso jugando al bridge o al billar con el resto de ocupantes del hotel.

Durante el tiempo que estuvo desaparecida el dinero no supuso un problema ya que llevaba habitualmente un cinturón con varios cientos de libras ocultas en su interior para imprevistos.

El doctor y escritor Andrew Norman cree tener la solución al enigma y la publica en su libro The finished portrait. Según este, tras el accidente la escritora habría sufrido una conmoción que la habría inducido a un estado de fuga, un raro trastorno mental amnésico producido por un trauma o una depresión. El doctor Norman alega para ello que la adopción de la personalidad de Teresa Neele o el hecho de no reconocerse a sí misma al ver sus fotos en los periódicos durante su estancia en el balneario son signos de esta amnesia psicogénica. 

Según los manuales de medicina, este estado de fuga forma parte de la amnesia disociativa, que normalmente tiene una duración de horas, donde se produce una ausencia laboral o un retraso en la hora de llegar a casa. Excepcionalmente se han descrito casos en los que la fuga ha durado varios días o incluso más tiempo. En estos casos, las personas pueden desplazarse lejos de su hogar y forjarse una nueva identidad sin ser conscientes de los cambios que se producen en su vida. Las personas que sufren estas fugas disociativas largas pueden perder algunos recuerdos de su pasado (o todos ellos) y suelen desaparecer de los lugares que acostumbran a frecuentar, abandonando familia y trabajo. Durante la fuga, las personas tienen una apariencia y actos normales, o solo muestran ligeros signos de estar desorientados. Sin embargo, al salir de este estado, la persona se encuentra de repente en una situación nueva sin recordar cómo ha llegado hasta ahí ni qué ha estado haciendo. Algunos recuerdan su identidad y vida anteriores, pero otros tardan más en recordar, e incluso hay quien jamás llega a recordar partes de su pasado (en muy pocos casos la persona no recuerda nada o casi nada de su pasado durante el resto de su vida). 

Sea como fuere, Agatha Christie no solo fue la gran creadora del misterio, sino que también fue la protagonista de la rocambolesca historia que fue su vida. 

Fuentes

Christie's most famous mystery solved at last - The Guardian. Un artículo de Vanessa Thorpe.
—Gill, Gillian. “Agatha Christie. Vida y misterio”. Biografía. Ed. Espasa-Calpe. 1993.
—Morgan, Janet. “Agatha Christie”. Biografía. Ed. Ultramar. 1986.

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