De melodías y versos: ¿es la creatividad un arma de conquista?

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Plumajes de colores brillantes, construcciones imposibles, cantos irresistibles, exhibiciones espectaculares…
Canciones de amor, poemas que emocionan, danzas seductoras, retratos perfectos…
Cuando se trata de atraer una pareja, en la naturaleza todo vale. La creatividad humana tampoco parece conocer límites y, en ocasiones, el ingenio creativo alcanza su máxima expresión cuando quien nos inspira es la persona que más deseamos alcanzar. ¿Será entonces la creatividad una de nuestras estrategias de atracción particular?

TEXTO POR MARTA FERNÁNDEZ LARA
ILUSTRADO POR HUGO CARBAJO
ARTÍCULOS
BIOLOGÍA | EVOLUCIÓN
11 de Julio de 2019

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Comenzamos la mañana con prisas y poco tiempo para desayunar, por lo que ya llegamos al tren con el estómago un poco revuelto. Abriéndonos paso entre empujones, recorremos los abarrotados vagones hasta dar con un sitio libre, frente a una pareja de estudiantes. Él, muy moderno, sujeta un ukelele entre las manos y trata de llamar la atención de la chica sentada a su lado con una verborrea algo irritante. Ella, parece más interesada en el móvil que en su compañero. Durante largo rato tratamos de ignorar al chico y su monólogo sobre lo bien que toca el ukelele y la cantidad de canciones que ha compuesto, hasta que decide hacer una demostración de su virtuosismo, con resultados ciertamente catastróficos. Negándonos a soportar esa tortura, decidimos bajarnos en la siguiente parada. Ya que llegamos tarde, por lo menos damos un paseo. No obstante, en la emisora de la naturaleza también están poniendo canciones de amor: un pajarillo canta una melodía para atraer a una hembra de su especie que ronda por ahí. Entonces paramos un momento y nos preguntamos: ¿estaremos presenciando el mismo fenómeno en distintas especies? ¿Son comparables nuestras canciones, poemas y obras de arte en general, con las melodías, construcciones y rituales de cortejo de otros animales?

En la naturaleza existen rasgos y comportamientos que aportan una ventaja reproductiva a los individuos

Para responder a esas complejas preguntas es mejor comenzar por lo que conocemos con más certeza: la función que tienen algunos de estos comportamientos en especies de animales no humanos.

En la naturaleza existen rasgos y comportamientos que aportan una ventaja reproductiva a los individuos. Estas ventajas se manifiestan a la hora de enfrentarse a potenciales rivales, como ocurre con las cuernas de los ciervos, o a la hora de atraer a posibles parejas, como el plumaje de los pavos reales. La teoría que explica este fenómeno es la selección sexual, propuesta por Charles Darwin. Mediante este mecanismo, los individuos que tengan estos rasgos se reproducirán más y, si ese rasgo es heredable, pasará a la siguiente generación. Este beneficio explica la existencia de características que incluso pueden poner en riesgo la supervivencia de sus portadores. De hecho, muchas veces son indicadoras de la calidad genética de los individuos que las poseen ya que se pueden permitir el lujo (a nivel de energía y supervivencia) de producirlas.

Este mecanismo evolutivo da lugar, en ocasiones, a estrategias reproductivas de lo más llamativas. En el caso de la complicada tarea de atraer a los miembros del sexo opuesto, existen desde verdaderas exhibiciones como las ruedas de los machos de las avutardas, hasta elaboradas construcciones de nidos de lo más originales, como ocurre en algunas especies de peces y aves. En este grupo también se encuentran los anteriormente mencionados cantos para llamar la atención de posibles parejas, que se dan no solo en aves, sino también en anfibios y algunas especies de mamíferos. Estas estrategias a veces son verdaderamente creativas, y las potenciales parejas muestran preferencias por los individuos que son capaces de llevarlas a cabo. Por ejemplo, se ha visto que las hembras de las aves lira muestran preferencia por los machos que son capaces de imitar los cantos de otros pájaros y añadirlos a su repertorio musical. Otro caso es el de los machos de sapo partero en el que, aquellos que no son capaces de producir sonidos tan graves como los individuos más grandes, optan por aumentar su frecuencia de canto y así, con su insistencia, consiguen atraer la atención de las hembras.

Una vez que sabemos cómo actúa la selección sexual en la naturaleza, podríamos plantearnos qué ocurre en el caso de los seres humanos. Algunos científicos apuntan a que el mayor tamaño corporal de los hombres podría estar relacionado con que ello hubiera proporcionado una ventaja a nuestros antepasados en la lucha cuerpo a cuerpo. Esto ocurre en otras especies de primates con las que estamos emparentados en las que las luchas entre machos por obtener una pareja son muy habituales. Otros rasgos como el bello facial o las voces graves podrían haber evolucionado para hacer parecer a los hombres más amenazadores. Además, en algunos estudios se ha visto que, a la hora de valorar el atractivo de los hombres, las mujeres muestran preferencia por estas características que, por otro lado, son costosas de producir. En el caso de las mujeres, varios estudios muestran que los hombres parecen preferir rasgos como las voces agudas o una determinada distribución de la grasa corporal, ya que son indicadores de fertilidad y, además, también tienen un coste.

¿La creatividad podría, entonces, ser un ornamento con una función en la selección de pareja? La respuesta, como comentábamos al principio, es difícil de obtener y la realidad es que no existen suficientes evidencias que apoyen ni rechacen completamente esta hipótesis.

El principal problema que encontramos a la hora de estudiar la evolución de la creatividad reside en cómo definirla de forma objetiva y precisa para poder estudiarla desde un punto de vista científico

Por ejemplo, en un estudio observaron que la creatividad compensa la falta de atractivo físico tanto en hombres como en mujeres a la hora de ser escogidos como potenciales parejas reproductivas o como posibles aliados. Sin embargo, en otros estudios no se han encontrado evidencias de que creaciones como por ejemplo la música, hayan podido evolucionar a través de selección sexual.

El principal problema que encontramos a la hora de estudiar la evolución de la creatividad reside en cómo definirla de forma objetiva y precisa para poder estudiarla desde un punto de vista científico. Una definición posible podría ser la habilidad de crear algo novedoso, innovador y que tenga algún valor. En lo que parece haber cierto consenso es en que se trata de un proceso complejo que tiene muchos componentes. En un estudio, los autores propusieron que una forma adecuada de investigar este fenómeno podría ser analizar estos componentes por separado y compararlos con procesos similares en otras especies. A juzgar por algunos de sus resultados, ese podría ser un camino acertado. Estos científicos observaron, por ejemplo, que hay una respuesta fisiológica similar en las aves cuando escuchan los cantos de otras aves y en humanos cuando escuchamos música.

Resultados como este hacen pensar que las expresiones de la creatividad del ser humano se asemejan a mecanismos de selección de pareja en otras especies. Sin embargo, no todos los científicos están convencidos. Algunos defienden que la creatividad pudo haber evolucionado por selección natural, ya que los individuos más creativos podrían haber tenido más ventajas en cuanto a la supervivencia. Otros piensan que podría ser un subproducto de una habilidad cognitiva distinta, mientras que hay quien defiende que puede ser una combinación de varios factores.

A la vista de la complejidad que entraña resolver este misterio, parece que tendremos que esperar un poco más para averiguar por qué, en muchas ocasiones, el amor parece ser la fuente de inspiración en las canciones que escuchamos, las historias que leemos o las obras de arte que admiramos. Mientras tanto, debemos seguir creando, ya sea para ligar o, simplemente, para disfrutar y compartir esta maravillosa capacidad.  

 

Referencias

Artículos

Griskevicius, Cialdini & Kenrick. 2006. Peacocks, Picasso and parental investment: The effects of romantic motives on creativity. Journal of personality and social psychology, 91 (1), 63.

Puts. 2010. Beauty and the beast: mechanisms of sexual selection in humans. Evolution and Human Behavior, 31 (3): 157-175.

Mosing et al. 2015. Did sexual selection shape human music? Testing predictions from the sexual selection hypothesis of music evolution using a large genetically informative sample over 10,000 twins. Evolution and Human Behavior, 36 (5): 359-366.

Wiggins et al. 2015. The evolutionary roots of creativity: mechanisms and motivations. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 370 (1664), 20140099.

Watkins. 2017. Creating beauty: creativity compensates for low physical attractiveness when individuals assess the attractiveness of social and romantic partners. Royal Society open science, 4 (4), 160955.

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