Mi padre era el primero en estar listo y, cuando acababa, se metía dentro del Opel Kadett a esperarnos. Cada dos o tres minutos apretaba el claxon como diciendo «Venga, va», y entonces llegábamos nosotras con las bolsas y bolsitas. Mi padre siempre se quejaba «Ya estamos otra vez con las bolsas y bolsitas», porque a nosotras nos gustaba compartimentar el equipaje: la bolsa de los zapatos, la de la ropa, la de los juegos, la de los libros... En cambio, él lo llevaba todo dentro de una maleta pequeña, que colocaba entre mi hermana y yo.

Cuando mi madre arrancaba, enseguida le pedíamos a mi padre que buscara en la guantera «El Casete del Pueblo», que era una cinta que nos había grabado mi tía y que escuchábamos cada verano desde hacía años. La cara A quedaba cortada a medio estribillo de la canción La Bilirrubina: Me sube la bilirrubina, ¡ay! me sube la bilirrubina, cuando. FIN. Entonces se escuchaban unos clecs, la cinta giraba y empezaba la cara B: 20 de abril del 90, hola chata ¿cómo estás? Mi hermana y yo no supimos cuándo le subía la bilirrubina a Juan Luís Guerra hasta mucho después.

Estaba en la discoteca de las colonias de tercero de la ESO y de repente reconocí las trompetas Tan, tan, tan, tan, tan, tan, tatan, tatán. Había escuchado esas notas infinitas veces, pero esta vez lo hacía con una emoción nueva: sabía que el misterio me sería revelado. Cuando por fin llegó el estribillo, fue como si se me hubiera desbloqueado una pantalla del juego. Le envié un SMS a mi hermana: «¡¡¡La bilirrubina le sube cuando él la mira y ella, no!!!».

Así que, dada la curiosidad, comencé a investigar qué era aquello de la bilirrubina. Descubrí que esta es una sustancia de color amarillo que se genera durante el proceso normal de reciclaje de los glóbulos rojos. Cuando estos envejecen o cuando están dañados, el cuerpo los degrada y sus componentes se reutilizan o se eliminan. A partir de la degradación de la hemoglobina (la proteína de los glóbulos rojos que se encarga de transportar el oxígeno a los tejidos y recoger el CO₂), se produce, entre otras cosas, la bilirrubina. Tan, tan, tan, tan, tan, tan, tatan, tatán.

...es una sustancia de color amarillo que se genera durante el proceso normal de reciclaje de los glóbulos rojos

Su principal función es la de ser eliminada. Cuando todo está en orden, la bilirrubina va del hígado a la vesícula biliar —para formar parte de la bilis, de ahí su color amarillo verdoso— y luego al intestino, para ser excretada por las heces (y un poco también por la orina). Pero si falla el proceso de eliminación, generalmente por un problema en el hígado, la bilirrubina se acumula y suben los niveles en sangre. Esto es lo que se conoce como hiperbilirrubinemia. Uno de los síntomas puede ser que la piel y las mucosas se vuelvan amarillentas, fenómeno conocido como ictericia. La canción dice Vestido tengo el rostro de amarillo, ¡eh!

...si falla el proceso de eliminación, generalmente por un problema en el hígado, la bilirrubina se acumula y suben los niveles en sangre. Esto es lo que se conoce como hiperbilirrubinemia. Uno de los síntomas puede ser que la piel y las mucosas se vuelvan amarillentas, fenómeno conocido como ictericia

La canción también dice otras cosas. Como si Juan Luís Guerra hubiese puesto la mano en un saco lleno de términos médicos y hubiera querido meterlos todos, la letra va soltando cosas sin sentido. Y me inyectaron suero de colores, ey, y me sacaron la radiografía. A veces hay asuntos más importantes que el rigor.

Mis padres vendieron la casa del pueblo y no hemos vuelto a ir desde entonces. Tampoco tenemos el Opel Kadett y quién sabe qué se habrá hecho del «Casete del Pueblo». Sin embargo, el sábado por la noche recibí un audio de mi hermana, que estaba en una boda. Me cantaba —un poco bebida— y a gritos «Cuando te miro y no me miiiiras».