El 3 de febrero de 1851 fue un día importante en la historia de la ciencia y con gran relevancia para los museos y centros de ciencia. Ese día, Jean Bernard Léon Foucault (1819-1866) demostró por primera vez que la Tierra gira.
En esa época, Foucault ya era un físico experimental reconocido que había investigado sobre el espectro solar en el rango de la radiación infrarroja y había mejorado el experimento de Fizeau estableciendo el valor de la velocidad de la luz, que encontró cercano a 300.000 km/s (el valor real es 299.792,458 km/s).
Foucault conocía perfectamente las investigaciones que Galileo Galilei (1564-1642) había realizado casi 250 años antes, especialmente la propiedad del péndulo de conservar su plano de oscilación.
En el siglo XIX ya se intuía que la Tierra gira sobre su eje. Y a algunos científicos se les ocurrió que se podía usar esta propiedad del péndulo para demostrar la rotación de nuestro planeta.
Pero, aunque el experimento era teóricamente posible, había que ser hábil en el diseño y la construcción de dicho péndulo. Este fue el mérito de Foucault, ser capaz de encontrar un material adecuado para construir el péndulo: un hilo fino al que unir un peso bastante grande; que, además, se pudiese colgar de un sitio bastante alto y sin interferencias externas (como una corriente de aire o un tráfico intenso).
Finalmente, tras hacer varias pruebas en su casa, Foucault hizo la primera demostración pública en el Observatorio de París el 3 de febrero de 1851.
Unas semanas más tarde, colgó su péndulo de la cúpula del Panteón de París, donde aún es una de las mayores atracciones de este icónico monumento.
El péndulo del Panteón está formado por una bola de hierro de 28 kg que cuelga de un fino cable de acero de 67 metros. Al poner el péndulo de Foucault en movimiento se observó que el plano de su movimiento giraba 11 grados por hora, en el sentido de las agujas del reloj. Debido a la inercia de la pesada bola, el péndulo mantiene constante su plano de oscilación, por lo que lo que se mueve es la Tierra debajo de él.
El periodo de rotación del péndulo de Foucault en un punto cualquiera de la Tierra depende de su latitud. En el polo norte es de 24 horas, en el ecuador es infinito (el péndulo no oscila) y en París es de 32,7 horas. En el hemisferio sur, la rotación (aparente) del péndulo es en sentido contrario.
Ya sabemos que no hay museo de ciencias que no se precie de tener su péndulo de Foucault, pero también hemos observado algunos péndulos de Foucault bastante penosos. Esto es debido a que el diseño y la construcción del mismo no ha sido adecuada, pues ya hemos comentado que no es tarea fácil.
Este experimento confirmó de manera visual lo que muchos científicos ya sabían, que la Tierra no está quieta: se mueve alrededor del Sol (Eppur si muove, que diría Galileo), y, además, rota alrededor de su eje.
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