Las mejores películas de zombis de todos los tiempos

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Bienvenidas y bienvenidos a la lista de las mejores películas de zombis de todos los tiempos. Y, como no podía ser de otra manera… empezamos con sorpresa. Y es que en lugar de una lista… ¡tenemos dos! Esta entrada se ha elaborado como un reto entre dos amantes del género: Eneko Beraza (@BecarioEnHoth) y Quique Royuela (@eroyuela), que darán su propia versión (sin conocer el uno las elecciones del otro) de las que ellos consideran las mejores películas que han visto hasta el momento.

**Atención, esta entrada contiene casi tantos spoilers como palabras**

TEXTO POR ENEKO BERAZA , QUIQUE ROYUELA
ILUSTRADO POR JOSÉ MORENO
ARTÍCULOS
CINE | PELÍCULAS | ZOMBIS
3 de Marzo de 2022

Tiempo medio de lectura (minutos)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se tratarán algunos de los aspectos científicos tratados en las películas del género, pero no esperéis tampoco mucho, que el cine, principalmente, es para entretener.

¿Preparados para disfrutar, decepcionaros y cabrearos al mismo tiempo? Pues aquí van las dos listas con las mejores veinticinco películas de zombis de todos los tiempos:

Listado de Eneko:

25. Grindhouse (Planet Terror). (Robert Rodríguez. 2007).

Robert Rodríguez nos regaló este homenaje al género del grindhouse y el fenómeno de la sesión doble, lleno de señales y guiños a los fans del cine más cutre y añejo. Acción y sangre con sabor ochentero a raudales.

24. 28 semanas después (28 Weeks Later. Juan Carlos Fresnadillo. 2007).

Pocas secuelas están a la altura del filme original. Y, sin embargo, los primeros minutos de esta película están, en mi opinión, a la altura de grandes clásicos del terror. Un lujo.

23. Re-animator (Stuart Gordon. 1985).

Un clásico del camp horror que mi yo infantil confundía con Terminator en el videoclub. Basada en un texto de Lovecraft, la alquilé de estrangis y la vi a trozos sin que se enterasen mis padres. ¿Puede una cabeza hablar por sí sola? Parece que sí.

22. Bienvenidos a Zombieland (Zombieland. Ruben Fleischer. 2009).

Me ganó en la intro con el For whom the bell tolls de Metallica y la cámara superlenta. Los consejos para tiempos de apocalipsis zombie son impecables y sale Bill Murray: solo por eso ya merece la pena.

21. Cargo (Ben Howling, Yolanda Ramke. 2017)

Basada en un famoso corto, Cargo es una buena película con una aproximación al mundo zombie menos convencional. Excelente trabajo en todos los aspectos y un Martin Freeman que, como siempre, clava su personaje.

20. Overlord (Julius Avery. 2018).

Zombies y Segunda Guerra Mundial han sido inseparables en los últimos años, casi siempre asociados a experimentos nazis. Este giro de tuerca durante el desembarco de Normandía facilita una película muy entretenida llena de explosiones, muertos vivientes y soldados yankees en apuros.

19. Nueva York bajo el terror de los zombies (Zombi 2. Lucio Fulci. 1979)

También conocida como Zombi 2, es una película italiana de 1979 dirigida por Lucio Fulci. Nació como una versión del clásico El amanecer de los muertos y contiene dos escenas esenciales: el único duelo zombi-tiburón que conozco y una escena que contiene una puerta, un zombi y un ojo humano que no envidia nada al mejor Buñuel. Sí, da mucho repeluco.

18. The Battery (Jeremy Gardner. 2012).

Una pequeña joya del género. Bajísimo presupuesto, escenas impactantes y un ingenio afilado para rediseñar el terror de vivir entre los no muertos. ¿Te atreves a vivir así? ¿Podrías dormir en un coche rodeado de no gente deseando devorarte? Añorarás tu comunidad de vecinos, te lo garantizo.

17. Wyrmwood: La carretera de los muertos (Wyrmwood. Kiah Roache-Turner. 2014)

Si creías que Australia era peligrosa, imagina intentar sobrevivir a un brote zombi allí. Una locura llena de acción, violencia, explosiones y un ritmo salvaje que debe mucho a otra gran película australiana: Mad Max.

16. La noche devora el mundo (La nuit a dévoré le monde. Dominique Rocher. 2018)

París bien vale una de zombis. El protagonista comienza rodeado de gente que habla mientras él guarda silencio y la mañana siguiente le traerá todo lo contrario: zombis que corren, tienen hambre y ni siquiera gruñen. Añorará la voz humana, os lo aseguro. Pasos rápidos en las calles vacías de la Ciudad de la Luz: no tendrás otro aviso.

15. La noche del cometa (Night of the Comet. Thom Eberhardt. 1984).

Los 80 homenajeando a los 50: ¿qué podía salir mal? Camp en su máxima expresión, comedia y zombis a medio cocinar en una peli que me llena de nostalgia y que me hizo preguntarme por primera vez «¿qué pasaría si una mañana saliera de casa y tuviera todo para mí?». Lo malo serían los cadáveres caminando. Ah, los amantes de la ciencia ficción más ochentera notarán la presencia de Catherine Mary Stewart (protagonista en otro clásico de los 80 como El último starfighter).

14. Braindead (Tu madre se ha comido a mi perro) (Braindead (Dead Alive). Peter Jackson. 1992).

Tu madre se ha comido a mi perro —un clásico del gore— cuenta en su reparto con la española Diana Peñalver. Si alguien se pregunta cómo su director acabó dirigiendo las adaptaciones cinematográficas de las novelas El señor de los anillos y El Hobbit, puede adivinar su genio en su siguiente película, Criaturas celestiales. Ridícula, sangrienta, violenta y profundamente irreverente. ¿Quién da más?

13. Terroríficamente muertos (Evil Dead 2: Dead by Dawn. Sam Raimi. 1987).

Una cabaña en el bosque, manos poseídas, encantamientos traicioneros, muertos que vuelven de la tumba y una motosierra amarrada a un muñón. Ash es el antihéroe por excelencia en una trilogía que llevó el humor y el gore a una nueva dimensión. Cuidado con los libros de temática necromántica en los mercadillos de segunda mano (nótese la ironía): te podrían dar más de un disgusto.

12. Frecuencia macabra (Pontypool. Bruce McDonald. 2008).

Una reinterpretación del género zombi: vivir el apocalipsis sin verlo, solo imaginarlo más allá de tu puerta sobre una intensa nevada. Rodada en quince días y un presupuesto muy bajo, es un homenaje a H.G. Wells y George A. Romero. ¿Las palabras son poderosas? Aquí lo descubriréis.

11. One cut of the dead (Kamera o tomeru na! Shinichirô Ueda. 2017 )

¿Zombis japoneses? ¿Un plano secuencia eterno? ¿Metaficción? Apúntame a eso. Una película llena de detalles, loca y fresca como el aire matinal después de una noche de zombis arañando los cristales de tu habitación. Impecable. El último tercio es comedia de alto standing.

10. Melanie. The girl with all the gifts (Colm McCarthy. 2016).

No todos los días se ve a Glenn Close luchando contra zombis, ¿verdad? Basada en una excelente novela, supone otro acercamiento a la siempre teórica superioridad intelectual humana sobre los desdichados comecerebros que nos estropean el jardín. Eso, ya lo sabemos, pocas veces sale bien. El giro final dejará a más de un@ con el paso cambiado.

09. REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza. 2007).

Que Plaza y Balagueró realizaron un clásico del género en la piel de toro es un hecho: se dice y a otra cosa. En esa intersección con otro género (el de metraje encontrado), la premisa es agobiante: imagina ser encerrado en tu edificio con una comunidad loca por morderte hasta el último hueso. La rabia animal de los contagiados y la rapidez en el proceso de transformación le dan varios puntos. Frenética. Consejo: si os ocurre algo parecido, no subáis al ático. Me lo agradeceréis.

08. Dead Set: Muerte en directo (Dead Set. Charlie Brooker (creador), Yann Demange. 2008).

Esta pequeña trampa que le tiendo a mi querido Quique consiste en que no es técnicamente una película, sino una miniserie de cinco capítulos. Es una crítica bestial a nuestra sociedad, en la que los muertos parecen a veces más vivos que los concursantes de un conocido reality show. Las hábiles manos de Charlie Brooker (Black Mirror) están detrás de este espejo que refleja nuestra mísera existencia en el interior de este Gran Hermano que vivimos cada día. Cualquier amante del género la apreciará.

07. El regreso de los muertos vivientes (The Return of the Living Dead. Dan O’Bannon. 1985).

No puede faltar este clásico de Dan O'Bannon que mezcló humor, zombis y camp rancio en una sola película rompiendo por completo el canon establecido hasta el momento. Porque estos zombis tienen hambre, pero, para variar, necesitan cerebros: no te preocupes, te lo recordarán de muchas formas por si lo olvidas.

06. El día de los muertos (George A. Romero's Day of the Dead. 1985).

George A. Romero, guía espiritual de todo este género, continuaba su serie zombie con una película más reflexiva. ¿Pueden los zombies aprender? ¿Te importará alguno antes de que acabe la peli? La inevitable riada zombie no aparece hasta pasada gran parte de la película, quizá por eso sea tan especial: si algo nos enseña este género es que muchas veces el peor enemigo somos nosotros.

05. Zombies party (Edgar Wright. 2004).

Zombies con flema británica, primera de la maravillosa trilogía del cornetto, discos chungos disparados a la cabeza de un hambriento no muerto y una cerveza en el Winchester. El plan es casi perfecto. Humor a raudales, totalmente recomendable, aunque no seas fan irredento del género.

04. La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead. George A. Romero. 1968).

La génesis del universo zombi, con un remake más reciente que no estuvo del todo mal. Romero establece el cañón en el más descarnado blanco y negro de 1968: muertos que caminan a la luz del día, ‘lentos’ y ‘estúpidos’, que contagian su desgracia a mordiscos y casi siempre acaban ganando por abrumadora superioridad numérica o alguna estupidez humana. Ser más inteligente no te salvará contra ellos. Mucha suerte.

03. 28 días después (Danny Boyle. 2002).

Más zombis británicos que algunos gafapastas se empeñan en llamar «infectados». Son zombis, joder. «Que no están muertos, que corren mucho, que es un virus». Me la pela: no nos pongamos técnicos y pedorros que esto es ficción. Relax. Si no se puede negociar con ellos, te quieren morder, no tienen aprecio por la higiene personal y no son vampiros... son zombis. Next. A lo que iba: enorme película, llena de bordes incómodos y esencialmente gris. Escuchar In paradisum mientras conduces por la campiña inglesa debería convertirse en un must. Como rige el canon, no todos los malos son los que caminan y corren en las húmedas noches inglesas: el mal consciente es más terrorífico que el animal. O infectado. O zombi. Elegid a vuestra discreción.

02. Tren a Busan (Train to Busan. Yeon Sang-ho. 2016).

Cuando me recomendaron una peli coreana, admito que enarqué una ceja. Tengo algo casi personal con los diálogos y escenas cotidianas de ese cine: será algo cultural. Eso sí, suelen tener unos guiones y una maestría visual que quita el sentío. Y esta película lo cumple todo: la trama no es nada del otro mundo, pero madre mía qué forma de ponerlo en imágenes, sonidos y secuencias. Magistral, terrorífica, sensible, brutal, exquisita y amargamente humana como todas las buenas pelis del género. Como padre sentí cómo se me aceleraban las pulsaciones en cada escena. No pierdas el tren: es incluso peor fuera de él.

01. Zombi: el regreso de los muertos vivientes (Dawn of the Dead. George A. Romero. 1978).

Que los muertos vuelvan al centro comercial incluso después de estirar la pata es el mayor sueño del capitalismo occidental. Si hay una piedra angular sobre la que apoyar el éxito de todo un género explotado hasta la saciedad, se encuentra entre las escenas de esta película. Todos los ingredientes fueron magistralmente utilizados por George A. Romero y aderezados por el excelente trabajo en el maquillaje del gran Tom Savini. Con menor mérito pero gran calidad, es justo reseñar el buen remake que realizó Zack Snyder en 2004 de este filme, con una intro bestial y el gran Johnny Cash avisando de una gran verdad: en el género zombie un día se jode todo. ¿Qué vas a hacer cuando llegue el día?

 

Listado de Quique:

25. La noche del terror ciego (Amando de Ossorio. 1972).

Coproducción hispano-portuguesa en la que en una abadía ocurren ‘cosas extrañas’. Vamos, que aparecen unos zombis templarios con forma de esqueleto como los que se usan en las facultades de Medicina, con capa y toda la pesca, caminando a tres metros por hora. Puede parecer cutre, pero decir esto es quedarse corto. Es cutre hasta la saciedad y ahí radica su encanto. ¿Les podía pasar algo más a los templarios? Pues parece que sí. Y si una película os parece poco, puedes completar el ciclo con la tetralogía que se inicia con este filme: El ataque de los muertos sin ojos (1973), El buque maldito (1974) y La noche de las gaviotas (1975). Empieza fuerte la lista, ¿eh?

24. El regreso de los muertos vivientes (The Return of the Living Dead. Dan O’Bannon. 1985).

Ya vais a ver que las comedias zombis de los 80 son algo habitual en este listado.

El gas liberado desde una central nuclear (un clásico esto del gas, ya veréis) hace que los muertos salgan de sus tumbas, pero también que aquellos que inhalan el gas acaben transformándose (y esta es la parte más divertida de la película). Estos zombis no son lentos y, además, hablan y sienten. De hecho, hay un momento en la película cuando a una de las zombis que capturan le preguntan por qué comen personas:

—No personas, cerebros.
—¿Por qué?
—El dolor…
—¿Qué dolor?
—El dolor de estar muertos… Comer cerebros hace que el dolor desaparezca.

Pue eso. Ah, no os perdáis su secuela: La divertida noche de los zombies (Ken wiederhorn. 1988).

23. Yo anduve con un zombi (I Walked with a Zombie. Jacques Tourneur. 1943).

Si buscas películas en blanco y negro con la versión más clásica y antigua de zombi (persona hechizada mediante vudú y magia negra), esta es una de ellas. No abundan películas en la actualidad con este tipo de premisa, por lo que es altamente recomendable.

22. Mi novia es un zombie (Dellamorte Dellamore (Cemetery Man). Michele Soavi. 1994).

Me parece tan cutre que es maravillosa. Francesco Dellamorte (Rupert Everett) vigila un cementerio de un pequeño pueblo italiano, donde, algunos muertos, en la séptima noche tras su fallecimiento, se levantan en busca de carne fresca. A partir de aquí un carrusel de atrocidades (literal y cinematográficamente hablando) harán que te partas de risa: un zombi motorizado, un grupo de niños Boy Scouts zombis, un alcalde zombi amenazando con despedir al vigilante del cementerio, quién, por cierto, se acabará convirtiendo en un asesino en serie. Lo más cómico: Para ligarse a una joven viuda, Francesco Dellamorte miente diciendo que es licenciado en Biología. Francesco, hijo, eso no ha funcionado en la vida.

21. REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza. 2007).

No suelen darme miedo las pelis de zombis, pero esta me acojonó, y de qué manera. El papelón que se marca Manuela Velasco es de Goya (literalmente: se lo llevó, así como el premio a la mejor actriz en el Festival de Sitges). Una enfermedad similar a la rabia se expande por la ciudad. El origen de la epidemia parece estar en uno de los edificios del centro de la ciudad, en el que el perro de una niña podría ser causante de todo. Habrá que investigarlo, ¿no?

20. El terror llama a su puerta (Night of the Creeps. Fred Dekker. 1986).

Una cápsula alienígena llega a la Tierra en 1959 y de ella emergen unas babosas fruto de un experimento extraterrestre. Estos animales penetran en sus huéspedes por la boca y llegando al cerebro consiguen anular su voluntad, convirtiéndolos en zombis. La historia se adelanta a 1986, donde unos universitarios, a modo de novatada macabra, son invitados por una de las hermandades a sacar un cadáver de un recinto médico aledaño, que resulta ser un «centro de criogenización» (broma incluida al famoso bulo de Walt Disney) donde conservan a un humano de 1959 parasitado con las babosas que será despertado por estos botarates y las babosas liberadas, sembrando el pánico y más de una carcajada (ojo a la escena del cortacésped).

19. Guerra Mundial Z (World War Z. Marc Foster. 2013).

Esta película levantó muchas ampollitas entre los expertos en cine zombi porque no se parecía en nada a la novela en la que se basaba (Guerra Mundial Z. Max Brooks). También está el tema que molestó mucho a algunos de estos expertos, en lo que denominaron «Zombis Usain Bolt»: zombis que corrían como las hostias a por la peña.

En primer lugar: vale, no se parece en nada a la novela. ¿Y qué? ¿Eso te impide disfrutar de la película? Entonces háztelo mirar. Por otro lado: no es la primera película en la que los zombis corren que se las pelan. De hecho, en la época actual, pocas hay donde no lo hagan y bien que os mola, ¿entonces? ¿Qué es lo que tanto molestó? A mí, precisamente, me parece una película valiente por imprimir este plus de velocidad a los zombis, lo que consiguió que comenzáramos a verlos de otra manera. Ya no son esos seres que mientras te persiguen te da tiempo a echarte un pitillo. Ahora no solo tienes que preocuparte por hacer acopio de agua, comida, armas (en Estados Unidos) y medicamentos, también tienes que estar en forma. Otro de los aspectos que me motiva —aparte de que visual y narrativamente es impecable— es el científico: el hecho de que los zombis no ataquen a las personas enfermas, algo que se ha visto en la naturaleza, donde ciertos depredadores evitan comer presas enfermas para no sucumbir a la enfermedad. A una buena peli, súmale la música de Muse, una dirección de fotografía genial y al guapo de Brad Pitt. Ale, a desfrutar.

18. El día de los muertos (George A. Romero's Day of the Dead. 1985).

Tercera película de George A. Romero que cierra la trilogía comenzada por La noche de los muertos vivientes y continúa con Zombi: el amanecer de los muertos. Refugiados en una especie de bunker, unos pocos supervivientes conviven con militares y científicos que investigan el origen de los zombis para conseguir una cura. Pero, claro, teniendo un científico (el doctor Logan) al que apodan «Frankenstein» y que trata de reeducar a los zombis para poder convivir con ellos, ¿qué puede salir mal?

17. Kingdom. La historia de Ashin (Kingdom: Ashin-jeon. Kim Seong-hoon. 2021)

Spin-off de Ashin, personaje de la segunda temporada de la serie coreana The Kingdom, que narra un apocalipsis zombi en la era de la dinastía medieval Joseon (serie muy muy muy recomendable). Esta película trata sobre el origen de la planta Saengsacho, que convierte en zombi a todo aquel que la consume. He aquí otra de las originales cuestiones científicas planteadas en el género: el de las plantas como agente zombificante.

16. Juan de los muertos (Alejandro Brugués. 2011).

«¿Grupúsculos de disidentes pagados por el gobierno de los Estados Unidos?» Qué va, zombis en plena La Habana. Una nueva revolución está a punto de estallar y solo un hombre puede evitarla: «Juan de los Muertos, matamos a sus seres queridos». Una coproducción hispano-cubana, una comedia brutal… y con artes marciales de por medio. Ojo, que esta peli podría estar entre las diez primeras sin ningún problema.

15. Bienvenidos a Zombieland (Zombieland. Ruben Fleischer. 2009).

¿Cabreado porque Guerra Mundial Z no se parece en nada a la novela homónima de Max Brooks? No te preocupes, aquí podrás disfrutar de un filme que supone todo un homenaje a su otra gran obra: Zombi – Guía de supervivencia.

Una gran comedia con zombis y un personaje que no te dejará indiferente: Tallahassee, interpretado por un colosal Woody Harrelson. Y encima sale Bill Murray. Qué más se puede pedir…

14. Tren a Busan (Train to Busan. Yeon Sang-ho. 2016).

Tranquil@s, que no me la iba a dejar. La verdad es que hay realizadores coreanos del género con mucho talento, como es este caso, en el que, de nuevo, un virus letal es el responsable de convertir a todo quisqui en zombi. En este escenario, un grupo de supervivientes viaja a bordo de un tren camino de Busan (¿Qué habrá en Busan?). Y ya sabéis cómo se las gastan los zombis coreanos: nada de caminar arrastrando los pies como si acabaran de pisar una mierda. Como curiosidad, aquí no usan fuego para ahuyentarles, pero sí descubren que la luz, o más bien la ausencia de la misma, será una baza a su favor para tratar de sobrervivir.

13. Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead. Zack Snyder. 2004).

Remake del clásico de George A. Romero y una de las incursiones más acertadas del director, Zack Snyder en el género. En esta versión actualizada, el responsable de la zombificación es un agente infeccioso, as usual. Los zombis, clásicos ellos, ya no son seres lentos en su búsqueda de carne fresca, lo cual es un gusto, porque genera una atmósfera ideal para empatizar con los supervivientes. En particular con Ana Clark, encarnada por Sarah Polley; que se sale en el papel. Ah, una curiosidad: no los llaman zombis.

12. Melanie. The girl with all the gifts (Colm McCarthy. 2016).

Película que me resultó curiosa por el motivo de la zombificación: una infección fúngica por el género Cordyceps, en particular por Ophiocordyceps unilateralis, una especie de hongo ascomiceto parasitoide, muy conocido por parasitar varias especies de hormigas, controlando sus sistema nervioso y alterando su comportamiento, transformando al individuo al que parasita en una «hormiga zombi», que, desposeída de su voluntad, se agarrará fuertemente al tallo de una planta para dejar que el ciclo reproductivo del hongo siga su curso. Tan brutal como terrorífico.

Este es el mecanismo que se utiliza para explicar el comportamiento de los zombis de esta peli, llamados «hambrientos», quienes poseen un olfato muy desarrollado y los movimientos bruscos los activan. En la película se puede apreciar la coevolución entre el hongo y el huésped, creando un tipo de nueva especie entre estos particulares zombis.

11. El baile de los muertos (Dance of the Dead. Gregg Bishop. 2008).

La típica comedia americana de baile de instituto, pero con zombis… y algunas curiosidades. Para empezar, que el elemento zombificante es un gas liberado de una central nuclear (ya sabemos, el terror a lo nuclear en los años 80 y que continúa, así como sus impredecibles efectos). Además, son zombis que hablan, lo cual es menos habitual, y que… ¡conducen! Y ¿a que no sabéis que es lo que los detiene? ¿El fuego? Noooo…. ¡la música!

Zombis disfrutando del concierto

10. Zombi: el regreso de los muertos vivientes (Dawn of the Dead. George A. Romero. 1978).

Segunda de las pelis de zombis de George A. Romero tras los acontecimientos narrados en La noche de los muertos vivientes, cuando el apocalipsis zombi se ha extendido por toda América. Forma parte de la trilogía esencial de Romero, pero es que, además, esta peli la escribió junto a otro de los maestros del cine de terror: el italiano Dario Argento, guionista de clásicos del terror como Demonios (1985) (y así, sin que Eneko se de cuenta, ya he metido otra peli más y en total llevo treinta en mi listado).

09. No profanar el sueño de los muertos (Non si deve profanare il sonno dei morti. Jorge Grau. 1974).

Coproducción italo-española de gran calidad, que se atiene a los parámetros creados por el maestro Romero y consigue crear una atmósfera aterradora. En esta ocasión, los científicos del Ministerio de Agricultura utilizan un dispositivo que emite ultrasonidos para eliminar las plagas de los campos de cultivo «alterando su sistema nervioso, haciendo que se devoren entre ellos». He aquí la causa del despertar de un primer muerto que, usando la sangre de los vivos (actuará de vector para producir una epidemia zombi), conseguirá que otros muertos sean reanimados. Es una peli en la que hay constantes menciones a la ciencia, por ejemplo, cuando los científicos que usan las máquinas aseguran que «no contaminan, solo emiten ultrasonidos, nada químico» o en un momento álgido del filme, cuando el protagonista quiere destruirlas y discute con los científicos: «La ciencia se da de patadas con muchas cosas y a veces pierde». Incluso en un momento dado, el protagonista plantea la posibilidad de que se trate de un virus (al tratar de explicar cómo se han podido reanimar otros muertos); un planteamiento bastante original y novedoso para ser 1974. Aquí, además de la superfuerza que muestran los zombis (algo novedoso, la verdad), solo el fuego es capaz de acabar con los zombis, ni siquiera con disparos en la cabeza, aportando así su granito de originalidad.

08. Zombies party (Edgar Wright. 2004).

Esto sí es una comedia con zombis y no la mierda esa de Braindead (así evito tener que explicar por qué este bodrio no está en esta lista), por mucho que esta inspirase al director británico. Esta está en el top ten porque sí. Y el final… pues es EL final. No se la pierdan.

07. 28 días después (Danny Boyle. 2002).

Un virus (es una variante de rabdovirus, virus de la rabia, lo cual ya dice mucho de la elección del agente patógeno, por las características propias de la enfermedad y la forma de contagio: contacto por sangre o saliva) es liberado de un laboratorio de investigación por un grupo de defensores de los animales. Igual te suena esta premisa de 12 Monos, el filme de Terry Gilliam rodado siete años antes, por lo que hasta aquí nada nuevo. El virus arrasa Gran Bretaña, convirtiendo a la gente en zombis. Sí, zombis: ¿cómo que infectados? Eso quién lo decide, ¿el comité de experto zombi? ¿En qué se basan? Pare dejar bien claro mi punto de vista, dos cosas al respecto:

Primero: prácticamente el 90% de los zombis de la era moderna lo son por culpa de un virus, por tanto, todos ellos son infectados y siguen siendo zombis. Así que este argumento se cae por su propio peso.

Segundo: Si el argumento es que, al ser mordidas, las personas no pasan por un estadio previo de muerte, y, por tanto, no son reanimados: olvídate, los zombis clásicos que dieron pie a todo este universo de criaturas de ficción tampoco pasaban por una fase previa de muerte y también son zombis.

Es decir, dado que no hay una única definición de zombi, estaríamos hablando de varias tipologías que se engloban dentro de un concepto muy amplio y complejo de definir dentro de lo que denominamos como zombi. Por tanto, los llames infectados, hambrientos, desposeídos, caminantes, podridos, reaparecidos, hechizados o como te venga en gana, son zombis. Lo siento por ti, Enjuto Mojamuto y secuaces, probad con el «cine de tacitas».

06. Re-animator (Stuart Gordon. 1985).

Que me quemen en la hoguera si me dejo esta adaptación de un relato de H. P. Lovecraft, donde, además, la ciencia es protagonista a través de Herbest West, estudiante de medicina y ayudante de investigación en el campo de la regeneración tisular. Al llegar a Estados Unidos (algo pasa aquí, tened cuidado con este país) decide llevar su investigación más allá de las placas de cultivo y obtiene la fórmula definitiva para revivir a los muertos: un «producto metabólico» con aspecto de líquido verde fluorescente (como no podía ser de otra manera). ¿Lo que más me llama la atención? Son zombis rápidos, que piensan y hablan; alejados del estereotipo de zombi de la época. Si la ves y te quedas con ganas de más reanimaciones, puedes ver lo que sucede cinco años después en La novia de Re-Animator (Brian Yuzna. 1990).

05. La noche del cometa (Night of the Comet. Thom Eberhardt. 1984).

No voy a negar mi pasión por el cine de los 80 y en concreto por las pelis de terror/horror de esta época. Pero es que, además, esta peli también entra del género de la ciencia ficción, en el momento que es el paso de un cometa (¿la radiación? ¿la temperatura?) el responsable de acabar con la vida en el planeta. Aquellos que estuvieron a salvo en estancias con paredes de protección metálica durante el paso del cometa sobreviven, mientras que los que se expusieron de forma parcial se han convertido en zombis, incluido una especie de gobierno científico-militar que han descubierto que pueden producir un suero para no terminar de convertirse en zombis gracias a la sangre de los supervivientes. Al final, el ser humano demostrando que en las peores circunstancias puede llegar a ser incluso peor que los comecerebros.

04. The Battery (Jeremy Gardner. 2012).

Esta original propuesta dirigida e interpretada por Jeremy Gardner, en la cual, con a penas un par de actores, que encarnan a dos exjugadores de baseball, y sin efectos especiales, consigue trasladarnos a una situación de apocalipsis zombi de lo más real (y reflexiva). Una película que te mantendrá en tensión (ojo al final) y que, a su vez, te permitirá disfrutar de su maravillosa fotografía y música.

03. Frecuencia macabra (Pontypool. Bruce McDonald. 2008).

He querido meter en el top three esta película canadiense por su originalidad en la propuesta. Te atrapará por dos motivos: porque todo sucede en el interior de una emisora de radio, así que no verás nada, solo lo oirás, lo cual ya es complicado a anivel narrativo. Y en segundo lugar, por su original premisa: son las palabras y el uso del lenguaje el vector de transmisión y contagio, la causa de la zombificación. La hipótesis Saphir-Whorf es un supuesto del campo de la lingüística que propone, básicamente, que el aprendizaje de un nuevo lenguaje sería capaz de modificar la estructura de nuestro cerebro. Así que, ¿serían las palabras que repetimos constantemente hasta que pierden su sentido, capaces de modificar nuestro sistema nervioso central y nuestra conducta hasta convertirnos en zombis? «Hablar es peligroso». Ahí lo dejo.

02. La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead. George A. Romero. 1968).

Había pensado dejar al maestro fuera del top five solo para que a alguno le diera un parraque, pero sería un sacrilegio, un error incluso mayor que el doblaje de El Resplandor. Él es el creador del cine de ZOMBIS y esta su opera prima, una maravilla de principio a fin, para amantes del cine de terror, del crepitar de la pantalla, del blanco y negro, de los cambios bruscos de sonido, de la música aterradora desde el inicio y, en general, del universo zombi. Atrás queda el vudú y con George A. Romero comienza el uso de la ciencia como elemento fundamental de este género. La explosión de la sonda venus en la atmósfera terrestre libera tal cantidad de radiación como para «causar ciertas mutaciones» y provocar que los muertos salgan de sus tumbas es busca de carne fresca, según explicará el doctor Keller en un momento del filme, aunque el estamento militar no estará de acuerdo (cómo no). Este enfrentamiento científico-militar estará presente en varias de las películas de Romero. No son zombis lentos —solo tenemos que ver al zombi inicial cómo corre detrás de la chica— e incluso gozan de cierta inteligencia, ya que no dudan en utilizar objetos para sus fines, como podemos ver en la imagen.

Zombi tratando de romper el cristal del coche con una piedra. Solo no puedes, con un pedrolo tal vez sí.

En esta película, el propio Romero define las bases de la narrativa del universo zombi, que serán respetadas, cual Asimov y sus leyes de la robótica, por muchos de los grandes creadores del género. Entre esas bases se asientan las ideas de que el fuego les ahuyenta o que la única forma de acabar con los no muertos es destrozándoles la cabeza. Solo puedo darte una recomendación: siéntate y disfruta de la hora y media de espectacular metraje.

01. La legión de los hombres sin alma (White Zombie. Victor Halperin. 1932).

George A. Romero podría estar sin duda en primer lugar, porque es realmente el creador de los ZOMBIS, con mayúsculas, pero me pareció más correcto dejar ese lugar al pionero. Así, el número uno de mi lista he decidido otorgárselo al clásico de Victor Halperin, con un protagonista de lujo: Bela Lugosi, en el papel del hechicero Legendre. ¿Por qué el número uno? Porque esta es la primera película en la que se habla de zombis, pero no con el concepto contemporáneo, sino que se trata de personas desposeídas de su voluntad por medio del vudú, es su versión caribeña, originada entre los esclavos a partir del sincretismo, de Haití, donde se desarrolla la trama del filme (de igual manera sucede en Yo anduve con un zombi, número 23 de esta lista). Estos zombis, a priori (salvo que el hechicero así lo ordene) no atacan a la gente para devorarlas, pues el objetivo del hechicero no es otro que tener a los esclavos trabajando sin descanso noche y día en las tierras del señorito.

Película de poco más de una hora, para los disfrutones del cine en blanco y negro y del terror light.

Un grupo de zombis trabaja sin descanso, el sueño húmedo de la patronal. Incluso, en un momento dado, segundos después de lo que vemos en esta imagen, uno de los zombis cae al molino y es triturado. En fin, una seguridad social menos a pagar.

 

 

Y hasta aquí los listados con las mejores películas de zombis de todos los tiempos. Si te has quedado con más ganas, es porque estás enfermo, háztelo mirar. Si son bonitos, no dudes en dejar tus comentarios. Si vas a faltar, como se ha tratado de hacer aquí en varios momentos, no lo hagas o Legendre te mandará una horda de zombis a tu domicilio.

 

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