Emiliano Aguirre (Ferrol, 5 de octubre de 1925 - 11 de octubre de 2021) 

La historia de la humanidad está escrita en los huesos y las piedras, y pocas personas han contribuido tanto a descifrar esa historia como Emiliano Aguirre.

Este ilustre científico español es ampliamente reconocido como el 'padre' de Atapuerca, un sitio arqueológico y paleontológico que ha revolucionado nuestra comprensión de la evolución humana. A lo largo de su vida, Aguirre dedicó su pasión y conocimientos a explorar las profundidades de Atapuerca, revelando secretos enterrados durante miles de años.

Los inicios de una carrera brillante

Emiliano Aguirre nació el 5 de octubre de 1925 en Ferrol, A Coruña y desde temprana edad mostró un interés apasionado por la historia natural y la paleontología, por lo que decidió estudiar Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid y obtuvo su doctorado en 1966. Sus primeros trabajos lo llevaron a explorar yacimientos paleontológicos de Torralba y Ambrona (Soria) —donde ideó y diseñó el Museo de Ambrona, que fue el primer museo con exposición in situ de restos fósiles en Europa— y fue director de las excavaciones en el yacimiento paleolítico de Las Gándaras de Budiño (Porriño, Pontevedra, 1963).

Sin embargo, su legado más duradero y significativo se gestó en la década de 1970 cuando, junto con su equipo, comenzó a investigar las colinas de Atapuerca en la provincia de Burgos, España.

El descubrimiento de Atapuerca

Atapuerca es una región que alberga uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del mundo. En la década de 1970, Emiliano Aguirre y su equipo comenzaron a excavar en el sitio, Gran Dolina, lo que llevó al descubrimiento de un tesoro de fósiles humanos y restos de animales prehistóricos. Estos hallazgos resultaron ser de una importancia extraordinaria para la comprensión de la evolución humana en Europa.

Uno de los descubrimientos más notables fue el cráneo de un homínido que posteriormente se identificó como Homo antecessor, una especie desconocida hasta entonces, y que tiene una antigüedad confirmada de unos 850.000 años. Este hallazgo proporcionó una evidencia crucial de la presencia temprana de homínidos en Europa, desafiando las teorías anteriores sobre la evolución humana en el continente.

El gran equipo de Atapuerca

Uno de los aspectos más destacados de la labor de Emiliano Aguirre en Atapuerca fue su habilidad para reunir y liderar un equipo de investigadores dedicados. Junto con expertos en paleontología, arqueología, geología y antropología, Aguirre estableció un equipo multidisciplinar que trabajó incansablemente para desenterrar y analizar los tesoros ocultos en el sitio.

Un legado duradero

El trabajo de Emiliano Aguirre en Atapuerca y su contribución a la ciencia de la evolución humana no se limitaron a las excavaciones y los descubrimientos iniciales. También desempeñó un papel fundamental en la promoción de la conservación y la investigación continua de la zona. Su visión de Atapuerca como un "laboratorio viviente" para el estudio de la prehistoria ha guiado las actividades en el sitio durante décadas.

Aguirre también fue un defensor apasionado de la educación y la divulgación científica. Trabajó incansablemente para compartir los hallazgos de Atapuerca con el público y promover la importancia de la investigación paleontológica y arqueológica en la comprensión de nuestra historia como especie.

Reconocimiento y legado

El legado de Emiliano Aguirre en Atapuerca es innegable. Sus contribuciones revolucionaron nuestra comprensión de la evolución humana en Europa y el mundo. A lo largo de su carrera, Aguirre recibió numerosos premios y reconocimientos por su trabajo, incluyendo la Medalla de Oro de la Real Academia de la Historia de España y el Premio Príncipe de Asturias en 1997.

Emiliano Aguirrefue un científico visionario cuyo trabajo en Atapuerca ha dejado una marca indeleble en la ciencia y en nuestra comprensión de la evolución humana. Su legado nos recuerda la importancia de la curiosidad, la perseverancia y la colaboración en la búsqueda de conocimiento sobre nuestros orígenes. Falleció el 11 de octubre de 2021, pero su legado perdura a través de las investigaciones en curso en Atapuerca y el trabajo de las generaciones de científicos que ha inspirado. Hoy en día, Atapuerca es un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y continúa siendo una fuente inagotable de conocimiento sobre nuestros antepasados.

En Principia quisimos rendirle homenaje incluyéndolo en la colección de cromos de La Extraordinaria Liga de la Ciencia. Sin duda, más que merecida su presencia entre los grandes de la ciencia española.