Wanda Díaz Merced, la mujer que escucha las estrellas

Portada móvil

Cuando Wanda era apenas una niña de 7 años, soñaba junto a su hermana, visitar otros planetas y conocer nuevas galaxias. Y creyó que era posible. Ganó ferias de ciencia, una beca de Google y un puesto en la Nasa, pero a los 20 años perdió la vista y todos pensaron que su sueño de ser astrónoma sería imposible. Todos menos ella. 

TEXTO POR JUAN SCALITER
ILUSTRADO POR MARÍA ARCE
ARTÍCULOS | KIDS
ASTRONOMÍA | DISCAPACIDAD
11 de Febrero de 2021

Tiempo medio de lectura (minutos)

Cuando pensamos en descubrimientos científicos, siempre vemos imágenes: de galaxias, de una célula, del interior del cerebro. El sonido no aparece nunca, no es necesario, no? Pues aunque no lo creas, el sonido es fundamental. Al igual que la luz, el sonido está formado por ondas que viajan por el espacio. La diferencia es que el sonido necesita ir rebotando de molécula a molécula, de partícula en partícula, para pasar su información, la luz viaja directo sin importar contra qué choca. Esto tiene ventajas y desventajas. La luz llega más rápido y puede viajar por el vacío, donde no hay partículas, para el sonido esto es imposible. Por eso en el espacio se puede ver una explosión, pero no se escuchará: si todo está vacío, no hay partículas en las que el sonido pueda rebotar. O al menos hay muy, muy pocas, porque vacío, lo que se dice vacío, no hay ningún lugar en el universo. ¿Cuál es la ventaja? Que mientras la luz transporta siempre la misma información entre un extremo y otro, el sonido va sumando más y más información, a medida que rebota en las partículas. 

Wanda pensó en esto y se dio cuenta que era posible transformar las imágenes en sonido: el volumen podía determinar cuan grande era un objeto, el ritmo "mostraba" su órbita y el tono (más agudo o más grave) sus colores. Si a esto le sumaba el timbre de un sonido (lo que hace que diferenciemos si viene de un instrumento de cuerda o uno de viento, por ejemplo), podía obtener aún más información. Este sistema, conocido como sonificación, tiene muchas ventajas. Del mismo modo que una canción es un "cuadro" pintado con diferentes instrumentos, cuando los expertos como Wanda escuchan el espacio, son capaces de ver muchas más cosas que otros con una imagen. Wanda, por ejemplo, es capaz de saber cómo la luz de una estrella choca con la atmósfera de un planeta y, dependiendo del sonido, saber si sería habitable o no. Es como si viera en tres dimensiones y un paisaje mucho más amplio que el que se ve solo con una foto.

Ahora Wanda trabaja con observatorios de todo el mundo para hacerlos accesibles a estudiantes y profesionales con problemas de visión, mientras demuestra que para aprender de las estrellas, solo hay que escucharlas.  

Deja tu comentario!