¿Qué es la viruela del mono?

La viruela del mono es una enfermedad zoonótica, lo que significa que se transmite de animales a humanos. Fue identificada por primera vez en 1958 en colonias de monos utilizados para investigación científica, aunque también puede afectar a otros mamíferos como roedores. El primer caso humano se documentó en 1970 en la República Democrática del Congo.

El virus pertenece a la misma familia que el de la viruela, aunque su gravedad es generalmente menor. Los síntomas incluyen fiebre, dolores musculares, y un distintivo sarpullido que comienza en la cara y se extiende por el cuerpo. A diferencia de la viruela, la viruela del mono rara vez es mortal, pero puede causar complicaciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Un brote preocupante

En 2022, el mundo fue testigo de un brote inusual de viruela del mono que se propagó rápidamente a países fuera de África, donde normalmente se encontraba limitada. Este brote fue diferente, no solo por la cantidad de casos sino porque muchos se registraron en áreas urbanas densamente pobladas y en lugares donde el virus no era endémico, como España, Reino Unido y Estados Unidos.

Lo que realmente despertó las alarmas a nivel mundial fue la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el miércoles, que declaró el brote de viruela del mono como una emergencia de salud pública de preocupación internacional, el nivel más alto de alerta según la legislación sanitaria internacional. Esta decisión siguió a la declaración del martes por parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, que también reconocieron la gravedad del brote en el continente.

Prevención y tratamiento

La vacunación contra la viruela, descontinuada después de que se erradicara la enfermedad en 1980, ofrece cierta protección contra la viruela del mono, pero no es una solución definitiva. Actualmente, los esfuerzos se concentran en la contención del brote mediante el rastreo de contactos y la cuarentena de los casos sospechosos. Aunque no existe un tratamiento específico para la viruela del mono, los antivirales y el cuidado de apoyo están ayudando a controlar los síntomas y evitar complicaciones mayores.

¿Qué podemos esperar?

El brote de viruela del mono pone de manifiesto la necesidad de una vigilancia global constante frente a las enfermedades infecciosas, especialmente en un mundo tan interconectado como el nuestro. Con la OMS y las autoridades sanitarias en todo el mundo monitoreando la situación, la clave para evitar una crisis mayor radica en la cooperación internacional, la investigación y una comunicación eficaz con el público.

En resumen, la viruela del mono es una enfermedad que ha vuelto a la escena mundial con fuerza, recordándonos que las amenazas biológicas pueden surgir en cualquier momento y en cualquier lugar. Mantenerse informado y preparado es nuestra mejor defensa.