Antínoo, la constelación perdida

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¿Os habéis preguntado alguna vez si las constelaciones actuales ya eran reconocidas en la antigüedad?

TEXTO POR RAQUEL MARTÍNEZ CANTÓ
ILUSTRADO POR ANA ROSA GONZÁLEZ BLANCO
ARTÍCULOS
ASTRONOMÍA | NAVEGACIÓN
26 de Octubre de 2017

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Dejadme que os ponga en antecedentes. Hace unos años me interesé por la figura del gran marino noveldense Jorge Juan y Santacília y por sus tareas de medición del arco meridiano terrestre. Leí que las tareas de medición se dividieron en dos partes: la geométrica para calcular la longitud del arco de meridiano terrestre (utilizando la triangulación geodésica, es decir, calculando las longitudes de los lados más occidentales de la red de triángulos que se eligen y transformándolas en otras medidas horizontales para proyectarlas sobre la meridiana) y la astronómica para calcular la amplitud del arco (se usan tres estrellas para tener menos errores: ε de Orión, α de Acuario y θ de Antínoo). 

Entonces me asaltaron las dudas. Me di cuenta que tanto Orión como Acuario son dos constelaciones conocidas sobradamente, pero Antínoo no. ¿Cuál era esta constelación cuya estrella ayudó a conocer la forma de la Tierra?

Escultura de Antínoo en bronce expuesta en el museo de Berlín. Créditos: Rafa Medina.

Aquí empieza la verdadera aventura de esta historia: investigar la constelación perdida. ¿Y cómo se hace eso? Imaginadme inmersa entre libros, planetarios, exposiciones… buscando sin parar más información. La única referencia que tenía eran los libros de Jorge Juan, así que busqué alguna fotografía sobre la situación de las estrellas utilizadas y encontré Antínoo justo debajo del Águila y al lado del Delfín.

Aun así, no hubo manera de encontrarla en el planetario que tenía a mano ni en los libros que consulté de la biblioteca. Solo encontré mención al personaje bitinio. En la zona donde debía situarse la constelación solamente figuraban algunas estrellas sueltas que no podía unir en la forma de arquero que aparecía en las fotografías. De esta manera, lo único que logré fue establecer una hipótesis: durante una época dicha constelación existió pero por algún motivo (que no conocía) cayó en desuso. Pero ¿por qué no aparecía en ningún libro? ¿Por qué cayó en desuso? ¿Cuándo ocurrió dicho cambio? Tenía que haber sido entre 1745 (libro más antiguo que había podido consultar) y 1985.

Finalmente, logré encontrar información que corroborase mi hipótesis. Antínoo fue una constelación situada debajo de Águila, aunque no está claro quién la introdujo. Algunos dicen que fue Ptolomeo (siglo II d.C.) y otros que fue el propio emperador Adriano en el año 132 queriendo honrar con una constelación a su joven amante por el sacrificio de lanzarse al Nilo para salvar la vida del emperador. Según Ptolomeo, el Águila llevaba a Antínoo en sus garras hasta el cielo. Fue reconocida como constelación separada a finales del siglo XVI, cuando apareció en un globo celeste de Mercator en 1551. Aunque fue bastante popular hasta el siglo XIX, hoy en día es parte de Águila.

Dibujo de las constelaciones del Águila y Antínoo. Extraído de La exuberancia de Hades.

Entre 1928 y 1930 la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió reagrupar oficialmente la esfera celeste en 88 constelaciones con límites precisos, de tal manera que todo punto en el cielo quedara dentro de los confines de una figura. Por consenso, estas fronteras utilizan como guía las líneas de declinación y ascensión recta de 1875. Desde entonces, y debido a la precesión (el desplazamiento del eje de la Tierra con respecto a las estrellas), esos límites se han desplazado. Antes de dicho año eran reconocidas otras constelaciones menores que luego cayeron en el olvido, pero hoy por hoy ya no se consideran (como es el caso de Antínoo y muchas otras). El trabajo de delimitación definitiva de las constelaciones fue llevado a cabo fundamentalmente por el astrónomo belga Eugène Joseph Delporte y publicado por la UAI en 1930.

Por fin, he resuelto el misterio sobre la constelación que cayó en desuso por la UAI y que sirvió a Jorge Juan y a Ulloa para poder medir con tanta exactitud el meridiano terrestre.

Portada del libro escrito por Jorge Juan y Santacilia y Antonio de Ulloa donde narran cómo midieron el meridiano terrestre.

«Las estrellas nos son dadas. Las constelaciones nosotros las hacemos. Eso quiere decir que las estrellas existen en el cosmos, pero las constelaciones son las líneas imaginarias que dibujamos entre ellas, son la lectura que hacemos del cielo y las historias que nos contamos». Rebecca Solnit. 

Para saber más

La festividad de Jorge Juan se celebra cada 5 de enero en Novelda, su ciudad natal. Allí, una de las bandas de música de la ciudad y el orfeón, junto con toda la población, le dedican coronas de laureles y le cantan su himno.

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