Los Roques de García

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TEXTO POR RAQUEL MARTÍNEZ CANTÓ
ILUSTRADO POR MARINA MONTENEGRO
ARTÍCULOS
GEOLOGÍA
14 de Octubre de 2019

Tiempo medio de lectura (minutos)

¡Hola, Marcos!

¿Cómo estás? 

Como te dije, estoy de viaje con mis padres, Marta y los suyos. Tengo mis dudas sobre si estar de viaje con los padres es mejor o peor que estar en casa, ¡a veces se ponen insoportables con sus normas! Aunque estamos viendo cosas muy chulas y eso casi casi es mejor.

Te tengo que contar que hemos visto algo chulísimo. ¡Unas piedras que tienen nombre propio! (bueno, perdón, rocas, que me estuvo explicando mi madre esta mañana). Se llaman los Roques de García. ¿Tú habías escuchado hablar de ellos? Me han dicho los mayores que hace tiempo salían en los billetes, pero claro, ¡cuando todavía eran pesetas! Qué viejos son mis padres, hablando de pesetas y emocionándose con los padres de Marta.

Vista general de Roques de García con el Teide al fondo.

Sí estamos un poco como ellos porque nunca habíamos visto algo así y nos parece superchulo. ¡Y más con lo que nos han explicado! Es que están en medio de dos cráteres de volcanes: el Teide y las Cañadas. En realidad está en medio de las dos semicalderas que forman las Cañadas. ¿Te acuerdas de cuando vimos los tipos de volcán en el cole? Pues son las que tienen un agujero enorme. El Teide es el más joven de los dos. Es un volcán como los que dibujábamos hace un año, antes de que los explicasen en clase, de los triangulares con el agujero arriba para que salga la lava (un estratovolcán, como nos dijo Nuria). También subimos hasta el pico más alto porque habíamos solicitado permiso. Nos costó un poco porque había partes más escarpadas, pero vimos a un señor que subía el doble de rápido que nosotras y cogimos aire para subir más rápido. ¡Casi nos mareamos! Menos mal que venían nuestros padres detrás, porque se nota que hay menos oxígeno y no pudimos aguantar mucho rato yendo deprisa.

El Teide visto desde el inicio de la ruta circular de los Roques (de 1h de duración).

Pero yo te quería contar lo de los Roques, que me he liado por en medio. Pues eso, que son unas rocas alargadas y que están ellas solas, sin tocarse con otras, ¡mucho más altas que todos nosotros! Pero las podíamos rodear entre los seis, así que no eran muy gordas. Cada una tiene una forma diferente ¡y eran todas tan divertidas! Marta y yo nos pasamos un buen rato intentando adivinar a qué se parecían. ¡Una era una cara gigante!

Los Roques de García son los restos un antiguo volcán, más antiguo que los que te contaba, que se han quedado así por culpa del agua y el viento que tienen que soportar. ¡Cómo será y cuántos años llevará para haberse quedado así! Por lo que nos decía la guía, son restos de materiales magmáticos, que se formaron en el interior de la Tierra, y estaban metidos entre rocas de otros tipos muy diferentes. Me dice Marta (que iba apuntando con su libretita, como siempre) que los llamó diques y pitones. No sabemos muy bien qué es eso, pero nos dijo que se llamaban así por cómo se han formado: los diques son muy resistentes y sobresalen del resto y cruzan otras rocas, pero los pitones son la parte de dentro de un volcán que se ha quedado duro y que se ve cuando la parte de fuera del volcán ha desaparecido con el tiempo y el agua, creo. Marta no entiende ni su letra y no sabemos muy bien qué pone en la última palabra.

También nos contó que del primer volcán que hubo, la Cañada, no tienen muy claro qué pasó con él. Algunos científicos habían dicho que se hundió, otros pensaban que había acabado en medio del mar porque se había resbalado sobre una parte rota, y otros que fue una mezcla de todo. ¡Qué lío llevan los vulcanólogos también! Ah, ¿y has visto qué palabra más chula hemos aprendido? Vulcanólogos. Son los científicos que se encargan de estudiar los volcanes. Nos ha parecido que tiene mucha lógica el nombre, y nos ha gustado tanto que hemos jugado con ella y todo cuando hemos subido al Teide. ¡Nosotras también queríamos ser vulcanólogas! Aunque no nos han dejado traernos ninguna roca porque está prohibido. La verdad es que es normal, si todos los que había allí nos hubiésemos traído una roca al hotel habrían unas doscientas piedras menos cada rato y sería más bajito.

¡Ah! Y nos han dicho que está protegido desde 2007 como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Tienes que decirles a tus padres que te traigan a Tenerife a verlos, ¡vas a flipar!

Más información

Sendero de Roques de García. La Gaveta Voladora.

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