Mi hermano es un científico

Portada móvil

Relato finalista del primer concurso de cuentos infantiles Ciéncia-me un cuento.
Organizado por la Society of Spanish researchers in the United Kingdom (SRUK/CERU).

TEXTO POR CRISTINA SILVIA HANSEN RUIZ
ILUSTRADO POR FABIOLA CORREAS
KIDS
CIENCIA | CUENTO
15 de Noviembre de 2018

Tiempo medio de lectura (minutos)

Hace poco mi madre ha empezado a trabajar en una panadería. A mí me parece que es estupendo porque aparte de que el pan en casa ahora es muy bueno de vez en cuando caen unos dulcitos que están para chuparse los dedos.

Pero últimamente mi hermano no se pone contento con los dulcitos, ni los bizcochitos, sino que lo veo atareado con un cuaderno que tiene donde hace anotaciones. Y me parece extraño que a sus ocho años unos dulcitos no le alegren el día. Así que le he preguntado qué le pasa con los dulcitos, que a ver si no están de su agrado. O a lo mejor le duele la tripa y no quiere decirlo.

Pero mi hermano me dice que sí, que los dulces están buenísimos. ¿Entonces? Pues se ha fijado que al día siguiente de traer los dulces mamá no está contenta. Yo le he dicho que eso serán figuraciones suyas. Pero no, me ha enseñado un calendario donde anota lo que pasa en casa. ¡Qué tío! Se fija en todo.

Ejemplo de las anotaciones en el calendario:

Yo me he asustado y le he dicho que tampoco es para tanto. Que las personas a veces están bien y otras veces están mal. Así que me he pasado toda una semana fijándome para saber si lo que dice mi hermano es verdad. ¡Y es cierto! Pero le he dicho a mi hermano que también parece que papá dice algo para que mamá se sienta bien. Así que mi hermano ha decidido apuntar lo que dice papá en su calendario:

Aun así, mi hermano anda preocupado porque dice que si la cosa sigue así él cree que mamá va a dejar de traer los dulces. Y eso para nosotros podría ser una catástrofe.

Se lo he comentado a mi amigo Luis. Él es el que me ha dicho que mi hermano es un científico, porque dice que lo anota todo cuando pasa y así puede demostrar que algo pasa. También dice que la predicción de mi hermano de que se acaben los dulces parece acertada. Que él sabe que su tío jamás trae dulces a casa por miedo a engordar. Y que él cree que a mi madre le da miedo engordar.

Así que ahora andamos preocupados mi hermano y yo, porque tememos que se nos avecine una catástrofe. Mi hermano dice que tenemos que seguir vigilando a ver si se nos ocurre algo para salvar los pocos dulces que nos tocan. Que si fuera por nosotros tocaban dulces todos los días.

Pero hoy en el cole nos han explicado la pirámide alimenticia. Y me ha entrado un poco de miedo, la verdad, porque nos han dicho que hay que evitar los dulces. Que es verdad que no nos pondríamos gordos como rinocerontes, solosolo que seguiríamos siendo personas con un cuerpo excesivamente grande. También nos han dicho que hay que comer de todo. Y digo yo que todo incluye los dulces, aunque sea un poco. Así que no me aclaro. Y luego han mencionado algo del ejercicio físico muy de pasada. Así que con tantos misterios me he ido al profe de educación física y le he preguntado que para qué sirve jugar al fútbol y correr. Y entonces me ha explicado que para que el cuerpo se mantenga, es decir, para que podamos seguir haciendo las mismas cosas y seamos igual de fuertes que siempre y tengamos confianza en lo que nuestras piernas y brazos pueden hacer. Que además mantiene el corazón en forma. Esto es importante porque mi mamá parece un poco triste después de los dulces. Y que ayuda a gastar grasas y azúcares. Y entonces se me ha encendido una luz en el cerebro. Porque si gastamos grasas y azúcares, gastamos el dulce que nos comemos, ¿no? Y si lo gastamos, no se queda en el cuerpo y no nos engorda, ¿no? Y entonces podemos comer un poco de todo y jugar y correr y estaríamos bien, ¿no? Y el profe me ha dicho que más o menos funciona así.

Así que esta misma tarde le he dicho a mi hermano que ya tengo la solución para que su predicción no se cumpla. Que solo tenemos que jugar al fútbol todos los días un rato y ya está. Pero mi hermano me ha dicho que mamá no juega al fútbol. Así que he decidido arreglarlo.

Me he armado de valor y le he dicho a mi madre que me parece una vergüenza que siendo del Tete (Tenerife fútbol club) no juegue al fútbol, que esa no es manera de apoyar a un equipo de fútbol ni de enseñar a sus hijos. Y que de ahora en adelante debería jugar al fútbol con sus hijos. Mi madre me ha mirado muy seria, mi padre sonrió y luego me ha dicho que últimamente ha estado trabajando demasiado, pero que tengo razón. Así que este domingo empezamos: un ratito de fútbol en la playa con papá y mamá.

Llevamos un mes yendo a la playa los domingos y jugando al fútbol. Durante ese mes los dulces han seguido viniendo, pero mamá si se queja lo hace solo una vez al mes y no es al día siguiente de traer los dulces. Mi hermano está satisfecho y ha dicho que ya no necesita seguir anotando datos sobre los dulces. Y además me ha felicitado por mi solución al problema.

Mi hermano es un científico, anda ahora anotando cosas sobre unos montoncitos de tierra que han aparecido en el jardín. Mi hermano es un científico y yo entiendo de ciencia.

 

Deja tu comentario!