¿Por qué sonríen los delfines?

Portada móvil

Recientemente, una investigación publicada en iScience ha revelado un hallazgo fascinante sobre la comunicación de los delfines nariz de botella (Tursiops truncatus): estos utilizan gestos faciales similares a una «sonrisa» para expresar intenciones lúdicas a otros delfines. Esta señal, denominada «boca abierta» u OM por sus siglas en inglés, tiene lugar cuando un delfín abre la boca de forma relajada y visible para sus compañeros. Este comportamiento se ha interpretado como una invitación al juego y una manera de confirmar a los demás que la interacción es amistosa. Aunque los delfines suelen ser conocidos por su amplia gama de vocalizaciones, este estudio destaca un aspecto menos conocido de su comunicación: su capacidad para transmitir emociones y mensajes complejos mediante expresiones faciales en contextos sociales específicos.

TEXTO POR ARIADNA DEL MAR
ARTÍCULOS
ZOOLOGÍA
28 de Octubre de 2024

Tiempo medio de lectura (minutos)

La expresión facial como una señal de juego y más allá

Los científicos observaron que la sonrisa de los delfines solo tiene lugar en contextos de juego social. Este detalle sugiere que el gesto tiene una intención específica y consciente. Cuando un delfín se encuentra completamente visible para sus compañeros, adopta esta expresión facial particular, como si fuera consciente de que está siendo observado, lo cual refuerza la conexión entre el gesto y su significado comunicativo. Es posible que, al igual que los humanos, estos animales utilicen sus expresiones faciales para reforzar sus lazos sociales y generar confianza entre sus miembros. Así, esta investigación profundiza en el papel de la comunicación no verbal en especies marinas, un área relativamente poco explorada en el comportamiento animal debido al predominio de las señales auditivas en el medio acuático.

El juego como mecanismo evolutivo de cohesión social

La señal «boca abierta» de los delfines ha sido comparada con comportamientos de juego observados en otras especies sociales como los primates y algunos mamíferos carnívoros, como los cánidos. En la mayoría de estos animales, el juego tiene una función social fundamental, contribuyendo a la cohesión del grupo y ayudando a sus integrantes a desarrollar habilidades esenciales para la supervivencia. Sin embargo, el gesto específico de la sonrisa en delfines es particularmente interesante por su posible convergencia evolutiva. Aunque los delfines y los mamíferos terrestres como los primates están muy alejados en términos de evolución, ambos muestran comportamientos de juego y gestos faciales para comunicar intenciones pacíficas. Este fenómeno podría sugerir que ciertos patrones de comportamiento son universales entre los animales sociales y que han evolucionado para reducir conflictos y fomentar la cooperación dentro de los grupos.

En el caso de los delfines, esta señal facial parece ser una herramienta que ayuda a mantener la estabilidad social del grupo. Se sabe que estos cetáceos viven en estructuras sociales complejas y que colaboran en actividades como la caza en grupo y la protección contra depredadores. Los delfines nariz de botella, en particular, han sido estudiados por su sofisticada organización social, en la que los individuos forman alianzas y jerarquías. Estas relaciones requieren de un grado de comunicación que permita mantener el equilibrio entre la cooperación y la competencia, y los gestos de juego podrían actuar como un «lubricante social» que reduce tensiones y reafirma la confianza entre ellos.

¿Sonrisa o gesto estratégico? La teoría de la «ecología de la comunicación» en el mar

Al analizar el significado de la sonrisa de los delfines, los investigadores se han adentrado en una teoría interesante denominada «ecología de la comunicación». Este marco sugiere que el medio ambiente de una especie influye directamente en las características de su comunicación. En el caso de los delfines, vivir en un entorno acuático implica que muchas de sus señales se transmitan a través del sonido, ya que la propagación de ondas sonoras es más eficiente que la luz bajo el agua. Sin embargo, en momentos de juego o de interacción cara a cara, los delfines tienen la oportunidad de comunicarse visualmente de maneras que no serían posibles en otras circunstancias, como en la caza en grupo o en situaciones de alerta ante depredadores.

El uso de expresiones faciales en estos contextos también tiene implicaciones evolutivas. La sonrisa o el gesto de OM podría haber evolucionado como una forma de comunicación secundaria que complementa sus complejas vocalizaciones y les permite reducir el riesgo de malentendidos durante el juego. Por ejemplo, cuando dos delfines comienzan a interactuar en un juego, el gesto facial podría servir para asegurar a la otra parte que no hay intención de conflicto, disminuyendo así las posibilidades de un enfrentamiento accidental que ponga en peligro la cohesión del grupo.

Más allá de la comunicación lúdica: la investigación sobre el lenguaje de los delfines

El estudio del comportamiento social de los delfines no es nuevo, pero esta reciente investigación aporta una perspectiva diferente al mostrar que las expresiones faciales juegan un papel importante en su comunicación. Estudios previos, como los de la investigadora Denise Herzing en los delfines moteados del Atlántico (Stenella frontalis), también han señalado que estos animales cuentan con un lenguaje de comunicación compleja que incluye «silbidos de firma», sonidos que actúan como nombres propios para cada individuo. Al combinar vocalizaciones únicas con gestos específicos, estos animales desarrollan una «firma de identidad» que otros miembros del grupo pueden reconocer y responder de manera personalizada.

Además, se ha observado que los delfines son capaces de imitar sonidos, una habilidad que también comparten con otros animales sociales como los loros y los humanos. Esta capacidad no solo sugiere que los delfines son conscientes de su propia identidad y de la de sus compañeros, sino que también implica que poseen un cierto grado de empatía y una habilidad avanzada para la comunicación, atributos que son esenciales para una especie social que depende de la cooperación y la formación de alianzas para sobrevivir.

Implicaciones para la conservación de especies marinas sociales

Más allá de su valor en la comprensión del comportamiento animal, los descubrimientos sobre la sonrisa de los delfines y otros gestos de comunicación tienen importantes implicaciones en el ámbito de la conservación marina. La vida social de los delfines y su capacidad para formar vínculos complejos los hace especialmente vulnerables a los cambios en su entorno, como la contaminación acústica y el impacto del turismo marino. Los ruidos generados por embarcaciones y la actividad industrial en los océanos pueden interferir en sus patrones de comunicación, afectando su capacidad para relacionarse y colaborar en sus actividades diarias.

Las observaciones sobre el comportamiento de los delfines en estado salvaje y en cautiverio también han revelado que la falta de interacción social puede tener un efecto negativo en su bienestar. En cautiverio, por ejemplo, los delfines que carecen de estímulos adecuados pueden mostrar signos de estrés y aburrimiento, lo cual subraya la importancia de mantener sus redes sociales intactas y ofrecerles ambientes que imiten sus hábitats naturales. Estudios como este que destacan el valor de la interacción social y la comunicación lúdica refuerzan el argumento de que las prácticas de conservación deben priorizar no solo la supervivencia física de las especies, sino también su bienestar emocional.

La comunicación animal y la conexión con los seres humanos

El hecho de que los delfines utilicen gestos faciales para comunicarse puede llevarnos a reflexionar sobre las similitudes y diferencias en la comunicación entre especies. Si bien el concepto de una sonrisa en los delfines no debe interpretarse de la misma forma que en los humanos, es innegable que este gesto transmite un mensaje complejo y emocional. Los delfines, al igual que nosotros, son seres sociales que encuentran en la comunicación una herramienta para fortalecer sus lazos y entender a sus compañeros.

Al estudiar sus gestos de juego y el contexto en el que se dan, los científicos están empezando a develar los secretos de sus interacciones y a entender cómo las emociones y el juego influyen en su desarrollo social. Quizá algún día logremos comprender en profundidad el lenguaje de los delfines y, con ello, reconocer más aspectos compartidos de nuestras respectivas naturalezas sociales. Estos hallazgos, aunque son solo un inicio, sugieren que, en el fondo, seres tan distintos como los humanos y los delfines no son tan diferentes como podríamos imaginar.

 

Deja tu comentario!