Brujas mitológicas: Hécate, Circe y Medea.

En principio, Hécate era hija de Asteria, aunque más tarde surgieron nuevas ramas genealógicas que la vincularon tanto con Circe como con Medea y Hécate fue presentada tanto como madre y hermana de Circe. A su vez, también se la describió como madre de Medea y Escila, ninfa convertida en monstrua por la Circe no homérica.

Una de las obras literarias donde Hécate está más presente es en Medea de Eurípides (431 a. C.), dónde la propia protagonista, hija y bruja dependiendo la genealogía que sigamos, invoca a Hécate.

Pero los lazos entre esta diosa, Medea y Circe son más evidentes en Las Argonaúticas de Apolonio de Rodas (III a.C.). En esta obra, Medea se enamora de Jasón y lo ayuda a vencer las pruebas de su padre, el rey Eetes. La forma de ayudarlo es mediante un conjuro a Hécate, vinculada aquí a los perros, y cuya pócima convertía a los hombres en invencibles. Al final, acaba huyendo de su padre y recurriendo a su hermana (o tía), Circe, para obtener el perdón de su padre, de Zeus y de las Furias o Benefactoras por el asesinato de su hermano.

Sin embargo, es Diodoro Sículo (I a. C.), historiador siciliano, quien nos habla de Hécate vinculando con lazos de sangre a Circe y Medea y convirtiéndolas en su descendencia:

«…Tuvo dos hijos: Eetes y Perses. Eetes fue rey de la Cólquide, mientras
que el otro reinó en la Táurica, y los dos se distinguieron por su
crueldad. Perses engendró una hija, Hécate, que superaba a su padre
por su osadía y su desprecio por las leyes. Era amante de la caza, y
cuando no tenía éxito, asaeteaba a los hombres en vez de disparar a
las fieras. Al tener una gran pericia en la composición de venenos
mortales, descubrió el llamado acónito y experimentó la potencia de
cada veneno mezclándolos en la comida dada a los extranjeros. Y
puesto que había adquirido una gran experiencia en esta materia,
primero mató a su padre con una pócima y le sucedió en el trono; luego
construyó un templo a Artemis y, al ordenar que los extranjeros que
desembarcasen allí fueran sacrificados a la diosa, se hizo famosa por
su crueldad. A continuación, se casó con Eetes y parió dos hijas, Circe
y Medea, y también un hijo, Egialeo…». (IV, 45, 1-3).

Nota de la autora

La ilustración que acompaña al texto perteneciente a la campaña contra la Violencia de Género de la Universidad de Alicante Todo el año, todo el tiempo, todas somos víctimas, acompañada de la instalación artística audiovisual #furiasybenefactoras.

La instalación se pudo visitar en la en la Sala Multimedia del edificio de Rectorado de la Universidad de Alicante, el 19 de noviembre a las 12.00 horas y en el hall de la Sala El Cub del MUA (museo de la Universidad de Alicante).

Bibliografía

—AGUDO VILLANUEVA, M. Hécate: entre la vida y la muerte. Hacia una lectura global de la evolución de sus atributos. 2016, Madrid, Mediterráneo Antiguo, Universidad Complutense de Madrid.
—APOLONIO DE RODAS, Las Argonaúticas. Introducción, traducción y notas de Mariano Valverde Sánchez. 1996, Madrid. Editorial Gredos.
—CARO BAROJA, J. Ritos y mitos equívocos. 1989, Madrid. Ediciones Istmo, SA.
—CARO BAROJA, J. Las brujas y su mundo. Un estudio antropológico de la sociedad en una época oscura. 1997. Madrid, Alianza Editorial,—CHOLLET, M. Sorcières. La Puissance invaincue des femmes. 2019, París. Editeur Zones.
—DIODORO DE SICILIA, Biblioteca Histórica, Libros IV a VIII. Traducción y notas al castellano de JUAN JOSÉ TORRES ESBARRANCH, 2004, Madrid. Editorial Gredos.
—FEDERICCI, S. Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpos y acumulación originaria. 2010, Madrid, Traficantes de Sueños.
—HESIODO, Teogonía, 602-612 y Trabajos y Días 90-105 (en torno 700 a. C.).
—MÉRIDA JIMÉNEZ, R. El gran libro de brujas. Historias y conjuros de las mujeres más temidas por el poder. 2014. Barcelona. RBA Libros S.A.