Jean E. Sammet: la pionera del lenguaje de programación
Todos conocemos a Alan Turing e, incluso, me atrevería a decir que a John von Neumann. Sin embargo, el nombre de Jean E. Sammet no brilla con la misma intensidad en el universo tecnológico, a pesar de que Jean Sammet fue una de las arquitectas del software moderno, creadora del lenguaje FORMAC y la primera mujer en presidir la Association for Computing Machinery (ACM). Su trabajo sentó las bases para la programación simbólica y la computación científica tal como la conocemos hoy.
Jean E. Sammet nació en 1928 en Nueva York y desde pequeña mostró un talento excepcional para las matemáticas. Estudió en la Universidad de Mount Holyoke y más tarde obtuvo una maestría en la Universidad de Illinois. En una época en la que las mujeres aún enfrentaban enormes barreras en el ámbito científico, Sammet logró abrirse camino con determinación y un profundo amor por la lógica y la programación.
FORMAC: el lenguaje que revolucionó la programación simbólica
En los años 60, mientras trabajaba en IBM, Sammet desarrolló FORMAC (FORmula MAnipulation Compiler), el primer lenguaje de programación diseñado específicamente para la manipulación de expresiones algebraicas y matemáticas simbólicas. FORMAC permitió avances significativos en el campo de la computación científica, facilitando el trabajo con ecuaciones y sistemas algebraicos complejos.
A diferencia de otros lenguajes de su época, FORMAC no solo manejaba números, sino que también era capaz de operar con símbolos y fórmulas matemáticas abstractas. Su impacto se hizo sentir en áreas como la física teórica, la ingeniería y la inteligencia artificial, donde el procesamiento simbólico sigue siendo esencial.
Una líder en la informática
Además de su trabajo técnico, Sammet fue una firme defensora del papel de las mujeres en la informática. En 1974, hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de la ACM, la organización profesional más influyente en el mundo de la computación. Su liderazgo ayudó a consolidar la importancia del software y la programación dentro de la disciplina informática, que hasta entonces se había centrado más en el hardware.
Sammet también escribió "Programming Languages: History and Fundamentals" (1969), un libro de referencia en el estudio de los lenguajes de programación. Su minucioso análisis de la evolución del software ha sido una guía fundamental para generaciones de programadores e investigadores.
Un legado imborrable
El impacto de Jean E. Sammet en la informática no solo radica en sus contribuciones técnicas, sino en su visión sobre el papel del software en la sociedad. A lo largo de su carrera, promovió la educación en programación y abogó por la inclusión de las mujeres en la tecnología. Su legado sigue vivo en la manera en que hoy concebimos y usamos los lenguajes de programación.
Jean E. Sammet demostró que la informática no es solo una cuestión de números y algoritmos, sino también de creatividad, lógica y visión a largo plazo. Gracias a su trabajo, la computación simbólica se convirtió en una realidad, abriendo nuevas puertas en la ciencia y la ingeniería.
Porque, como ella misma dijo en más de una ocasión, «la programación es una forma de arte, tanto como lo es la música o la pintura». Su legado es un testimonio del poder de la innovación y de la perseverancia de quienes desafían las normas para transformar el mundo.
Deja tu comentario!