Vandana Shiva: la física que se convirtió en una de las defensoras más influyentes del planeta

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Vandana Shiva nació en 1952 en Dehradun, India, en una familia donde se valoraban profundamente tanto el conocimiento como la naturaleza. Su padre era guardabosques y su madre fue una agricultora que dejó la vida urbana para dedicarse a la tierra. Desde pequeña, Shiva aprendió a ver la naturaleza no solo como un recurso, sino como un organismo vivo al que se debe cuidar y respetar. Este entorno inspiró en ella un sentido de responsabilidad hacia el planeta y una curiosidad inagotable por la ciencia, valores que más tarde marcarían su camino y la convertirían en una de las figuras más influyentes en el movimiento ecologista mundial.

TEXTO POR QUIQUE ROYUELA
FOTOGRAFÍA POR GEMA OLLOQUI (AMEG)
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5 de Noviembre de 2024

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De la física a la defensa ambiental

Formada en física, Vandana Shiva comenzó su carrera académica en un campo que aparentemente estaba muy lejos de las causas ecológicas. En la Universidad de Punjab, obtuvo su licenciatura en física, y luego viajó a Canadá, donde completó un doctorado en filosofía de la ciencia en la Universidad de Western Ontario, centrándose en los fundamentos de la mecánica cuántica. Fue en esta época cuando Shiva desarrolló un sentido crítico sobre el uso de la ciencia y la tecnología, especialmente sobre cómo la ciencia puede ser utilizada para el beneficio de unos pocos en detrimento de muchos.

Su interés por la física teórica y la ciencia la dotó de una perspectiva única que más tarde aplicaría a sus estudios sobre ecología y biodiversidad. A medida que avanzaba en su carrera, Shiva empezó a darse cuenta de que la ciencia, aunque es una herramienta poderosa, debe estar al servicio del bien común y no del beneficio exclusivo de grandes corporaciones o intereses comerciales.

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La «Revolución Verde» y el impacto en la India

La trayectoria de Vandana Shiva como activista comenzó en gran medida en respuesta a lo que se conoce como la «Revolución Verde» en India, un conjunto de políticas y tecnologías implementadas en la década de 1960 que buscaban aumentar la producción agrícola mediante el uso de fertilizantes químicos, pesticidas y semillas modificadas. Aunque la Revolución Verde incrementó la productividad en ciertos cultivos, Shiva fue testigo de los efectos adversos que tuvo en los agricultores y en el medio ambiente. Estas prácticas degradaban la tierra, agotaban los recursos hídricos y, en muchos casos, creaban una dependencia de las semillas y productos químicos proporcionados por grandes empresas agroquímicas.

Para Vandana Shiva, la Revolución Verde fue una clara advertencia de los peligros de los sistemas agrícolas industriales, que priorizan el rendimiento y la eficiencia económica sobre la salud de los ecosistemas y las comunidades agrícolas. Esto la llevó a estudiar los efectos de estos sistemas en la biodiversidad y en la sostenibilidad de las prácticas agrícolas tradicionales de India, poniendo en evidencia cómo los métodos tradicionales de cultivo no solo eran menos dañinos para el medio ambiente, sino que también preservaban las variedades de cultivos autóctonos y aseguraban la soberanía alimentaria.

La semilla como símbolo de resistencia: creación de Navdanya

Uno de los conceptos centrales en la obra y la vida de Vandana Shiva es la soberanía de las semillas. En 1987, Shiva fundó Navdanya, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad, especialmente en lo que respecta a la protección de las semillas autóctonas de India. Navdanya, que significa «nueve semillas» en hindi, simboliza el respeto por la diversidad agrícola y la interdependencia de las especies.

Navdanya nació como respuesta a las amenazas que representaban las empresas multinacionales que intentaban patentar semillas tradicionales y controlar el acceso a los recursos genéticos. Shiva considera que las semillas son patrimonio colectivo de la humanidad, y que su uso no debería estar limitado por patentes o derechos de propiedad intelectual. Gracias a esta iniciativa, Navdanya ha logrado preservar más de 5000 variedades de cultivos nativos, ofreciendo formación y apoyo a los agricultores para que puedan practicar una agricultura sostenible y libre de químicos.

Para Shiva, la semilla es un símbolo de resistencia frente a un sistema que busca la estandarización y el control de los recursos naturales. Ella defiende que cada semilla contiene no solo el potencial para alimentar a las futuras generaciones, sino también el conocimiento ancestral de las comunidades que las han cultivado y cuidado por siglos. La preservación de las semillas tradicionales es, para Shiva, una forma de resistencia cultural y biológica contra la homogeneización y la pérdida de biodiversidad que plantea la agricultura industrial.

Críticas al sistema agroindustrial y lucha contra los transgénicos

Vandana Shiva es una de las voces más críticas en el mundo contra los organismos genéticamente modificados (OGM) y el modelo de agricultura industrial. Argumenta que el uso de semillas transgénicas y el aumento de agroquímicos afectan negativamente a los agricultores y al medio ambiente, y que a menudo las corporaciones imponen sus productos en países en desarrollo, dejando a los agricultores endeudados y atrapados en un ciclo de dependencia de estas tecnologías.

Shiva ha denunciado que las corporaciones de biotecnología están monopolizando la industria agrícola, limitando la capacidad de los agricultores para guardar y replantar sus propias semillas, algo que durante siglos ha sido una práctica natural y fundamental en la agricultura. Según ella, este sistema no solo socava la soberanía de las comunidades agrícolas, sino que también aumenta la vulnerabilidad económica y cultural de los agricultores.

Una de sus críticas fundamentales es que los cultivos transgénicos requieren un uso intensivo de pesticidas y fertilizantes, lo que contamina el suelo y los recursos hídricos y destruye la biodiversidad. Para Shiva, el impacto de este tipo de agricultura es devastador, no solo para el medio ambiente, sino también para la salud de las personas y la economía de las comunidades agrícolas.

La filosofía de «ecofeminismo» de Vandana Shiva

Además de su lucha en el ámbito agroecológico, Vandana Shiva es una destacada representante del ecofeminismo, un movimiento que conecta la explotación de la naturaleza con la opresión de las mujeres. Shiva sostiene que, al igual que la naturaleza, las mujeres han sido históricamente explotadas y sus contribuciones subestimadas. En su obra, destaca cómo las mujeres rurales en India juegan un papel esencial en la agricultura y en la preservación de los recursos naturales, y cómo sus conocimientos sobre biodiversidad y prácticas sostenibles son fundamentales para la resiliencia de sus comunidades.

El ecofeminismo de Shiva propone una visión alternativa al modelo económico de desarrollo, una en la que el respeto por la naturaleza y la equidad de género son principios fundamentales. Argumenta que es necesario cambiar el paradigma actual y adoptar un modelo de desarrollo que valore los conocimientos tradicionales y las prácticas sostenibles, en lugar de priorizar el crecimiento económico a costa de los recursos naturales y de la salud de las personas.

El impacto y legado de Vandana Shiva

A lo largo de su vida, Vandana Shiva ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo en defensa de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la equidad social. Su voz resuena en conferencias, libros y debates internacionales, donde sigue promoviendo una ciencia y una agricultura al servicio de la vida y de las personas, no de los intereses económicos.

Shiva ha inspirado a una generación de activistas y agricultores que ven en la agroecología y en la biodiversidad una forma de resistencia y de empoderamiento. Su labor en Navdanya ha contribuido no solo a proteger las semillas autóctonas de India, sino también a crear una red de intercambio de conocimientos y apoyo entre agricultores que buscan alternativas al modelo agroindustrial.

El futuro que propone Vandana Shiva

Para Vandana Shiva, el futuro de la humanidad depende de nuestra capacidad para vivir en armonía con la naturaleza y respetar la biodiversidad. Su mensaje es claro: debemos alejarnos de un sistema económico basado en la explotación y destrucción de los recursos naturales, y construir un futuro donde las prácticas agrícolas sostenibles y el respeto por la diversidad biológica y cultural sean la norma. En sus palabras: «la paz con la tierra es la paz con nosotros mismos». Shiva nos invita a repensar nuestra relación con el planeta y a ser guardianes de su diversidad y vitalidad para las generaciones futuras.

En resumen, la vida y obra de Vandana Shiva son un testimonio de cómo una científica puede transformarse en una de las voces más poderosas del activismo ecológico global, defendiendo el derecho de las comunidades a preservar su cultura, su alimento y su tierra.

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